Cataluña alarga la temporada de verano para compensar un julio algo flojo
Las reservas de turistas americanos y británicos hasta octubre insuflan optimismo en el sector
18 agosto, 2024 16:59Noticias relacionadas
La costa catalana se vuelve a llenar de turistas en el mes de agosto y alarga cada vez más la temporada de verano, que empieza antes y acaba más tarde, como muestran las muchas reservas que ya hay para los meses de septiembre y octubre. Una receta que permitirá compensar un mes de julio flojo respecto a 2023.
Este año, la ocupación se situó en torno al 85% y en julio del pasado, rondaba el 90%. No obstante, ya son muchas las reservas que hay para septiembre y octubre de norteamericanos, que tienen un alto poder adquisitivo. Así las cosas, la celebración de la Copa América de vela en Barcelona a partir de este jueves y durante diez semanas ayudará a alargar la temporada en todo el litoral barcelonés.
Hasta octubre e, incluso, noviembre
En declaraciones a EFE, la gerente de la Unión de Empresarios de Hostelería y Turismo de la Costa Brava Centre, Judith Lloberol, ha señalado que los establecimientos, playas y carreteras de la zona, que ya recuperó en 2023 las cifras precovid, están "llenas" y que la ocupación hotelera ronda el 90 y 95%.
El portavoz de la Federación de Hostelería y Turismo de la provincia de Tarragona, Xavier Guardià, también prefiere hablar del conjunto de la temporada que, en la zona, se alarga hasta noviembre gracias, entre otras cosas, a que Port Aventura sigue abierto y a la celebración de Halloween.
La Costa Dorada arrastra la pérdida del turista ruso
Guardià asegura que marzo, abril, mayo y junio han funcionado mejor que el año pasado, con cifras ya muy cercanas a las de antes de la covid y, en algún momento puntual, superándolas, gracias a los eventos deportivos de todo tipo que se celebran en algunas localidades de la Costa Dorada. En julio, la zona ha rondado ocupaciones de entre el 80 y el 85 % y, en agosto, de entre el 85 y 90 %, que suelen ser las habituales para estos meses del año.
Aunque el hecho de que la zona todavía no haya recuperado los turistas de antes de la pandemia es debido a la pérdida del mercado ruso, primero por las restricciones de la covid y, después, por la invasión de Ucrania. El ruso era el cuarto mercado y el tercero internacional, después del español, el francés y el británico, por lo que, si no hubiera dejado de venir, este año se alcanzaría una ocupación "récord".
No obstante, la zona ya tiene bastantes reservas para septiembre, octubre y noviembre que "son meses que funcionan muy bien para todos los mercados, especialmente para el británico".
En los Pirineos, pendientes del tiempo
En los Pirineos, la temporada sigue según lo previsto, aunque como siempre depende mucho de la evolución del tiempo. El presidente de la Federación de Hostelería de Lleida, Josep Castellarnau, ha explicado a EFE que las dos primeras semanas de julio fueron "tranquilas", con ocupaciones de entre el 30 y el 40 % entre semana y del 60-70 % el fin de semana, mientras que la segunda quincena ya llegó al 50-60 % entre semana y al 90-95 % los días no laborables en muchos alojamientos.
En agosto, los establecimientos están prácticamente llenos, especialmente durante este puente, unas cifras que suelen ser más o menos las de cada año. Y según el tiempo, la temporada se podrá alargar alguna semana más en septiembre, aunque el perfil del cliente cambia, ya que se ven más jubilados, muchos de ellos disfrutando de unos días de descanso con los nietos hasta que empiece el curso escolar.