El Puerto de Barcelona ha cerrado el primer semestre del año con 1,4 millones de cruceristas, una cifra que representa un incremento de un 6,2% con el mismo período del 2023. El equipamiento justifica estos resultados, en parte, por el cierre de otros mercados afectados por conflictos bélicos como el de Israel y Palestina. El 83% de las embarcaciones reciben la condición de puerto base y el porcentaje restante va asociado al movimiento de tránsito.
“Nuestro objetivo es pasar de barcos de grandes dimensiones a cruceros premium, que son los generadores de un alto valor añadido en la ciudad”, apunta el presidente del Puerto, Lluís Salvadó. En este sentido, el número de escalas en Barcelona baja un 6,6%, pero a la vez la ocupación de los cruceros llega al 83% (+6%).
Barcelona se beneficia de la guerra
El balance del Puerto también recoge un crecimiento de un 24% del tráfico de contenedores. La crisis del mar Rojo ha consolidado Barcelona, en detrimento del canal de Suez, como la puerta de entrada al Mediterráneo Oriental. “Todos estos condicionantes refuerzan la resiliencia del Puerto en un contexto de incertidumbres”, describe el director general, José Alberto Carbonell.
Después de cerrar el año 2023 con un destacado aumento de nuevos vehículos, a causa de la llegada de los vehículos eléctricos de Asia, ahora este segmento se reduce un 5,5% hasta las 388.291 unidades. La corrección queda compensada, de alguna forma, con el crecimiento, de un 14%, de las exportaciones a América.
El sector náutico catalán genera más de 1.000 millones
Más allá de los resultados del Puerto de Barcelona, la Fundación Barcelona Capital Náutica ha dado a conocer los resultados de un informe del sector en Cataluña. Según esta documentación, desarrollada por la consultora Cluster Development, el ecosistema genera una facturación agregada de 1.028 millones de euros y una ocupación de 4.000 personas en 500 empresas.
Otros datos a tener en cuenta son que la náutica es una industria con un alto grado de internacionalización. De hecho, todo tipo de embarcaciones, anualmente, utilizan los centros especializados de Barcelona y el resto del territorio para llevar a cabo las respectivas revisiones o reparaciones.
A nivel industrial, el informe de la Fundación recoge un incremento de actividad en ámbitos como la fabricación de componentes o nuevas oportunidades en el ferrocarril, la automoción o el hidrógeno. En clave de futuro, el sector náutico se autoimpone deberes vinculados a la sostenibilidad de los procesos de fabricación, el consumo energético de las embarcaciones, la digitalización y la formación de talento.