Holaluz sigue sumida en tiempos convulsos. Los últimos movimientos de la comercializadora energética se han encaminado a mejorar su imagen, deteriorada por factores como el desplome bursátil, su débil situación financiera y numerosas reclamaciones de clientes, a través de un refuerzo de la estrategia de comunicación cuyo efecto no ha convencido a los fondos inversores, que ya preparan su ofensiva para la junta de accionistas que se celebrará a finales de junio.
Este miércoles, la compañía publicó datos sobre la evolución del negocio en el primer trimestre que, aparentemente, daban muestras de mejoría, aunque tan sólo ofrecían detalles sobre el resultado bruto de explotación (Ebitda) normalizado y una estimación sobre el ritmo de facturación mensual.
En la nota, también se hace alusión a un encuentro con la dirección de BME Growth, el mercado para empresas en expansión en el que cotiza, a la que la energética especializada en el autoconsumo de hogares y empresas ha querido trasladar un mensaje de tranquilidad y optimismo sobre su viabilidad.
El movimiento, que se produce semanas después de que EY, la firma auditora, pusiera en duda la continuidad de Holaluz y los representantes de los fondos accionistas en el consejo se negaran a firmar las cuentas de 2023 y el informe de gestión, tuvo un efecto inmediato en el mercado, aunque no fue precisamente de estabilidad.
[El auditor de Holaluz pone en duda la viabilidad de la empresa aun sin salvedades]
Las acciones de Holaluz, que cerraron con un notable avance del 28,2%, quedaron sumidas en una espiral de volatilidad que tan pronto les llevaba a subir más de un 20% como a hacerlo a un ritmo tres veces inferior con apenas unos minutos de diferencia.
Una trayectoria muy ilustrativa del carácter especulativo que ha adquirido el valor en las últimas semanas, al calor de la creciente incertidumbre generada por la delicada situación financiera de Holaluz que, además, no ha registrado novedades significativas en este periodo.
Sin novedades de peso
Al menos, eso es lo que cabe deducir de la nota remitida a los medios, en la que se da cuenta de los citados datos del desempeño del negocio en el primer trimestre y el encuentro con los gestores de BME Growth. El comunicado señala que Holaluz mantiene las negociaciones con potenciales inversores con el fin de poder obtener los 20 millones de euros que precisa para solventar las tensiones a corto plazo.
Es decir, un escenario prácticamente idéntico al relatado por la cúpula directiva de la empresa a los analistas a comienzos del presente mes, cuando les presentaron las cuentas de 2023 y las perspectivas para 2024, tras un par de retrasos sobre el calendario previsto.
Ante la falta de novedades y de detalles, los fondos Geroa Pensionak y Axon Capital ya afilan armas para la cita del próximo 28 de junio, cuando se celebrará la junta de accionistas de Holaluz, en la que prevén manifestar su notable descontento con la labor del equipo gestor y no se descarta que, incluso, traten de forzar su relevo.
Los fundadores de Holaluz, Carlota Pi (que ejerce de presidenta), Oriol Vila y Ferran Nogué suman en torno a un 45% del capital, lo que hace en principio complicado algún tipo de cambio de no surgir desavenencias entre ellos.
La vía del preconcurso
No obstante, la renuncia de los fondos a firmar las cuentas y la condición del relevo en la gestión para seguir apoyando a la compañía desde el punto de vista financiero podría modificar el panorama. En el informe de gestión, el consejo admitió que había decidido abrir la vía del preconcurso de acreedores en el caso de que las negociaciones para obtener financiación a corto plazo no llegaran a buen puerto.
Entre otros, Holaluz mantiene conversaciones con el Instituto Catalán de Finanzas (ICF), dependiente de la Generalitat, varios family offices del territorio y algunos potenciales inversores industriales.
Esta nueva estrategia de la empresa, que padece como numerosas comercializadoras los efectos de la volatilidad que los precios energéticos han experimentado en los últimos meses, se fundamenta en la contratación de los servicios de la consultora Estudio de Comunicación, que ya se ha encargado de la elaboración y distribución del referido comunicado.
Un nuevo y oneroso elemento que sumar a los costes recurrentes de la empresa, que no contribuirá precisamente a la contención del gasto y la prudencia financiera que reclaman los fondos.
Incertidumbres que persisten
Las cifras avanzadas por Holaluz no incluyen detalles sobre la deuda de la empresa y su apalancamiento, así como de dos elementos fundamentales, que constituyen la principal incertidumbre del mercado: la capacidad de la empresa para generar flujo de caja neto y la situación del fondo de maniobra, que presentaba un preocupante balance negativo de más de 44 millones de euros a cierre de 2023.
Pese a los avances de este miércoles, las acciones de Holaluz acumulan un retroceso superior al 53% desde que comenzó el año.
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