Guerra entra farmacias de la zona alta de Barcelona mientras el Servicio Catalán de Salud (CatSalut) investiga irregularidades en la prestación a residencias de mayores. Una de las alianzas de boticas que suministraba a geriátricos ha implosionado y ha terminado en los tribunales, un pulso que ha atrapado a Farmadosis, líder nacional en robots de suministro de medicamentos.
Lo han detallado fuentes del sector en el marco de los indicios de anomalías en el suministro de fármacos a los asilos de mayores en Cataluña, que avanzó este medio. En un hecho vinculado, una de las ententes que servía a geriátricos se ha roto. Y ha terminado en los tribunales.
Dos farmacias y el líder del sector
El pacto, firmado en torno al grupo Apotheka Grand, incluía al menos dos farmacias de la zona alta de Barcelona: una situada en la zona de Sarrià y otra en la Bonanova. Era una joint venture relevante porque suministraba medicación a diversas residencias de mayores, un lucrativo negocio en el que Mossos d'Esquadra sospecha que existen malas prácticas, como explicó Crónica Global.
En el caso de las dos oficinas de la Barcelona bien, éstas trabajaban con Farmadosis, el líder nacional de los sistemas de dosificación de medicamentos (SDM). Por motivos que se desconocen, han roto y han terminado enzarzados en los tribunales.
"Investigación de Salud"
Uno de los protagonistas, situado cerca del casco antiguo de Sarrià, admite que "no le gustó lo que vio", y que "jamás" volverá a vender a geriátricos. Asegura que se ha alejado de su exsocio, y que la cuestión ha terminado en los tribunales.
Asimismo, ha revelado que el CatSalut investiga las prácticas en el suministro de fármacos a asilos. Y que él recibió inspecciones cuando participaba en la alianza. "Ya no, solo quiero vivir tranquilo".
Preguntado por la cuestión, el Departamento de Salud no ha contestado.
"Está judicializado"
¿Qué dice su ya exsocio? En respuesta a Crónica Global, ha admitido que "su relación con su exsocio está sub iudice, y que por lo tanto no se pueden realizar valoraciones por cuanto se inmiscuirían en la labor de los tribunales de justicia".
Eso sí, ha aclarado que "mi empresa se dedica a la inversión en el sector farmacéutico y, como tal, ha adquirido robots de medicamentos de diferentes fabricantes". Cualquier otra consideración resulta "parcial e inveraz" filtrada "maliciosamente" por un competidor.
Farmadosis, salpicado
La tercera pata de la guerra es Farmadosis, el líder nacional en robots de medicamentos. La firma del empresario Asier Zubillaga ha admitido que ha salido de Apotheka Grand "por discrepancias con los otros socios respecto de aspectos organizativos, de gestión y comerciales de la sociedad".
"A día de hoy, ni Farmadosis, ni su administrador, don Asier Zubillaga Cerdán, mantienen cargos de gestión, ni participación accionarial en Apotheka Grand", reitera.
"Informaciones maliciosas"
En relación a la investigación del CatSalut citada por uno de los exparticipantes, a la compañía "ni le consta ni ha sido parte de la misma". Lo que es más, Farmadosis no ha detectado anomalía alguna con los sistemas SDM en la Comunidad Autónoma de Cataluña, ni tiene constancia de haber recibido algún requerimiento de la Administración".
Eso sí, sí tomará medidas contra "las empresas de la competencia están filtrando de forma maliciosa información de carácter no veraz respecto de su actividad y/o relaciones comerciales". Ha trazado un plan de acción judicial por posibles daños a su honor e incluso delitos.
Cataluña detectó un "cártel"
Sea cual fuere su opinión, el fin de la relación comercial en la zona alta de Barcelona y las pesquisas del CatSalut que uno de los exsocios sostiene y el otro niega, no son nuevas. Como explicó este medio, Salud ya detectó un cártel de proveedores de geriátricos en 2019. Y avisó de multas. El mercado cautivo se vehiculaba son SDM, como los que comercializa Farmadosis, entre otras muchas empresas.
Tenga relación o no, DomusVi, líder nacional en residencias, se alejó de la empresa mallorquina hace un tiempo.
Mossos se centra en L'Onada Serveis
Otro indicio de disfunciones en la relación farmacias-residencias la dieron los Mossos d'Esquadra hace unos meses, cuando irrumpieron en un asilo de Girona presuntamente vinculado a l'Onada Serveis, de Cinta Pascual, la presidenta de las patronales Acra -autonómica-- y CEAPs -nacional-.
La policía catalana buscaba pruebas de economías de escala ilegales con los fármacos, pues su distribución entre los mayores supone un gran coste para los operadores.
Y una responsabilidad: una juez imputó a la cúpula de un geriátrico por lesiones al haber suministrado preparados erróneos a un anciano en la residencia Les Masies de Mollet. El caso se sigue en el juzgado de Instrucción número 2 del municipio.