Ramon Cunillera ha aprovechado la presentación de un libro sobre gestión sanitaria en Barcelona para reivindicar su figura de directivo de la industria después de que ERC le apartara del Consorci Sanitari del Maresme (CSdM), grupo sanitario cabecera del Hospital de Mataró. El alto mando ha puesto en valor su figura tras ser apartado de un centro sanitario cargado de cuantiosa deuda y que, la mayor parte de su etapa, estuvo intervenido por el Govern.
Ha ocurrido en el Ateneu Barcelonès hoy, donde Cunillera ha copresentado el libro De vulnerables a poderosos, de Jordi Varela, exgerente de los hospitales de Sant Pau, Mar y Puigcerdà y profesor universitario del ramo. El acto, inocuo en otras circunstancias, ha servido para explicar el libro sobre los cambios demográficos y los llamados determinantes en salud, sí, pero también para rehabilitar la figura de Cunillera.
"Deberes" a los directivos
El alto cargo caído en desgracia en el sistema sanitario autonómico ha tratado de ayudar a poner "deberes" a los gestores sanitarios que sí están tomando posiciones de altura en la red.
Cunillera, hablando eso sí como presidente de la Sociedad Catalana de Gestión Sanitaria (SCGS), se ha referido a los retos de dar cobertura asistencial a los "8.000 millones de personas que vivimos en este planeta", cuando el "límite según los demógrafos se sitúa en los 11.000 millones". Y ello se deber hacer, ha recomendado el también expresidente de la patronal CHC, con un foco especial en "las personas vulnerables".
Cesado por ERC
El directivo fue destituido en marzo de 2023 por ERC tras una gestión controvertida al frente de Mataró. Había sido nombrado en 2015, cuando el hospital comarcal -referencia para 250.000 personas al norte de Barcelona- ya se trastabillaba por su delicada situación financiera.
La tenencia de Cunillera no sirvió para mejorar. El directivo fue nombrado en julio de 2015, y en noviembre, unos meses después, el Govern suspendió la autonomía de gestión del centro. Lo mantuvo intervenido hasta 2022: siete años. En el ínterin, la empresa entró en causa de disolución: presentaba un fondo de maniobra negativo, algo a lo que el máximo cargo quitaba importancia.
Nueva intervención
Pero es que en su nuevo desempeño como gerente de la Corporación Sanitaria del Maresme y la Selva (CSMS), cabecera de los hospitales de Calella y Blanes, tampoco ha tenido suerte. El grupo sanitario también está intervenido por el Servicio Catalán de Salud (CatSalut). Solo tiene autonomía de gestión parcial. De nuevo, Cunillera gobierna un consorcio tutelado por el CatSalut.
Es así por su delicada situación de tesorería, pero también tras unos resultados asistenciales que arrojan claroscuros.
Derivaciones
Según fuentes del comité de empresa del centro consultadas por este medio, la gestión de la gerencia durante los años de Cunillera tuvo consecuencias. Como detalló este medio, el Hospital de Mataró tuvo que derivar ingentes cantidades de intervenciones quirúrgicas a otros centros sanitarios al no poder permitirse acometerlas. Uno de los capítulos más sangrantes fueron las operaciones de cataratas, que derivaron en pugna política en diversos momentos.
Recientemente, el CatSalut ha propuesto cambiar la facturación de esta intervención quirúrgica, no sin polémica. Se debatirá tras las próximas elecciones.
Varela: "Participación del paciente"
Por su parte, Jordi Varela, ex alto cargo de tres centros sanitarios y profesor de Esade, ha desgranado su visión de la gestión sanitaria del futuro. Entre otras claves, propone más participación del paciente, venciendo "las resistencias de los médicos y del sistema asegurador". La clave, ha dicho es un "cambio de actitudes".
Asimismo, el directivo ha propuesto medir el "valor" que crean los hospitales, esto es, examinar la mejora exacta que causan los hospitales en la calidad de vida del paciente. "No puede ser que los jefes clínicos tengan mentalidad de fábrica o de CEO. ¿Estamos aportando valor a alguien que ha pasado por una unidad de Traumatología? Solo hemos implementado el método lean y no vigilamos si vendemos?", se ha preguntado.
Estas cuestiones las han verbalizado los presentes ante cargos relevantes de la sanidad catalana, como la ya exgerente del Hospital del Mar, Olga Pané, e Ignasi Riera, gerente del Consorci Sanitari de l'Anoia (CSA), entre otros.