Jaume Padrós, presidente del Colegio de Médicos de Barcelona, en un acto colegial
La patronal catalana de médicos privados provoca un incendio en el sector
- Malestar entre los facultativos porque Cataluña "se ha escindido" de la organización nacional
- La asociación Unipromel ha asumido hasta la fecha el trabajo de luchar por mejoras laborales de los sanitarios autónomos
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El nuevo embrión de patronal catalana de médicos de la sanidad privada ha caído de forma gélida en el sector asistencial. La futura organización de facultativos autónomos ha levantado polvareda antes incluso de presentarse en sociedad -lo hará el próximo 22 de febrero- porque es poco más que una escisión de la asociación nacional, y porque hereda, cuando no se aprovecha, del trabajo de ésta.
Alertan de ello fuentes del sector sanitario, que lamentan que la Asociación de Médicos de la Atención Sanitaria Privada (Amapri), que nacerá en unos días en Barcelona, es "poco más que una escisión" de Unipromel, la asociación nacional, que lleva años trabajando para mejorar la "calidad asistencial" en el acto médico asegurado.
"Maniobra de Barcelona"
Las mismas fuentes alertan de que la neonata organización, vinculada a la patronal de pymes catalana Pimec, "se aprovechará del trabajo desempeñado hasta ahora por Unipromel", y que ha conseguido llegar hasta la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que se ha pronunciado a favor de los galenos.
Sede del Colegio de Médicos de Barcelona en el Paseo de La Bonanova
De hecho, estos médicos críticos sostienen que el surgimiento de Amapri "es una maniobra del Colegio de Barcelona que no pedían el resto de entes colegiales catalanes". Lo atribuyen, pues, a la institución que preside Jaume Padrós. El objetivo del mismo, según los críticos, sería que este organismo profesional se garantizase el control de la patronal.
Unipromel: "Trabajemos juntos"
Este descontento, que han expresado diversos colegiados de base a este medio, prefiere no recogerlo Unipromel. La asociación nacional de médicos privados, asociada a Conpymes (organización hermana de Pimec), prefiere tender la mano a la nueva rival catalana y "aunar fuerzas y trabajar juntos" para defender a la profesión ante los foros que sean necesarios.
El doctor Ignacio Guerrero, presidente de la entidad unitaria, llama a "que se respete el dictamen de la CNMC" y se entablen negociaciones colectivas para "sostener las condiciones laborales de los médicos de la privada, a los que empujan a trabajar por volumen". Ello, asegura el doctor, debe hacerse respetando las sensibilidades y trabajando a la par.
Un precedente: Metges de Catalunya
De hecho, la disgregación autonómica de médicos en el territorio tiene un precedente sindical: cuando Metges de Catalunya abandonó la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) tras la intervención policial durante el referéndum ilegal de independencia del 1 de octubre de 2017.
Ese cisma fue solo temporal y es cosa del pasado. Metges y la CESM han reconstruido puentes y relaciones, y ayer mismo se manifestaban conjuntamente para pedir una categoría laboral para los médicos en el Estatuto Básico del Empleado Público (EBEP). El vínculo, pues, vuelve a ser estrecho tras la zozobra del procés.
Condiciones: "50 pacientes al día"
Ahora, sobre la mesa figura la dignificación de los médicos que trabajan en el mercado libre y el aseguramiento privado. Dicen que con el boom de las pólizas de salud a bajo coste se les fuerza a trabajar a volumen, con "hasta 50 pacientes al día", como explicó este medio. En esta clave trabajan tanto Unipromel como la recién surgida Amapri: quieren mejorar las condiciones de los sanitarios autónomos por medio de la negociación colectiva.
Médicos practican una cirugía en una imagen de archivo
Es este nivel se lee la alianza del Colegio de Médicos de Barcelona con Pimec, que es una patronal con la representatividad en Cataluña necesaria para negociar convenios. Se entiende que la todopoderosa institución colegial busca sumarse a un diálogo social que en la Conpymes nacional no tendría, al carecer este ente de la dicho poder patronal.
Eso sí, desde el sector médico se alerta del "peligro" de que una Amapri esté presidida por un médico de una vocalía del Colegio. Se teme que le reste operatividad y contundencia pues, no en vano, los facultativos de otras regiones han protagonizado paros contra las aseguradoras. Ocurrió, por ejemplo, en Andalucía en noviembre del año pasado.
