Grífols rompe con el ejecutivo que acusó de “genéticamente débiles” a sus trabajadores

Lo han explicado fuentes del sector. Alertan de que en el laboratorio español con oficinas centrales en Sant Cugat del Vallès (Barcelona) ha tenido que lidiar con el malestar que generó entre los trabajadores del grupo y que trascendió por las declaraciones del que entonces era su vicepresidente de Producción de Instituto Grífols, Daniel Laborda. 

Fichado por una 'farma' animal

Este ejecutivo ya no está en Grífols. Las fuentes consultadas explican que "entre el crescendo de las medidas de ajuste que ha ido aplicando la empresa en los últimos años, la salida del directivo ha pasado desapercibida". 

LETI pharma, la nueva firma de Daniel Labora, ex VP de Manufacturing de Grífols Cedida

Laborda se desvinculó del conglomerado catalán a mediados de 2023 y recaló el LETI Pharma, una farmacéutica especializada en sanidad animal e inmunización veterinaria con sede en la Gran Vía de Barcelona.  

"Se vistió de mutuo acuerdo"

Como pasó con la salida del exconsejero delegado, Stephan F. Mayer, que alegó motivos de salud para desvincularse del grupo, la marcha de Daniel Laborda se presentó como pactada ante el personal. "Uno ya no sabe qué creer, porque jamás explican si se ha invitado a alguien a salir, sino que los cambios se explican siempre como pactados", explica una fuente conocedora. 

Laborda ha imprimido un giro a su carrera. Ha pasado por tres multinacionales -Sandoz, Novartis y Grífols- y ha decidido apostar ahora por una firma menor del sector con una presencia destacada en el veterinario. Los mismos interlocutores destacan las diferencias de retribuciones que existen entre las altas direcciones de empresas de este perfil respecto a los grupos internacionales. 

2022: "Algunos son genéticamente débiles"

Antes, el directivo protagonizó un bronco lance al asegurar durante una conferencia ante 1.000 trabajadores -algunos conectados en línea desde otros países- que algunos de ellos eran "genéticamente débiles" por el elevado número de absentismo que soportaba el grupo. 

Planta de Grífols en Parets del Vallès (Barcelona) Cedida

La expresión provocó una queja formal que se encauzó con un procedimiento abierto por presunto quebranto del código de conducta de Grífols, que se aprobó en 2014 bajo la tutela de Víctor Grífols Roura. Antes de que se fallara, Laborda se desvinculó del conglomerado. 

Colofón a un conflicto interno

Ese incidente fue el inquietante colofón a un conflicto interno que estalló en 2022, como avanzó Crónica Global. La parte empresarial exigía incrementar la producción y recortar el absentismo, mientras que la parte social reclamaba menos dureza con, por ejemplo, los permisos. 

Ese pulso también se tradujo en los despidos disciplinarios de varios empleados, incluidos dos dirigentes de USO, el sindicato más combativo de la empresa de hemoderivados. 

2024: crecimiento de producción

Las fuentes consultadas alertan de que Grífols maneja plannings de aumento de producción de cara a 2024. "Se ultima un incremento de entre el 20% y el 30%", precisa una voz cercana a los órganos internos. 

Una línea de trabajo de Grífols en sus plantas de la provincia de Barcelona Cedida

Los activará pese a la crisis provocada por el dictamen de Gotham City Research -que la cotizada rechaza de plano y desmiente-, y también con "menos personal y carga de trabajo", alertan las fuentes. Por lo que esperan nuevas salidas incentivadas en el corto plazo.