Los Grífols suman un tercer consejero ejecutivo en el gigante de hemoderivados del que han perdido el control
- La jubilación del histórico Víctor Grífols Roura y su relevo por Albert Grífols Coma-Cros, miembro de la tercera generación, deja una peculiar composición en el consejo
- El 40% de miembros del órgano directivo son ejecutivos y no hay ningún dominical
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La próxima reunión del consejo de administración de Grifols no contará con la presencia del actual presidente de honor, Víctor Grífols Roura, por vez primera en casi cuatro décadas. Una situación anómala que, además, deja un escenario un tanto peculiar en el órgano de gobierno de la farmacéutica, dado que los miembros de la familia que le da nombre sumarán un tercer consejero ejecutivo pese a que todas las decisiones estratégicas están en manos del presidente y consejero delegado, Thomas Glanzmann.
Además, la composición del consejo de Grifols tras la salida del histórico dirigente tampoco será convencional, dado que el 40% de los puestos tienen la condición de ejecutivo y, por el contrario, no habrá vocales dominicales, pese a que la familia fundadora mantiene su papel de primer accionista, con una participación en torno al 20%.
Reemplazo
Esta situación se debe a que, tras su decisión de dejar el cargo de primer ejecutivo, en la primavera de 2022, Víctor Grífols Roura permaneció en el consejo con la categoría de consejero dominical, en representación de una de las sociedades a través de las que la familia aglutina su participación.
Sin embargo, el encargado de ocupar su puesto en el consejo, su sobrino y director del área de laboratorios, Albert Grífols Coma-Cros, tendrá la categoría de ejecutivo, y no de dominical, "de conformidad con la normativa de aplicación", según reza el comunicado de información relevante remitido por la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Todo el poder para el presidente
De esta forma, Grífols Coma-Cros se convierte en el cuarto miembro del consejo con categoría de ejecutivo. Con anterioridad ya lo eran, además de Glanzmann, los dos anteriores consejeros delegados mancomunados, esto es, Raimon Grífols Roura y Víctor Grífols Deu.
Tras la última reestructuración de la gobernanza de la farmacéutica, todo el poder ejecutivo quedó en manos del actual presidente. Por su parte, Raimon Grífols pasó a ser el director general corporativo, encargado del desarrollo de las filiales y de las iniciativas corporativas.
Grífols Deu asumió la labor de director de operaciones, con el cometido principal de gestionar el día a día de la empresa y responsabilizarse de su operativa.
De esta forma, los tres miembros de la familia fundadora tendrán la condición de ejecutivos en el consejo, aunque de Glanzmann dependen todas las decisiones empresariales de Grifols, así como el diseño y aplicación de las estrategias a corto y largo plazo con los diferentes equipos directivos.
Un 40% de ejecutivos
Además, el consejo de administración ha quedado reducido a diez miembros, dado que junto a Víctor Grífols Roura también ha presentado su renuncia Tomás Dagá, hasta ahora vicesecretario del órgano de gobierno y que tenía la condición de consejero.
De esta forma, de los diez miembros del organismo, cuatro actuarán bajo la categoría de ejecutivos. Un porcentaje de por sí elevado en una empresa cotizada y más en una donde uno de los consejeros cuenta con plenos poderes.
A la espera de la junta
No obstante, Grifols también advierte en su comunicación al supervisor que la composición del consejo aún se encuentra pendiente de cubrir la vacante dejada en su día por el anterior presidente, Steven F. Mayer, que tuvo que renunciar por motivos de salud.
En su día, la junta de accionistas de la empresa aprobó dejar el asiento sin cubrir; en la actualidad, se encuentra en el proceso de evaluación de un candidato adecuado para ocuparlo. Todo apunta a que en la próxima junta la situación del consejo se adecuará más a la actual realidad de la gobernanza de la compañía.