La causa judicial contra Alma Hotels frustra la venta de su activo más preciado
La cadena de la familia Ausejo ha volatilizado el 96% de su valor en los últimos años por la mala marcha del grupo
13 diciembre, 2023 00:00Noticias relacionadas
La investigación judicial contra Alma Hotels ya tiene consecuencias. La causa penal por presunto fraude procesal a la cadena hotelera de la familia Ausejo, que avanzó Crónica Global, ha frustrado la venta de su activo estrella en propiedad: el hotel Alma Pamplona, uno de los mejores de España.
Lo explican fuentes judiciales conocedoras del procedimiento que se sigue en el juzgado de Instrucción número 2 de Pamplona, que detallan que una de las primeras secuelas del caso es que el alojamiento gastronómico Alma Muga de Beloso, de cinco estrellas y 58 lujosas habitaciones, "no se venderá a corto plazo". Es lo que pretendía la familia.
El tercer revés tras Berlín y Sevilla
Ello tiene una derivada clara: se trata del tercer revés que sufre la saga de hoteleros. El primero fue el cierre del hotel Alma Berlín, el establecimiento del que surgió el grupo, y que la estirpe vendió en 2014.
Con ello, los Ausejo quedaron con tres hoteles, todos ellos en España: Barcelona, Sevilla y Pamplona, pero también acabó cediendo el de la capital hispalense. El negocio fue impulsado por Millenium Hotels Real Estate, y esta socimi optó finalmente por CoolRooms, que pilota Miguel Ardid
Deterioro del 96%
Hay más. Según las cuentas de las sociedades depositadas en el Registro Mercantil, los dos activos que quedan en la cartera de Alma han perdido el 96% de su valor en los últimos años, por la mala marcha del conglomerado.
Los balances consignan un deterioro de 57,2 millones a 55,3 millones. La mayor parte de la tasación se ha volatilizado por, entre otras razones, la abultada deuda que arrastran los dos hoteles, que totaliza 52 millones. En estos momentos, los fondos propios de las firmas hoteleras son negativos.
Entrada de un 'family office' andorrano
La matriz propietaria de la enseña es Espais Catalunya Mediterráneo, la empresa denunciada en Pamplona. En esta firma, Joaquín Ausejo posee el 56,36% del accionariado. El resto está en manos de Mosama Hotels, que impulsaron representantes de un family office andorrano.
Alma pretendía impulsar su crecimiento en Madrid, Lisboa, Sevilla y París, pero no ha sido así. De momento, su portafolio se ha contraído de forma drástica. Y además, con un concurso de acreedores tenso que ha derivado en una causa judicial.
Impacto
El tropiezo ha generado un pequeño seísmo en el empresariado barcelonés. Y es que Alma Hotels y Ausejo son dos pilares de la sociedad económica catalana. El activo de Barcelona ocupa el antiguo edificio corporativo de Solvay, en la calle Mallorca junto a Paseo de Gracia. Lo adquirió en 2005 y reabrió como hotel en 2011.
En aquel momento fue de la mano de CatalunyaCaixa, la inmobiliaria Espais -de Lluís Casamitjana- y la familia Ausejo. Ésta retiene la gestión por medio de un contrato de explotación, aunque el edificio no es de su propiedad. El de Pamplona sí, pero estaba listo para ser vendido. Hasta ahora.