Baqueira Beret retrasa a 2024 la construcción del telesilla que reclamó ante el Supremo
La estación de esquí, que prevé cerrar el año con cerca de un millón de visitantes, estrena este fin de semana una temporada cargada de novedades
25 noviembre, 2023 00:00Noticias relacionadas
Baqueira Beret retrasa hasta 2024 la construcción del telesilla de Peülla, que fue avalada por el Tribunal Supremo hace dos años. La estación de esquí del Pirineo catalán, que estrena este fin de semana una temporada cargada de novedades tras haber invertido casi 13 millones de euros en la mejora de las instalaciones, se centrará a partir de ahora en su esperado crecimiento hacia el Pallars.
Uno de los principales proyectos es el futuro telesilla entre Peülla y Bonaigua, que será una de las inversiones prioritarias de 2024, según detallan fuentes de la compañía. Para poder ejecutar finalmente la ampliación, la dirección buscará la aprobación de la iniciativa en el consejo de administración. Si sus miembros dan luz verde y se cierra una buena temporada de invierno, la expansión arrancará en los próximos meses.
Dos nuevos telesillas
Durante los dos últimos años, la estación de esquí de la Val d'Aran, que prevé cerrar 2023 con cerca de un millón de visitantes, se ha centrado en finalizar los dos nuevos telesillas de Clòt der Os y el de Dossau, más moderno que el anterior (de 1985) y con más capacidad (seis plazas), ya que el número de usuarios en esta pista ha aumentado.
Más allá del despliegue de los nuevos telesillas, la empresa prevé la instalación de más innivadores. La estación ya cuenta con 770 cañones de nieve en 61 kilómetros de pistas sobre un total de 100 kilómetros de pistas de fondo. Las máquinas antiguas consumían mucha electricidad y agua, por lo que desde hace cinco años se están sustituyendo por nuevos equipos para recortar gastos y reducir la huella medioambiental.
Batalla judicial
El proyecto para instalar un segundo telesilla en el sector de Peülla se remonta a 2017, cuando se planificó, pero encalló en 2020 al ser anulado por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC). Dos años más tarde, el Tribunal Supremo dio luz verde a los gestores del complejo para crecer hacia la comarca del Pallars Sobirà.
Inicialmente, los magistrados catalanes consideraron que parte de la infraestructura estaba en una zona periférica del Parque Nacional de Aigüestortes y que chocaba con la protección que ello requería. Indicaron que no se podía edificar porque no formaba parte de las “actividades tradicionales” autorizadas en el área, una decisión que no permitía facilitar el acceso a las pistas desde los municipios de Àneu.
Resistencia ecologista
Por otro lado, el TSJC rechazó el uso del río Bonaigua como zona de "vertidos de aguas residuales", dando la razón a las entidades ecologistas que recurrieron a los tribunales, entre ellas la Institució Ponent per a la Conservació i l’Estudi de l’Entorn Natural (Ipcena). La decisión judicial fue enmendada por el Supremo.
El Alto Tribunal dio la razón a los responsables del parque, que durante la tramitación del plan especial urbanístico, en 2017, consideraron que el telesilla sí cumplía con la legislación vigente. La estación presentó el recurso de casación junto al Ayuntamiento de Alt Àneu (en el Pallars) y argumentó que la normativa no delimitaba los usos "tradicionales" de la periferia del parque natural. Advirtió que el TSJC asimilaba la zona central con los bordes y que imponía las mismas exigencias de protección de espacio, unos argumentos que fueron aceptados en la sentencia firme del Supremo que abrió la puerta al proyecto de telesilla previsto para el año próximo.