Rioja se conjura para superar el millón de enoturistas
- Las bodegas de la denominación de origen prevén captar 1,2 millones de visitantes, un hito clave para impulsar las exportaciones
- Ya son 750.000 los viajeros que reciben los viñedos de la región, que acapara el 40% de las botellas españolas vendidas en el extranjero
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Rioja se vuelca en impulsar el enoturismo, que además de una moda, es una oportunidad para las bodegas a la hora de exportar y fidelizar. La Denominación de Origen Calificada se ha fijado como objetivo recibir 1,2 millones de turistas en sus bodegas y viñedos, un hito que espera conseguir en 2025.
Actualmente, la región vitícola recibe unos 750.000 visitantes de esta índole, aunque llegó a superar los 800.000 antes de la pandemia. Teniendo en cuenta el ritmo de crecimiento de este tipo de viajes, que ya dejan un impacto económico anual de 155,5 millones de euros, el consejo regulador ve asumible cumplir el objetivo en este plazo de menos de dos años.
Impulso en el extranjero
Cada vez más bodegas riojanas impulsan actividades relacionadas con la gastronomía, la astronomía y, en definitiva, el turismo de experiencias. Una creciente oferta que, más allá de la facturación que genera la actividad económica en sí misma, ayuda a los productores y comercializadores a fidelizar clientes y a vender en el extranjero -algunas bodegas exportan a 80 países-.
De hecho, el 29% de los visitantes que recibe la denominación Rioja son extranjeros. Un factor que puede impulsar todavía más el potencial exportador de esta región, que ya copa más del 40% de las ventas fuera de España. En los próximos años, el consejo cree que el 59% de la facturación la generarán las botellas y el 41%, las visitas y experiencias.
El reto de las exportaciones
Desde el consejo señalan que en los últimos años, se han llevado a cabo acciones para promocionar la denominación en países europeos como Alemania o Reino Unido. También en Rusia, un mercado que llegó a pesar un 4% en el total de exportaciones y que no será fácil de sustituir, ya que en el resto de países o no se bebe vino o el mercado ya es maduro, es decir, existe mucha competición.
La principal es la de los productos franceses e italianos, todavía mejor valorados y más caros que los españoles. Para contrarrestar este efecto y dar a conocer la calidad del vino producido en España, Rioja, que ha liderado tradicionalmente las campañas en el extranjero, reclama más colaboración con otras denominaciones para promocionar el vino tanto en España como fuera.
La cosecha, mejor que en Cataluña
El vino se ha convertido en un pilar fundamental de la vida en la región y se estima que sustenta el 20% de su economía rural. En 2022, se vendieron un total de 343 millones de botellas de la denominación, un tercio de ellas en el extranjero, donde el precio medio es significativamente mayor.
Este año, la cosecha se ha quedado lejos de las vendimias históricas en la denominación, aunque ha sido un ejercicio positivo y mucho mejor que en zonas catalanas más afectadas por la sequía como el Penedès.