La 'guerra del frankfurt' en Cataluña: Schara, líder del mercado, recupera su músculo

Revolcón en la guerra del frankfurt. El mayor productor de los mejores frankfurts de España, Schara-La Charcutería Alemana, recupera su músculo. Ha vuelto a los súpers externalizando la producción a una tercera empresa mientras reconstruye su fábrica quemada en mayo en la Zona Franca de Barcelona. Ha confirmado que la elevará en el mismo sitio tan rápido como pueda, aliviando a los 80 trabajadores que están en ERTE desde el incendio. 

Lo han explicado fuentes del sector, que han precisado que el grupo cárnico "ya vuelve a estar presente en la gran distribución, incluyendo a Bonpreu, que era su principal cliente". La firma lo ha conseguido externalizando la producción a una tercera empresa de forma temporal. 

Reconstruirá en la Zona Franca

La principal novedad, no obstante, es que Schara, creada por el empresario alemán Michael Schara en Barcelona en 1955, ha confirmado que volverá a reconstruir su sede, fábrica y nave situada en Mercabarna en la Zona Franca, algo que no estaba garantizado. 

El incendio en la fábrica Schara de la Zona Franca en mayo Cedida

El nodo de producción cárnica se quemó en un incendio fortuito el 15 de mayo de este año. Desde entonces, el grupo vació el mercado, envió a 80 trabajadores al ERTE y estudiaba opciones para regresar. Ya la tiene: reconstruirá en el mismo lugar, confirmó en una reunión privada hace apenas dos días. 

Bonpreu recupera a su proveedor

La vuelta de Schara tiene una consecuencia directa en la guerra del frankfurt en Cataluña: Bonpreu recupera a su proveedor. El grupo de supermercados de los hermanos Font se quedó sin socio cuando la nave de La Alemana ardió en la Zona Franca en mayo.

Ante ello, el conglomerado con sede en Les Masies de Voltregà (Barcelona) peinó el mercado a toda prisa, pues vende salchichas premium y no se podía permitir la pérdida de calidad -y reputación para su cliente nacionalista- comprando a las grandes cárnicas nacionales. 

Peligra Jordi Farré

Bonpreu halló a un nuevo partner en Lasús Marçà, cárnica que domina el empresario y excandidato a presidir el FC Barcelona Jordi Farré, quien la había comprado en marzo de este año con ayuda del Instituto Catalán de Finanzas (ICF), y firmó con la cadena de supermercados cuando ésta se quedó sin proveedor al arder Schara por completo. 

Imagen de un supermercado Bonpreu en Cassà de la Selva Cedida

En este contexto, el regreso de Schara al mercado es mala noticia para el también exproductor de cine porno, que ha tenido que ampliar turnos para servir a Bonpreu. 

El empresario se anticipa y abre en Vic

Pero en esta auténtica batalla por el frankfurt de calidad en Cataluña, Farré ha tomado medidas. Por primera vez en la historia, Lasús Marçà ha comenzado a abrir locales de restauración propios. El primero se acaba de inaugurar en Vic (Barcelona) con la marca Max Zander, la estrella de Lasús. 

Es un golpe de efecto. Porque Jordi Farré desafía a un tercer actor: Casa Vallès, la cadena vallesana de restauración propietaria del icónico Frankfurt Pedralbes de Barcelona, se quedó compuesta y sin proveedor cuando Farré se marchó con Bonpreu. Vallès juró venganza contra él por dejarles colgados -tuvieron que cerrar su local insignia por falta de materia prima-, pero se han encontrado con que su enemigo se ha adelantado y ha comenzado a competir contra ellos en la restauración. Es la guerra total. 

El andorrano en la 'guerra del frankfurt'

El tablero de la guerra de la salchicha, pues, vuelve a mostrar al menos tres grandes productores de hot dogs de calidad. Son Schara, que vuelve al mercado de la mano de un oscuro consultor andorrano; Lasús Marçà y Leo Boeck, situada también en Montcada y que, de hecho, es un spin off de Casa Vallès tras una disputa familiar. 

El nuevo bar de Jordi Farré en Vic, con la marca Max Zander (Lasús Marçà) Cedida

En este escenario, se impone la pregunta de si hay suficiente demanda de carne de calidad para los tres en Cataluña. Y, sobre todo, si el nuevo campo de batalla de esta contienda, los restaurantes, será tan bronco como la liza en la producción.