El Pirineo, la región catalana más beneficiada por la remontada turística
Los viajeros se han refugiado del calor en los hoteles y casas rurales del norte de Lleida, mientras que los destinos costeros han vivido un buen verano, pero no de récord
16 septiembre, 2023 23:30Noticias relacionadas
El turismo catalán llega al final de un verano histórico en facturación, con precios más altos que nunca --también los costes se han elevado-- y cifras de visitantes muy en la línea con las del récord de 2019. De hecho, según los datos del INE, la llegada de viajeros se sitúa ligeramente por encima de los niveles de antes de la pandemia, aunque la recuperación ha sido desigual según las zonas.
En Barcelona, los hoteleros registran buenos datos de ocupación, aunque sensiblemente por debajo de los de 2019, algo que se compensa con la contundente subida de las tarifas. En el litoral tampoco se han batido los récords anteriores al Covid, tal y como se esperaba tras una primavera extraordinaria para el turismo.
Decepción en la costa
En algunas zonas de la Costa Brava sí se respira satisfacción por un verano que ha llenado las calas, los restaurantes y los alojamientos de muchas localidades. Sin embargo, en el motor turístico del litoral gerundense, Lloret de Mar, ocurre todo lo contrario: los empresarios del sector hablan de volúmenes de actividad significativamente inferiores a los vividos en 2019.
¿Dónde, entonces, se ha notado este ligero incremento en el número de personas que visitan Cataluña? Entre las zonas más beneficiadas están los destinos rurales de Lleida, especialmente en los pueblos del Pirineo, ya que las altas temperaturas han empujado a muchos a viajar a ubicaciones menos calurosas.
Satisfacción en la montaña
"La temporada de verano ha sido muy buena, ha mejorado con respecto a 2022, que fue un año extraordinario, de récord", señala Juan Antonio Serrano, vicepresidente del Patronato de Turismo de Lleida. "Los hoteleros y las casas rurales están satisfechos", indica.
En los hoteles y casas rurales de la provincia, se ha registrado de media una ocupación del 65% en julio y --a la espera de los datos oficiales-- superior al 80% en agosto. La llegada de turistas se ha notado más en los Pirineos que en la Plana de Lleida, y más en los establecimientos hoteleros y rurales que en los cámpings.
Precios más altos
En cuanto a la facturación, será un año para recordar para el sector. "Los precios han subido, aunque no en la proporción de las ciudades, que tienen más turistas extranjeros", precisa Serrano.
"El visitante nacional hace las reservas a última hora y cuesta más subir las tarifas, y en el turismo rural las empresas suelen ser más pequeñas", añade. En cualquier caso, y más allá de que en algunas regiones catalanas se haya batido el récord de turistas y en otras no, el representante del patronato valora la remontada del sector y considera que "mantener las cifras de 2019 es una buena referencia".