El empresariado de Barcelona intenta convencer al Alinghi para atar la Copa América a la ciudad
Operación privada y política para persuadir a Ernesto Bertarelli para que repita en la Ciudad Condal en 2028; el 'challenger' presenta este miércoles el equipo a puerta cerrada y lo hará en público el 21 de septiembre
12 septiembre, 2023 20:09Movimientos en el empresariado de Barcelona para retener la Copa América de vela si gana el Alinghi, el aspirante o challenger suizo. La escuadra del empresario helvético Ernesto Bertarelli presenta este miércoles su candidatura a ganar la carrera de regatas con un movimiento de fondo: quieren convencerle de que, si se alza con el triunfo en 2024, repita en la Ciudad Condal en 2028.
Lo explican fuentes cercanas a la organización del macroevento, que detallan que "se ha invitado al Alinghi a comprometerse con Barcelona si gana el próximo verano". El intento de convencer al equipo de la Sociedad Náutica de Ginebra sigue a las intenciones del Emirates Team New Zealand, defensor del título, de quedarse en la capital catalana si vence en 12 meses.
"Quieren que repita"
Los interlocutores consultados desgranan la racionalidad de pedirle a los de Bertarelli que designen de nuevo a Barcelona como ciudad-sede de la Auld Mug en 2028. "Uno, el motivo más obvio, Suiza no tiene mar. Necesitan una ciudad portuaria. Dos, Bertarelli -expropietario de la farma Serolo, que vendió a Merck en 2016- se siente cada vez más cómodo en España. Y tres, el Alinghi fue el primer defensor del título que apostó por Valencia en 2007".
De hecho, el presidente del sindicato suizo, el hombre más rico del país, lamentó que España "hubiera perdido la Copa junto a Suiza" cuando BMW-Oracle -patrocinadores del Golden Gate Yacht Club- ganó en 2010 y se la llevó a Estados Unidos.
"Agotamiento" del Emirates
Hay otra arista. Fuentes cercanas a la organización deslizan con la máxima discreción que la nueva apuesta del empresariado local por el Alinghi se debe a que se detectan síntomas de "agotamiento" de la apuesta del Emirates por Barcelona. "La ciudad ganó la regata por una carambola -además de por el esfuerzo de los patronos de la ciudad por vía del lobi Barcelona Global-, y cierta frescura inicial se ha perdido por algunos retos políticos y de coordinación", señalan.
Se da por sentado que la Ciudad Condal "volverá a tener muchos rivales" en 2028, por lo que abrir opciones se antoja "inteligente".
Puesta de largo al equipo
Esa doble apuesta del empresariado se palpará en la presentación privada del equipo este miércoles, y en la jornada de puertas abiertas de la base del Alinghi el próximo 21 de septiembre. La escuadra se acuartela en la parcela donde se alzaba el antiguo Cinesa Maremágnum. Pero, sobre todo, la sensación de qué equipo de la Copa América está cómodo en España tras la fuga del macroevento en 2010 se dejará notar en la regata preliminar de Vilanova i la Geltrú (Barcelona).
La prueba amistosa, que arrancará el jueves, es un test que pondrá a prueba la capacidad de coordinación entre los organizadores del trofeo -el Emirates- y las ocho instituciones y administraciones, y la fluidez del trabajo entre éstas. Algo que no siempre se ha dado, al menos en el campo de la seguridad, donde ha habido tensiones entre Mossos d'Esquadra y Guardia Civil.
Rapapolvo ante el Rey
De hecho, si algo no funciona de la Copa América catalana de 2024, se notará enseguida. Baste recordar que el propio Ernesto Bertarelli leyó la cartilla a los políticos en 2007 por el retraso de unas obras en el Puerto de Valencia antes de la primera Copa América en la Ciudad del Turia. La bronca de Bertarelli, buen amigo del Rey emérito, fue durante un encuentro presidido por Juan Carlos I al que asistieron el entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el presidente del Consell, Francisco Camps, y la que era alcaldesa de Valencia, Rita Barberà, entre otros.
En aquel encuentro, el entonces titular de los derechos de la Copa calificó de "deficiente" su relación con el consorcio público que le daba apoyo.
Impacto económico
Sea como fuere, el intento de seducir al Alinghi esconde una de las peleas secundarias en la carrera por hacerse con la también conocida como Copa de las Cien Guineas: qué ciudad-sede la acoge. Ello va aparejado al impacto económico de la prueba, que en Barcelona alcanzará los 1.200 millones de euros, según un estudio acuñado por investigadores de la Universidad Pompeu Fabra (UPF).
En el caso de la capital catalana, la liza ya ha estrenado la primera infraestructura recuperada que la ciudad podrá aprovechar tras la competición: el antiguo Imax Port Vell, que llevaba nueve años cerrado y que ha reabierto como America's Cup Experience, un centro de interpretación.