Aramark perderá cerca de medio millón de euros al año tras quedarse en el limbo mientras el FC Barcelona juega en el Estadio Olímpico de Montjuïc, no regresa al Camp Nou y renueva el contrato de restauración. El hasta ahora encargado de la comida del estadio azulgrana "está fuera" de este servicio desde mayo, aunque ha decidido mantener a su personal dentro del grupo y diluirlo para posicionarse mejor de cara al futuro gran acuerdo de cátering que licitará el club cuando regrese a su coliseo en la temporada 2026-27.
Lo explican fuentes sindicales de la multinacional estadounidense. Detallan que Aramark, hasta ahora adjudicataria de la restauración en el estadio del Barça, "ha decidido quedarse al personal que trabajaba en el Camp Nou" pese a las obras de remodelación integral del estadio y pese a que la nueva licitación del contrato de restauración no está en el calendario, por ahora. Esta opción le ocasionará un gasto de cerca de medio millón anual o, lo que es lo mismo, tener que hacer frente a un dispendio "importante" hasta que la institución regrese al Camp Nou y licite el nuevo contrato de kioskos.
"Es una estrategia: quieren quedarse"
Desde la parte social recuerdan que Aramark empleaba a "cerca de veinte personas" para nutrir la restauración del Camp Nou. A ellos se le suma el personal fijo discontinuos que se incorporaban los días de partido.
Pero el contrato entre el Barça y la firma venció en mayo y las obras del estadio empezaron en junio. "No hay lugar a un nuevo acuerdo hasta que el equipo regrese de Montjuïc. Aún así, Aramark quiere tener el gesto de mantener a sus trabajadores. O ha calculado que las extinciones de contrato le cuestan más que diluir a estos empleados dentro del grupo y pagar los salarios de forma temporal. Hablamos de asalariados con décadas de antigüedad cuyos finiquitos costarían, de forma global, más", señalan los mismos interlocutores.
No habrá canon extra por partido
Eso sí, si la firma con sede en Filadelfia (Estados Unidos) gasta en el Camp Nou, ahorrará algo en Montjuïc. Aramark también es casualmente la empresa de restauración del Estadio Olímpico Lluís Companys, pues ganó el contrato con Barcelona de Serveis Municipals (B:SM) --el conglomerado de empresas municipales-- en 2019.
Como avanzó este medio, el Barça pretendía que la explotadora le pagara un canon por partido durante los meses que juega en la montaña olímpica. Entendía que su negocio crecerá. La multinacional se negó y alegó que ya paga un fee a B:SM y, según parece, ha prevalecido este criterio.
El nuevo concurso: cuesta arriba por la mala gestión
El grupo de restauración cotizado no está bien posicionado para revalidar el contrato con el club azulgrana cuando el balón vuelva a rodar en el Camp Nou tras las obras. La junta ya se quería desprender de Aramark por su más que mejorable servicio, explicó Crónica Global.
Así, la futura licitación de restauración --en la que la firma quiere estar, como demuestra el hecho de que haya evitado despidos en el Camp Nou-- se ha puesto cuesta arriba para la empresa. El procedimiento de adjudicación llamará a las grandes del sector, y Aramark se jugará el tipo, pues la presencia o no en el Barça sustenta en parte su línea de negocio en los estadios de LaLiga.
De hecho, la división deportiva se ha visto afectada por un desempeño discreto hasta tal punto que el conglomerado destituyó a Bruno Cesena, su número dos en España y miembro del consejo.
Las que sí seducen: Serunion, Paradís, Saned, Aspic y Xerta
Mejor lo tienen otras cinco empresas de restauración y cátering rivales de la anterior y que prestarán el servicio con el Barça en Montjuïc mientras duren los partidos allí. Son Paradís, que se ocupará de las colectividades en el palco durante el Trofeo Joan Gamper y el primer partido contra el Cádiz, el 20 de agosto; Aspic y Xerta, que lo harán el resto de meses; Saned, que alimenta al primer equipo; y Serunion.
Esta última, que pende del gigante francés Groupe Elior, también sufrirá las consecuencias del traslado a Montjuïc durante las obras del Espai Barça y el consiguiente limbo. Invirtió cerca de 1,5 millones de euros en el Boulevard del coliseo azulgrana y se quedará sin poderlo explotar durante el tiempo en el que dure la reforma del estadio.