Fiscalía exonera a los empresarios catalanes engañados por la Cámara de Comercio de Armenia
Gagik Khosrovyan 'Gago' y su hermano retuvieron los pasaportes de los directivos en una treta para secuestrar y extorionar a tres aceiteros andaluces
12 julio, 2023 23:30Noticias relacionadas
Exonerados. La fiscalía ha rebajado al mínimo la petición de pena para dos empresarios catalanes a los que la Cámara de Comercio de Armenia engañó en una operación para secuestrar a tres directivos de una empresa de aceite de Andalucía. Los dos primeros se encaminan ahora a salir absueltos o ser condenados a una pena simbólica después de que trascendiera que no fueron parte en la trama, sino que son víctimas de la misma.
Lo explican fuentes judiciales en el marco del juicio por secuestro de los tres altos mandos andaluces en 2015 que se acaba de celebrar en la sección novena de la Audiencia Provincial de Barcelona. En el procedimiento, habría quedado acreditado que la organización para retener a los aceiteros sureños en Armenia la lideraron presuntamente el capo armenio Gagik Khosrovyan Gago y su hermano Vardan Khosrovyan.
Los directivos catalanes "fueron víctimas"
Por contra, durante las vistas se indicó que los dos empresarios catalanes que eran coacusados en el caso "fueron víctimas" y no colaboradores. Es lo que defendieron ellos mismos en sede judicial, pero también los tres empresarios secuestrados, que admitieron que la pareja de catalanes "no jugaron rol alguno" en Armenia. Asimismo, los hermanos Khosrovyan también se sorprendieron ante la juez de que los inversores comparecieran allí como imputados, como ellos, pues reconocieron que no habían participado en la estratagema.
El juicio ha quedado visto para sentencia. Antes, la fiscalía mantuvo las durísimas acusaciones contra Gago y su hermano por retener al trío de patronos en Armenia en 2015. Al capo le pide casi 24 años de cárcel y órdenes de alejamiento y prohibición de comunicación con las víctimas.
Retuvieron sus pasaportes
En las declaraciones en el tribunal, los inversores catalanes narraron con todo lujo de detalles cómo los hermanos armenios les convencieron para viajar a su país para cobrar una comisión de una operación inmobiliaria anterior. Una vez allí, les retuvieron los pasaportes hasta que pudieron darse a la fuga y volar de vuelta a Barcelona, donde denunciaron el caso a la policía.
En paralelo, los Khosrovyan se quedaron dinero de ellos -pese a asegurar que el hotel de lujo en el que se alojaban era familiar y a utilizar coches de altísima gama- y perpetraban, cree la Policía, el secuestro de los tres empresarios andaluces.
Aceite
Los directivos de una empresa aceitera situada en la provincia de Málaga también acudieron a Armenia porque Gago y su hermano llamaron al propietario de la compañía. En su caso, viajaron hasta ese país para cerrar unos contratos de exportación de 10.000 millones de litros. Pero, como en el caso de la pareja de catalanes, la operación era falsa.
Una vez en Yerevan, los tres emisarios fueron conducidos a Sisian, a 217 kilómetros de la capital del Estado. Les retuvieron a la fuerza hombres con "actitud amenazadora", robándoles teléfonos móviles, dinero y efectos personales. También les obligaron a tocar droga adulterada para dejar huellas dactilares. Les dijeron que irían "a la peor cárcel del país", encolerizados porque el dueño de la aceitera no había viajado a Armenia y había decidido enviar a tres representantes con poderes notariales.
Querían el dinero
Negro sobre blanco, la operación era una trampa para extorsionar a los cinco empresarios españoles: se buscaba secuestrar a los patronos andaluces y, si no surtía efecto, hacer lo propio con los catalanes. Finalmente, el quinteto pudo volver por sus propios medios a España, pero Khosrovyan y su hermano consiguieron quedarse con 100.000 euros de una de las familias. Los envió a España, pero la Policía Nacional, alertada por la empresa malagueña, detuvo a su hermano cuando éste retiraba la cantidad de la entidad bancaria. El dinero se reingresó a la familia afectada.
Cuando los dos grupos de empresarios regresaron a Barcelona, denunciaron el caso en Girona y Málaga. La causa acabó en el juzgado de Instrucción número 19 de la Ciudad Condal y, tras ello, en la Audiencia Provincial. Una concienzuda investigación de la Policía Nacional ha señalado a Gago y a su hermano, añadiendo argumentos para exonerar a la pareja de catalanes, representados por el abogado Pepe Fajula.
"De aquí no te saca ni Rajoy"
Según las pesquisas de los agentes, los dos presuntos secuestradores habrían utilizado credenciales de la Cámara de Comercio de Armenia en España para engañar a los dos directivos catalanes, por un lado, y a los cargos corporativos de la aceitera malagueña, por el otro. Sin embargo, los títulos estaban caducados. En realidad, Gagik Khosrovyan ya había intentado antes secuestrar a otros aceiteros extremeños, y está vinculado a otro procedimiento por presunto blanqueo de capitales, sobre el que pesa una prohibición de abandonar el territorio nacional.
El presunto mafioso aseguró en un momento dado a los secuestrados que "de allí [Armenia] no les sacaría ni [Mariano] Rajoy", aunque finalmente dejó ir al quinteto con la promesa de que el propietario de la aceitera viajaría al Estado.
Cámara de Comercio de Armenia
Acabe como acabe el caso, se trata de otro presunto uso de instituciones armenias en nuestro país de cara a favorecer el crimen organizado. Antes, el excónsul de Armenia en España, Tigran Babayan, fue vinculado en 2018 a una trama de contrabando de tabaco, amaño de partidos y lavado de dinero, entre otros delitos, según explicó este medio. A su vez, Arman Mayilyan, empresario y dueño del célebre restaurante de lujo Yubari, y que fue exagregado del consulado armenio en Barcelona, también fue vinculado a una trama de blanqueo en 2020, pero acabó exonerado.
En la memoria quedan las correrías del georgiano Malchas Micky Tetruashvili, el inversor propietario de más locales comerciales en Las Ramblas de Barcelona, dos docenas, que fue condenado por blanqueo de capitales en 2019. En la misma causa fue condenado Eduard Planells, ex subdelegado del Gobierno en Barcelona, al que se halló culpable de favorecer a la mafia del país.