Todavía quedaban muchas cosas por contar sobre Josep Piqué. O sobre Pep, como lo han llamado esta tarde algunas de las personas que conocieron mejor al exministro durante el transcurso del homenaje celebrado en el Círculo de Economía, la organización que el economista presidió en dos ocasiones.
La reciente muerte de Piqué sobrecogió al microcosmos empresarial y político catalán. Pese a que el lobi económico tuvo un sentido recuerdo por el fallecido en sus últimas jornadas, el último adiós de la entidad ha puesto el acento en la faceta humana de un hombre que dejó huella en sus colaboradores y allegados.
"Un gran seductor"
El acto, que ha contado con la esposa de Piqué, la periodista Gloria Lomana, y con una de sus hijas, ha fluctuado entre el retrato personal y el examen de su legado. "Era un gran seductor, una persona brillante. Sobresalía por su seriedad, rigurosidad y fiabilidad", ha afirmado el periodista Màrius Carol. A lo que Anna Birulés, compañera de pupitre universitario y de gabinete ministerial, ha subrayado su "gusto por la geopolítica", del que pudo disfrutar en su etapa de responsable de Exteriores.
Pero aunque probó las mieles de la política, también cató su lado más amargo. "Tuvo muchos aplausos pero pocas complicidades reales", ha lamentado Birulés. "Fue una persona esencial y que echaremos de menos", ha manifestado el también expresidente de la entidad, Carlos Tusquets, quien ha recordado sus aportaciones sobre el debate territorial en España.
¿Político o pensador?
Y ha revelado algunas confidencias: si el presidente de Banco Mediolanum fue el padrino de Piqué en el Círculo, el exministro fue el padrino de bodas en su enlace con Rosa Cañadas. "Era un hombre entrañable, no sabía decir que no a nada", ha añadido.
"Nunca lo vi como un político, sino como un hombre de la Ilustración con una ambición de conocimiento muy amplia", ha explicado Antón Costas, otro de su círculo más íntimo. Para el economista, le adornaban las virtudes cardinales --"prudencia, justicia, fortaleza y templanza"--, aunque también ha prevenido contra una "santificación" del personaje. De hecho, ha sostenido que no debió serle plato de buen gusto su traslado a Cataluña, aunque ha aventurado que lo hizo por "lealtad" al partido.
Abierto al diálogo
También han tomado la palabra Pau Guardans, José María Michavila y Miquel Nadal, colaboradores del catalán en el Ministerio de Industria, y Trinidad Jiménez, ministra socialista de Exteriores en los gobiernos de Zapatero. Todos han reconocido su visión de la política como servicio público, su apego al matiz y su carácter dialogante.
Prueba de ello fue su tesón en crear un think tank transversal, con representantes del PP y del PSOE, que terminó siendo el Real Instituto Elcano. Aunque Nadal ha confesado que no pudo ubicar la sede del laboratorio de ideas en Barcelona, como hubiera sido su deseo.
Jordi Pujol, entre el público
La casa del Círculo en Provença se ha llenado de bote en bote. Entre los asistentes, se han dejado ver Juan José Brugera (Colonial), Javier Godó (Grupo Godó), Amancio López (Hotusa), Ricardo Rodrigo (RBA), Salvador Alemany (Abertis), Aurora Catà y Jordi Gual, entre otros.
Una de las sorpresas de la velada ha sido la asistencia del expresidente de la Generalitat Jordi Pujol, que se ha sentado en un discreto segundo plano. Las emotivas palabras de su exmujer Gloria Lomana han abrochado una jornada en que se ha respirado una sensación compartida: la pérdida de Piqué será difícil de suplir.