La cadena Único constituye una rara avis entre los hoteleros catalanes. Quizá por ello, ha hecho honor a su nombre. Hasta el día de hoy, es el “único” que ha retornado a esta comunidad, tras la fuga masiva que se registró a raíz del procés.

En aquella ocasión, su propietario Pau Guardans Cambó trasladó la sede social a Madrid, tal como hicieron en tropel las grandes empresas de la región. Sin embargo, a mediados de 2018 recapacitó. Deseoso tal vez de enviar urbi et orbi un mensaje de confianza, repatrió el domicilio societario a la Ciudad Condal. Desde entonces radica en la céntrica plaza Urquinaona.

La primera firma del sector en largarse fue Derby, de Jordi Clos, preboste del Gremio de Hoteleros de Barcelona. Luego se sumaron a la estampida AxelContinental (Holiday Inn), Gallery Center y la gigante Best, entre otras varias.

El grupo de Guardans administra cinco residencias de la máxima categoría. Entre todas reúnen 331 habitaciones. La lista incluye Grand Hotel Central (Barcelona), Mas de Torrent (Girona), Finca Serena (Mallorca), amén de Único y The Principal, ambas en Madrid.

La pieza más conspicua del entramado es el Grand Hotel Central, sito en Via Laietana. Ocupa el solemne caserón que durante muchas décadas albergó la vivienda de la saga Guardans Cambó.

Pau adquirió en 2011 la parte del edificio perteneciente a sus hermanos por 30 millones y lo transformó en un hotel de cinco estrellas. La pandemia ocasionó daños muy cuantiosos a Grupo Único. El periodo 2019-2020 se saldó con números rojos de casi 8 millones. Como consecuencia del boquete, su patrimonio se comprimió hasta la cifra mínima de 2,3 millones.

Pau Guardans no le quedó otro remedio que adoptar medidas drásticas. A mediados de 2021 propinó un pelotazo. Ni corto ni perezoso, enajenó el edificio del Grand Hotel a un fondo de inversión de Schröders. Se dijo a la sazón que dicha entidad había apoquinado 93 millones. Lo cierto es que el ingreso para Único se limitó a 63 millones. Gracias a la plusvalía generada, el consorcio de Guardans pudo declarar en 2021 un beneficio consolidado extraordinario de 50 millones.

De esos escuetos datos se infiere que sin tal devengo atípico, Único habría encajado un quebranto considerable. Tras semejante cesión, sigue como gestora del Grand Hotel, pero ahora en calidad de arrendataria.

El oportuno “ladrillazo” transcrito inyectó al balance recursos copiosos. Al mismo tiempo, acarreó para Guardans la dolorosa circunstancia de haberse esfumado su activo más valioso.

Único contabilizó en 2021 un giro de 15 millones, que significa doblar de largo el de 2020. Pero todavía siguió muy lejos de los niveles que lucía antes de la irrupción del coronavirus, tal como muestra el estadillo adjunto.

GRUPO ÚNICO EN CIFRAS (en millones de €)
Año Ingresos Resultado
2021 15,1 50
2020 6,8 -7
2019 27,9 -0,8
2018 25 1,1
2017 26 2,7
2016 26 3,6

Pau cuenta 58 años de edad. Es un ejecutivo de largo recorrido, que ha trabajado tanto en el ámbito público como, sobre todo, en el privado. Desempeñó su primer cometido relevante en la auditora Arthur Andersen. Más tarde se enroló en Mecalux, fabricante de estanterías metálicas.

En 1996, tras la victoria electoral de José María Aznar, el ministro Josep Piqué le fichó como director general del Ministerio de Industria. Desde tan privilegiado observatorio, participó en la privatización de varios mastodontes estatales.

Tras esa impagable experiencia, dos años después se reintegró a la esfera privada. Pasó por la alta dirección de Acciona, así como por los consejos de administración de varias corporaciones inmobiliarias.

En 1999, al filo del milenio, ocurrió un acontecimiento que cambiaría su vida para siempre. El celebérrimo Antonio Catalán lo contrató como consejero delegado de AC Hoteles, cuando esta comenzaba su andadura. Tres años después, la progresión era vertiginosa. Contaba con 32 establecimientos, tenía en marcha la construcción de otros 60 y la plantilla se había disparado de 200 a 1.500 empleados.

La salida de Guardans de AC no fue pacífica ni por la puerta grande, sino todo lo contrario. Catalán lo destituyó en 2002 con cajas destempladas por supuestas irregularidades en su gestión. La vida da muchas vueltas. Aquel sinsabor le animó a desterrar la dependencia de capitales ajenos. Dicho y hecho, se erigió en empresario por cuenta propia y montó una red de alojamientos de su exclusiva pertenencia.

Adicionalmente, presidió hasta 2020 el lobi Barcelona Global y hoy ejerce de cónsul honorario de Vietnam, tras haberlo sido de Corea del Sur.