La Copa América buscará a 3.000 voluntarios en Barcelona

La Copa América de vela que se celebrará en Barcelona en 2024 buscará a, como mínimo, 3.000 voluntarios para enraizar la competición entre el vecindario. El movimiento, que busca una suerte de espíritu olímpico a pequeña escala, coincide con los primeros movimientos de boicot, que pilota discretamente la CUP. 

Lo explican fuentes cercanas a la organización, que avanzan que la organización de la Copa "presentará en breve" un programa de captación de voluntarios para apoyar la celebración del macroevento. Sin conocerse aún las cifras, desde el entorno de Grant Dalton, consejero delegado del torneo, se habla de, por lo pronto, unos 3.000 voluntarios que actúen de andamiaje civil de la carrera de regatas. 

"El espíritu olímpico"

Las fuentes consultadas subrayan que el movimiento buscará "emular el espíritu olímpico de los Juegos de Barcelona 92", que buscaba difundir los valores olímpicos en la Ciudad Condal durante el evento olímpico. 

El Alinghi, entrenando ante el Puerto Olímpico de Barcelona Cedida

La campaña tiene una derivada, y es que un ejército de voluntarios ahorrará costes a la organización. "Si tienes a aficionados que te hacen las labores de, por ejemplo, dirección del público o apoyo logístico, te ahorras tener que contratar a trabajadores eventuales", explican. Esto es especialmente importante en el capítulo financiero de la Copa, pues desde algunos círculos se cuestiona su viabilidad. 

Primeros movimientos de oposición

Hay otra derivada. Los miles de voluntarios que tratará de encontrar la Copa América son un colchón amortiguador ante los primeros movimientos en contra de la celebración del torneo. "La CUP está tutelando el movimiento contrario", explican desde el entorno de la organización. 

De hecho, ya se ha producido la primera asamblea en contra del macroevento: tuvo lugar el pasado 21 de abril en el Centro Cívico Barceloneta. 

"Evitar las protestas con pancartas"

Pocos días después, el 5 de mayo, los organizadores llamaron discretamente a los líderes vecinales del barrio para explicarles el proyecto y apaciguar los ánimos. No lo lograron. Se produjo un rapapolvo por parte de algunos de los asistentes, que acudieron a la cita con argumentarios contrarios. Se da por descontado que los proporcionó la CUP o su entorno. 

La reunión vecinal entre la Copa América y los vecinos de Barceloneta CG

De hecho, se entiende que aunque el germen de los opositores son los anticapitalistas, el campo de batalla que éstos utilizarían sería el barrio de la Barceloneta. "Y se quiere evitar a toda costa la imagen de protestas de boicot con pancartas", admiten desde el entorno de Dalton. 

"Aprovechar lo que se pueda"

Esa postura maximalista no es la compartida por todos los vecinos del barrio. Desde las entidades se da por descontado que se impone la "máxima información y apoyo operativo" para que la Copa América no sature un barrio muy castigado por la congestión turística. Pero de ningún modo se quiere impedir o boicotear el torneo. 

"Ya que se celebrará sí o sí, hay que aprovechar lo que se pueda para el barrio", indican fuentes conocedoras. 

La polémica de la zona VIP

De hecho, el impacto social de la carrera de regatas ya saltó al debate público a principios de este año, cuando trascendió que el consejero delegado del Club Natació Barcelona, Xosé-Carlos Fernández, maniobraba para atraer la zona VIP de la Copa por la situación de inseguridad en el entorno del barrio. 

Finalmente, el Natació sí ha logrado otro caramelo en forma de inversión, pues logrará que Costa Este gaste 12 millones de euros en la reforma de parte del club, que transformará en beach club y restaurantes.