El lujoso hotel Mandarin de Barcelona no tiene quien lo quiera

Es el caramelo inmobiliario más goloso de la Milla de Oro de Barcelona, pero no consigue encontrar comprador. El hotel Mandarin del paseo de Gràcia volvió a salir al mercado por el vertiginoso precio de 240 millones de euros, pero dos meses después está lejos de recibir una oferta que se acerque a esta cifra.

Fachada del Mandarin Oriental / LUIS MIGUEL (CG)

El principal escollo que ha hecho encallar la operación es que el activo está overpriced: el mercado lo percibe como más caro de lo que vale, a pesar de que sus dueños, la dinastía andorrana Reig, pide esta cantidad para poder hacer frente a la abultada deuda del negocio. Pero hay otro motivo: la dividida estructura de la propiedad del inmueble, que tiene varios dueños, lo que vuelve compleja una eventual compraventa y la encarece todavía más.

Una suite del hotel Mandarin Oriental de Barcelona 

Entre los Reig y los Andic

Lo explican fuentes de la intermediación hotelera, que recuerdan que "el Mandarin es caro" y, además, es vecino del edificio de Mango, propiedad de la mayor fortuna catalana, los Andic, que tienen el control de las suites del lujoso establecimiento. Ello implica que la parte más codiciable del cinco estrellas "no se vende" y, en consecuencia, "las operaciones son más caras" cuando se tiene en cuenta el precio por habitación.

Logo del Mandarin Oriental / LUIS MIGUEL (CG)

El céntrico hotel dispone de 120 estancias, pero 28 de ellas son suites. En otras palabras, una operación de venta por 240 millones de euros costaría al comprador aproximadamente 2,6 millones de euros por cada una de las 92 habitaciones en venta. Como referencia, es casi siete veces el precio por habitación que se pagó en la reciente adquisición, por 180 millones, del hotel Sofia, que reabrirá en 2024 como Grand Hyatt Barcelona, como avanzó Crónica Global.

Vista aérea de una clase de yoga en el 'rooftop' del Mandarin Oriental Barcelona / Cedida

Inversores asiáticos

Otras fuentes de la consultoría hotelera coinciden en que el precio es disparatadamente alto e insisten en que hace la operación "inviable", a menos que irrumpa en escena por sorpresa "un fondo qatarí de los que pagan lo que sea" cuando están interesados en un activo en concreto. Una aparición que por ahora no existe ni se espera, por más que el hombre más rico de Asia, el multimillonario indio Mukesh Ambani, se acercó en el pasado al hotel barcelonés.

Vehículo de altas prestaciones frente al hotel Mandarin Oriental / LUIS MIGUEL (CG)

El año pasado, Ambani se hizo con el Mandarin de Nueva York por 98 millones de dólares (unos 89 millones de euros). También hizo una oferta por el de Barcelona, que valoró en 40 millones; los Reig piden seis veces más. Es cierto que el exclusivo alojamiento de paseo de Gràcia no tiene nada que envidiar a su referente neoyorquino en cuanto a precios, llegando a superarlos en las fechas de mayor afluencia, pero tiene la mitad de habitaciones.

Azotea del hotel Mandarin Oriental en Barcelona / CG

Precio prohibitivo

Las mismas voces indican que el Mandarin "lleva 10 años en el mercado, va entrando y saliendo". Actualmente vuelve a estar a la venta, aunque la familia lo niega en público "y se enfada" cuando se aborda el tema. Enmarcan la situación de este codiciado activo en el contexto del sector: tras la pandemia, que empujó al mercado a hoteles que no estaban en venta, "el interés sigue estando" y hay "fondos que buscan comprar", aunque "seguimos con la moratoria hotelera y la oferta es muy limitada, tiene que ser la que existe", lo cual hace que haya poco producto y a precios prohibitivos.

Zona de agua en la azotea del hotel Mandarin Oriental de Barcelona / Cedida

Las últimas cuentas de Trivalor XXI, la sociedad de los Reig que todavía posee el Mandarin barcelonés, valoran el activo inmobiliario en cerca de 133 millones de euros, aunque reflejan un pasivo total de unos 187 millones. El conjunto del imperio empresarial familiar arrastra una deuda de aproximadamente 500 millones de euros contra el fondo buitre californiano Farrallon Capital Management, a quien Caixabank traspasó los derechos. En cualquier caso, el desmedido precio del cinco estrellas impide por ahora la venta de un negocio que ha brindado pérdidas año tras año, aunque el interés de uno de los hoteles más lujosos y bien ubicados resulta innegable en la Barcelona que veta aperturas de cadenas internacionales como Four Seasons.