El juez informa al personal del hotel Juan Carlos I del fin de la insolvencia
Meliá aborda las obras para reabrir el cinco estrellas de Barcelona en otoño, mientras un grupo de acreedores denunciará el convenio
3 mayo, 2023 18:42El juez que tutela la insolvencia del hotel Juan Carlos I de Barcelona ha informado este miércoles a los trabajadores del próximo fin del concurso de acreedores del negocio, aunque un grupo de ellos denunciará el convenio porque ven "fraude", como avanzó Crónica Global. Ello mientras Meliá, nuevo explotador, se afana en terminar las obras de reforma del resort urbano del cinco estrellas para reabrirlo de cara a otoño.
El titular de la sala de lo mercantil número 11 de Barcelona se ha reunido este miércoles con los representantes de los 400 empleados para informarles de que "hay acuerdo" de la mayoría de acreedores, como detalló este medio, para levantar la intervención judicial del negocio. Eso sí, el magistrado ha avisado de factores exógenos que pueden demorar el proceso de firma algunas semanas más. Se pide, pues, una última dosis más de paciencia a los 400 trabajadores afectados por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) durante tres interminables años.
Un grupo de acreedores, disconformes
De este modo, el concurso de Barcelona Projects SA, sociedad del hotel Juan Carlos I, saldrá pronto de concurso. Eso sí, lo hará con la oposición de un grupo de acreedores minoritarios, que han presentado escritos impugnando la propuesta de convenio. A pesar de la mayoría de tenedores de deuda, ellos no están de acuerdo y sostienen que existe una futura salida de la insolvencia más ventajosa, por lo que detectan "fraude concursal".
Aducen que el establecimiento reposa sobre una concesión de suelo municipal que vence en 2039. Y que la empresa y el Ayuntamiento de Barcelona negocian verbalmente una nueva concesión. Oficialmente, el consistorio admite contactos con la propiedad, pero sólo como cortesía y para interesarse para el estado de las 400 familias que dependen del negocio.
Obras y reapertura con Meliá
En cualquier caso, la mercantil parece que saldrá --por ahora-- de concurso, mientras, por otro lado, se prepara su reapertura. El Juan Carlos I volverá a abrir puertas de la mano de la cadena balear Meliá, que lo rebautizará como Miranda de Pedralbes. Cabe recordar que fue la firma balear la que impuso el cambio de naming, desterrando así el apelativo del Rey emérito del establecimiento.
Sea como fuere, el hotel de 430 habitaciones, spa, Palacio de Congresos, restaurante y zona de jardines volverá a operar. Antes, sin embargo, se está sometiendo a una reforma que lo adecuará a los estándarses de la firma palmesana y corregirá los defectos de los últimos tres años de cierre. Por lo pronto, se espera que lo primero que pueda operar sea el espacio congresual a pie de avenida Diagonal.
Luz al final del túnel
Con el ready to go se pondrá fin a un lamentable paréntesis de tres años en la explotación de uno de los mejores hoteles de Barcelona --ya fue renovado en 2016 cuando adoptó la marca Fairmont-- y que, además, tiene categoría de cinco estrellas gran lujo, un segmento que el sector turístico pide más y más para ayudar a elevar el producto de la capital catalana.
Ese hiato perjudicó, sobre todo, a los más de 400 trabajadores, un personal muy cualificado que quedó sin empleo y pendiente de los ERTE aprobados por el Gobierno en la fase más dura de la pandemia. Ahora, con las obras en marcha, se está desafectando a personal para reincorporarlo.
Fin al baile de interesados
Asimismo, el próximo fin del concurso de acreedores --a la espera de los escritos interpuestos por los críticos-- anticipa el fin de una pequeña batalla por la propiedad del activo. El Juan Carlos I era propiedad de una rama de la familia real saudí, los descendientes de Turki bin Nassir, pero el fallecimiento repentino de éste en 2021 condenó al activo. Sus hijos ya no lo querían.
Tras ello, negoció por el mismo Apollo Global Management, pero la operación se desmoronó. Como consecuencia, el hotel fue a preconcurso, primero, y a concurso, después. En el ínterin, un grupo de directivos vinculados al empresariado gallego en Barcelona intentó armar una operación para acercarse al producto, pero jamás llegaron a concretar su oferta, insisten fuentes cercanas a la propiedad.