La empresaria Alicia Koplowitz / EP

La empresaria Alicia Koplowitz / EP

Business

Los hijos de Alicia Koplowitz se alían con los Reyzábal en pleno 'boom' hotelero

Pedro Cortina, que gestiona los negocios familiares a través de la cadena Hospes, se une a una de las emblemáticas sagas inmobiliarias, marcada por la propiedad de la siniestrada torre Windsor

9 abril, 2023 00:00

Los proyectos en torno a actividades hoteleras en Madrid no se detienen. Uno de los últimos es el resultado de la alianza entre dos de las familias inversoras más destacadas del panorama empresarial, en lo referido al sector inmobiliario: los Koplowitz y los Reyzábal.

A tal efecto, ambas sagas han constituido la sociedad Reycor 2023, en cuyo consejo están presentes Alberto y Pedro Cortina Koplowitz, dos de los hijos de la empresaria e inversora Alicia Koplowitz, uno de cuyos negocios es precisamente el inmobiliario y hotelero a través de la cadena Hospes

Experiencia en el sector

Sus socios en esta nueva aventura empresarial son los Reyzábal González-Aller, una de las ramas de la tercera generación de una de las familias con mayor patrimonio del país y que atesoró un auténtico imperio en torno al ámbito inmobiliario y también del ocio y el entretenimiento con numerosas salas de cine y de fiestas, localizadas en Madrid.

En el caso de Hospes, se trata de una cadena creada a comienzos del año 2000, poco después de que Alicia Koplowitz se desvinculara de Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), con la venta de la participación a su hermana, Esther Koplowitz, con el fin de emprender un camino por su cuenta. 

Precedentes con Amancio Ortega

Algo más de 20 años después, la compañía mantiene el concepto de establecimientos exclusivos, emplazados en edificios emblemáticos o singulares. Con presencia en nueve ciudades españolas, su alma mater es, desde hace algunos años, Pedro Cortina Koplowitz, el segundo hijo de la empresaria. 

No es la primera vez que los Koplowitz establecen alianzas con otros grandes patrimonios para gestionar negocios relacionados con el mercado inmobiliario; en su día, fueron copropietarios de edificios en Madrid con el fundador y accionista mayoritario de Inditex, Amancio Ortega.

El incendio del Windsor

La trayectoria empresarial de los Reyzábal quedó para siempre marcada por el pavoroso incendio que en 2005 acabó con su activo más emblemático, la torre Windsor, en el complejo de Azca, próximo al eje del paseo de la Castellana y que supuso un antes y un después en los negocios familiares. 

El rascacielos vino a ser la culminación de décadas de trabajo silencioso y crecimiento sostenido, gracias a adquisiciones de solares y posterior promoción en zonas que formaban parte del extrarradio de la capital pero que no tardaron en convertirse en céntricas gracias al rápido crecimiento de la ciudad tras la posguerra. 

Torre Picasso de Madrid / CG

Torre Picasso de Madrid / CG

La relación entre los Reyzábal y los Koplowitz viene en realidad de lejos. En su día, la inmobiliaria Asón, buque insignia del negocio inmobiliario de los primeros y propietaria del siniestrado Windsor, también tenía como uno de sus principales activos el 20% de Torre Picasso, mientras que el resto pertenecía a FCC. 

El vínculo entre ambos estuvo articulado en torno a El Corte Inglés y, más en concreto, a la familia del antiguo presidente Isidoro Álvarez. De hecho, fue la cadena de grandes almacenes la que adquirió Asón cuando los Reyzábal se vieron obligados a la venta tras la destrucción del Windsor. El coste de la operación se fue hasta los 500 millones de euros.

Hoteles en antiguos cines

Aquel 20% de Torre Picasso fue recomprado por FCC, que pasó a controlar el 100% del rascacielos, traspasado en 2014 a Pontegadea, la sociedad a través de la que Amancio Ortega canaliza buena parte de sus inversiones. 

Recientemente, otra de las ramas familiares de los Reyzábal, liderada por Josué Reyzábal Delgado, anunció que había alcanzado un acuerdo con la cadena hotelera L&H para la explotación de uno de los edificios colindantes a los Cines Callao, situados en la plaza madrileña del mismo nombre, aledaña a la calle Preciados, una de las principales vías comerciales de todo el mundo. 

Transformación de Gran Vía

L&H gestionará un pequeño hotel de 15 habitaciones situado en pleno centro de la capital, en una zona turística por excelencia, entre la citada Preciados y la Gran Vía. 

Una operación enmarcada en el proceso de transformación de esta arteria de la ciudad en zona de hoteles, cafeterías y espacios comerciales de renombre. Y también, en la búsqueda por parte de los Reyzábal de alternativas para la explotación del patrimonio familiar que aún ostentan.

Un imperio en torno al cine

Los Cines Callao forman parte del vasto conjunto de salas de exhibición que llegó a controlar la familia, precisamente cuando si por algo se caracterizaba la Gran Vía era por la gran cantidad de cines que albergaban y que estaban en plena actividad. 

La relación de los Reyzábal con la industria del celuloide también se basaba en la creación y desarrollo de la productora Ízaro Films, responsable de algunos de los productos más taquilleros en las décadas de los 70 y 80, que apadrinó fenómenos como el de la pareja de actores Andrés Pajares y Fernando Esteso, además de traer a España títulos de afamados éxitos internacionales.