Una oficina de Thoughtworks, consultoría tecnológica - THOUGHTWORKS

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Business

Gabriela Chasifan (Thoughtworks): “La igualdad de género no es una meta, es nuestra razón de ser”

La líder de diversidad, equidad e inclusión de Thoughtworks, consultoría tecnológica líder a nivel mundial, conversa con Crónica Global, sobre el papel de la mujer en el sector tecnológico

13 marzo, 2023 00:00

Gabriela Chasifan es desarrolladora de software desde hace 12 años y responsable del área de Diversidad, Equidad e Inclusión (DI), en Thoughtworks, una empresa de consultoría tecnológica líder a escala mundial. La multinacional está presente en 17 países y cuenta con una plantilla de 12.500 personas, 500 de las cuales repartidas entre las sedes que la compañía tiene en Barcelona y Madrid. La firma integra la estrategia, el diseño y la ingeniería para impulsar la innovación digital de sus clientes.  

Su caso no es habitual en las compañías tecnológicas o empresas adyacentes al sector de la tecnología, donde la presencia de mujeres es en la actualidad es de un 37% de media en Europa, un 22% ocupando roles técnicos y un 15% en los puestos de dirección. Chasifan se ha sentado con Crónica Global para explicar cuál es la cultura corporativa de Thoughtworks y cómo la empresa ha llegado a ser una de las excepciones en su sector, con un 60% de mujeres en puestos directivos y un 40% desempeñando roles técnicos.

Gabriela Chasifan, líder de diversidad, equidad e inclusión para Tougthworks en España / CEDIDA

Gabriela Chasifan, líder de diversidad, equidad e inclusión para Tougthworks en España / CEDIDA

Diversidad, equidad e inclusión

Chasifan sostiene que la cultura corporativa de Thougtworks ha sido, durante sus 29 años de historia, el cimiento perfecto sobre el que que construir lo que hoy en día es la corporación. "La diversidad, la equidad y la inclusión son tres conceptos fundamentales en la empresa", y muestra de ello, es "que es una área de Thougtworks, tan importante como la de finanzas, recursos humanos o seguridad, que toma parte en la estrategia, la planificación y los procesos desarrollados en toda la empresa”.

Con esa premisa, explica la líder de la mencionada área, "ponemos en marcha diferentes iniciativas como la Thoughtworks University, enfocado a perfiles junior, personas recién graduadas que, en algunos casos, están haciendo cambios de carrera, y que tienen mucho talento y potencial, pero no cuentan con suficiente experiencia en el mercado laboral". A través de este programa, explica Chasifan, durante seis semanas se combina  teoría y práctica. Esta última, con la implicación en un proyecto, con el que experimentan la simulación de lo que es tener su propio cliente, su equipo, su analista de negocios y su project manager, por lo que es una experiencia de principio a fin. "También tenemos para estos perfiles junior, un programa basado en el trabajo con organizaciones externas para crear oportunidades para mujeres que estén empezando su carrera, o que necesiten algo de coaching o de mentoría, sin necesidad de estar al final de carrera".

"Reclutar y acompañar"

Hay una opinión bastante unánime entre las profesionales de diferentes sectores sobre la importancia de que las mujeres tengan sus propias referentes, esas mujeres que, en muchas ocasiones, han hecho grandes grandes aportaciones a la humanidad y sin embargo, han pasado a ser parte de esa historia que no incluyen los libros de texto. También es clave, para Chasifan prestar atención a las nuevas generaciones de profesionales y "atacar desde el modelo educativo, la raíz de uno de los problemas de la igualdad, diversidad y equidad".

Chasifan evita dar un excesivo protagonismo a la palabra "objetivo" durante su conversación con Crónica Global. El motivo, explica, es que aunque marcarse una meta está bien, la clave es trabajar y analizar contínuamente las estrategias que te lleven hasta ella. La responsable se refiere a la importancia de detectar problemas y barreras, y trabajar para darles solución. Un ejemplo es la dificultad que solían encontrar los encargados de selección de personal a la hora de reclutar perfiles senior. "A menudo, el problema era que había una falta de conocimiento en ciertos conceptos". Ahí, insiste, es cuando hay que pensar en una estrategia para no perder ese talento. Así, Thoughtworks puso en marcha un programa para "llenar esos ciertos vacíos de conocimiento" y dar a esas mujeres las herramientas necesarias para explotar sus capacidades y acceder al empleo. Además, "hay una área de capacitaciones y de liderazgo para mujeres, para que luego puedan tomar el rol de líder técnico en sus proyectos. Hay que empoderarlas, para que sean referentes en la tecnología y puedan, entre otras cosas, participar en conferencias como speakers". 

Satisfacción laboral y responsabilidad social

A nivel general, cuenta Chasifan a este medio, la satisfacción de la plantilla --según varias encuestas y testeos realizados sobre la propia cultura, a nivel interno--  es muy positiva para el 90% aproximadamente. De hecho, Thoughtworks ha sido nombrada recientemente en España como empresa Best Place to Work, gracias a su cultura corporativa, políticas de flexibilidad, diversidad y gestión de talento. Para Gabriela, la empresa tiene una hoja de ruta muy clara en cuanto al bienestar laboral, pero también con respecto a su responsabilidad social. En este sentido, asegura "está muy alineada a mis convicciones, entre ellas, de que a través de la tecnología se puede generar un impacto social positivo". Una manera de generar ese impacto, ha explicado a Crónica Global, es abarcar todo tipo de diversidad. "Nos gustaría contratar a profesionales, por ejemplo, con diversidad funcional”, y para ello, estamos creando un mini proyecto para ver qué procesos hay que reconfigurar para generar un ambiente seguro".

La responsabilidad social es, a su entender, uno de los lemas propios de la organización, "algo así como la guía y la bandera. El objetivo final es mejorar el mundo y el ecosistema, el entorno en el que estás trabajando, viviendo. Por eso, miramos en qué proyectos podemos involucrarnos, que tengan este impacto positivo. Ahora estamos trabajando en un mini proyecto sobre cómo identificar sesgos en los algoritmos de Machine Learning y otro sobre cómo reducir la huella de carbono en el software". En definitiva, "sabemos que somos una empresa y que necesita hacer dinero y necesita pagar sueldos, pero siempre intentamos retribuir todo ese privilegio y todo ese conocimiento hacia la sociedad".

Brecha de género para rato

Ante el elevado porcentaje femenino que alcanzan algunas empresas tecnológicas, como Thoughtworks, --con respecto a la media del sector-- donde las mujeres representan el 60% de los puestos de responsabilidad y el 40%  -- 43% en el caso de España-- de roles técnicos, mientras la media del sector ronda el 20%--, podría parecer cercano el horizonte de la paridad de género en el ámbito tecnológico, algo sobre lo que la directiva se muestra escéptica ."Al encontrarme en una empresa tan responsable en cuanto a la equidad, al mirar alrededor, veo que hay una brecha gigante de género y de salario, así que yo creo que la paridad está bastante lejana". Una muestra de esto, explica Chafisan estaría corroborado por el discurso de una compañera desarrolladora de videojuegos, quien afirmó que "en su ámbito hay demasiado acoso y un ambiente muy hostil en el que solo el 20% de las mujeres consume videojuegos y el 5% los programa".

"La igualdad de género no tiene que ser un discurso, ni un objetivo, sino una forma de ser, algo accional y sobre lo que hay que hacer un control constante. Nosotros, por ejemplo, hacemos una encuesta anual para saber si nos sentimos representados, si hemos sido víctimas de alguna especie de discriminación, y si, realmente, la empresa es un espacio seguro. De momento, los resultados nos dicen que estamos bien". 

Brecha salarial

Al ser preguntada sobre si hay o no brecha salarial en la corporación, Chasifan responde que tienen una política de igualdad --obligatoria para empresas con más de 250 empleados--  y que trabajan una organización externa elaboró una auditoría para "saber si había una brecha salarial con perspectiva de género, y cuyo resultado fue negativo". Con todo, sostiene, "esta desigualdad salarial, a veces, depende de la forma en que ellos se venden, y cómo nos vendemos nosotras, que no somos buenas negociando, y eso se nota, por ejemplo cuando se abre un rol de liderazgo y nos revisamos todo el requerimiento para ver si cumplimos el perfil 100% porque solo así nos postulamos, mientras que ellos no, y eso está comprobado".

Finalmente, Chasifan ha valorado que la desigualdad de género podría ser también un problema de infraestructura. "Ví un informe también, global, que decía que si las empresas no se dotan de infraestructuras para que puedan hacerse de las mujeres desde adentrom, o captarlas, no va a haber nunca paridad, así que es necesario poner también ahí el foco", concluye.

La tecnología, el espejo de la humanidad

Finalmente, rompe una lanza en favor de la tecnología, en cuanto a una cierta tendencia que hay a "culpar a la tecnología de determinados resultados negativos". Según la desarrolladora de software, "la tecnología en sí, no es la que está mal, sino que somos los humanos quienes la usamos mal, y el ejemplo lo tenemos en lo que pasó en 2013 cuando Twitter lanzó un bot que aprendía cosas. Que un robot pudiese tener conocimiento de todos los tuits que la gente está generando parecía una idea fantástica. Pero, ¿qué pasó?, que nosotros, como humanidad, como sociedad, empezamos a generar discursos de odio, xenofobia y misoginia.

El resultado, insiste Chasifan, "es que el bot aprendió todo lo malo de la sociedad. Entonces, ¿el fallo fue de la tecnología?. No, lo que estuvo mal es alimentar toda esa información de una manera negativa". Al final, concluye, "la herramienta se puede usar para bien o para mal, pero somos los humanos quienes, a partir de nuestros constructos mentales, de la filosofía de vida que tenemos, replicamos. Y aunque sea una máquina, al final va reproduciendo la esencia que tú le has metido". En definitiva, a problemas, soluciones planificadas y constantes para evitar recaídas.