Banca y eléctricas captan casi 10.000 millones en tres semanas frenéticas de emisiones
Las compañías inician el año con los mercados en calma y, sobre todo, con los bancos centrales en un compás de espera sobre la evolución de los precios para volver a subir tipos
26 enero, 2023 00:00Enero ha vuelto a cumplir la tradición de ser una ventana para la emisión de deuda por parte de las grandes corporaciones, que han acudido con fruición a los mercados en busca de aliviar su situación financiera, prolongar vencimientos y rebajar costes. En tres semanas frenéticas, bancos y eléctricas han aprovechado el escenario de un mercado inesperadamente calmado para captar cerca de 10.000 millones de euros en diversas emisiones.
No han sido los únicos. El propio Tesoro Público ha aprovechado la ocasión para lanzar su primer sindicado del año, con bonos a diez años con los que ha obtenido 13.000 millones de euros, con una sobredemanda que ha superado las 6,5 veces.
Tras la tormenta de tipos
El apetito inversor ha sido una de las notas características de esta ventana de deuda, en la que las entidades financieras han vuelto a ser las grandes protagonistas. Santander ha emitido en los primeros días de 2023 hasta 3.500 millones en cédulas hipotecarias, divididas en dos tramos.
Por su parte, BBVA ha vuelto a elegir la modalidad de los bonos senior para estrenarse en el año, con un total de 1.000 millones de euros aunque, eso sí, a un precio notablemente superior.
Mercados en calma
No en vano, durante las primeras semanas de 2022 los inversores descontaban algunas subidas de tipos por parte de los bancos centrales, aunque de forma muy moderada y, en todo caso, en la recta final del año. En la agenda no se encontraba la invasión rusa de Ucrania y sus consiguientes efectos negativos, tanto en el ritmo de la recuperación de la crisis del coronavirus como en la desbocada inflación.
Tras las abruptas subidas de los tipos de interés, que desbordaron por completo las previsiones, las aguas bajan algo más tranquilas después de que los últimos datos de IPC, tanto en la eurozona como en EEUU, apunten hacia una cierta moderación de la subida de los precios.
Caixabank se desmarca
Esta circunstancia ha abierto un compás de espera entre los bancos centrales a la hora de determinar cuáles serán los siguientes pasos. Aunque no obstante se descuentan más revisiones al alza del precio oficial del dinero, las entidades financieras han aprovechado la pausa para emitir en condiciones que en ningún caso podrán ser las de comienzos del pasado año pero que, a buen seguro, mejorarán a las de los próximos meses.
Por su parte, Caixabank se ha desmarcado de sus rivales en España y ha descartado el euro en sus dos primeras emisiones del curso: la primera que lleva a cabo en dólares, por valor de 1.250 millones; y la tercera en libras esterlinas, por 500 millones.
Adiós a la liquidez del BCE
A finales del pasado año, el Banco Central Europeo (BCE) dio por finalizado el programa con el que había facilitado liquidez a los bancos (a través de las emisiones TLTRO para plazos más dilatados), lo que obligó a las entidades a devolver las cantidades de forma anticipada y buscar alternativas.
Por su parte, el sector energético también ha aprovechado la inusitada tranquilidad en los mercados para financiarse en unas condiciones que resultan aún ventajosas, en previsión de que lleguen las esperadas subidas adicionales de tipos, aunque vayan a ser más moderadas.
Financiación 'verde'
En este sentido, Iberdrola ha aprovechado para emitir 1.000 millones de euros en un bono híbrido verde con el que ha refinanciado una operación similar que lanzó en 2017; la respuesta de los mercados se ha traducido en la participación de más de 360 inversores cualificados, con una sobresuscripción de siete veces.
Mientras, Redeia (nueva denominación de Red Eléctrica) colocó en el mercado obligaciones subordinadas perpetuas por 500 millones de euros en el contexto de la refinanciación de diversos desarrollos en el marco de la adaptación de las redes al avance de las energías renovables.
A última hora de este miércoles, Telefónica se sumó a la oleada de emisiones con otros 1.000 millones en híbridos verdes, que refuerza además su objetivo de contar en 2024 con al menos un 25% de su financiación sostenible.