El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz / EP

El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz / EP

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Repsol constituye el primer consejo de su filial de renovables presidido por Imaz

El consejero delegado del grupo encabeza el organismo creado tras la entrada en el capital del consorcio liderado por Credit Agricole y la reciente adquisición de Asterion Energies

30 diciembre, 2022 00:00

Repsol ha dotado de una estructura de gobierno más firme a la filial que agrupa sus activos de bajas emisiones, al borde de cerrar un año de una gran actividad. Repsol Renovables ya cuenta con su primer consejo de administración, bajo la presidencia de Josu Jon Imaz, consejero delegado del grupo energético.

El cambio de modalidad de administración se debe principalmente a la operación de compra de un 25% del capital a cargo de un consorcio formado por la entidad financiera francesa Credit Agricole y el fondo de inversión Energy Infrastructure Partners (EIP), especializado en la toma de posiciones en el sector energético.

Puesta en valor

De esta forma, Repsol resolvió sus dudas sobre la fórmula para poner en valor sus inversiones en activos renovables, que se iniciaron a mediados de de 2019, con la adquisición de determinados activos y la cartera de clientes de Viesgo

Tras valorar otras opciones como una eventual salida a bolsa e incluso una operación que combinara ambas modalidades, Repsol exploró el interés del mercado por el mencionado paquete minoritario, que le permitió valorar el 100% de su filial verde en algo más de 3.600 millones de euros.

De administrador a consejero delegado 

Además de Imaz como presidente, la otra figura relevante del consejo será Joao Paulo Nogueira, que hasta la fecha ha ejercido como administrador único de Repsol Renovables y que ejercerá a partir de ahora como consejero delegado. 

El directivo se incorporó a Repsol procedente de la filial de renovables de Electricidade de Portugal (EDP), la eléctrica lusa otrora controlada por el Estado y cuyo primer socio desde hace años es el gigante asiático China Three Gorges

Giro estratégico

Precisamente, el fichaje de Nogueira se produjo en 2019, cuando la compañía comenzó a dar sus primeros pasos en el segmento de las energías limpias y poco antes de anunciar al mercado el histórico cambio en su estrategia hacia un modelo que virara progresivamente hacia la descarbonización y las renovables, con el referente de los objetivos del Acuerdo de París y, por lo tanto, la meta de ser neutra en carbono en 2050. 

Además, Repsol también está representado en el nuevo órgano de gobierno de la sociedad por Antonio Lorenzo, director general financiero del grupo, y por los consejeros independientes de la matriz Ignacio Martín y María Teresa García-Mila.

Representación del nuevo socio

Por su parte, el nuevo socio minoritario cuenta con dos asientos en el consejo, que se reparten las dos sociedades que componen el consorcio que adquirió el 25% de Repsol Renovables. 

Así, por Credit Agricole figurará Quentin Le-Cloarec, mientras que EIP estará representado por Peter Schumers.  

Recientemente, la compañía ha efectuado su último movimiento de calado en el sector, con la compra de Asterion Energies, sociedad que cuenta en su cartera con 7.700 megavatios (MW) de energías renovables en diversos estados de desarrollo. 

La operación ha supuesto una inversión inicial de 560 millones de euros para Repsol y le permitirá meter la cabeza en mercados ‘verdes’ hasta ahora inéditos para la empresa como Francia e Italia, donde se encuentra aproximadamente un 15% de la cartera que acaba de adquirir. 

Año intenso

Además de la venta de la mencionada participación minoritaria, la compañía que preside Antonio Brufau también ha obtenido ingresos del negocio de bajas emisiones al dar entrada a socios en sus principales desarrollos en este ámbito, entre ellos a Pontegadea, el brazo inversor del fundador y accionista mayoritario de Inditex, Amancio Ortega.

El año 2022 ha sido especialmente intenso para Repsol, que también ha procedido a la venta de un 25% de su negocio de exploración y producción (‘upstream’) tras recibir una oferta no solicitada del fondo EIG, que finalmente se concretó en unos 4.800 millones de euros. Descontada la deuda, la transacción supondrá en el momento de ejecutarse ingresos de 3.400 millones que la compañía destinará a seguir desarrollando su negocio de energías limpias.