Inversores vascos se van de la mayor zona urbanizable junto a Barcelona

Lo explican fuentes del sector inmobiliario, que señalan que Inmobiliaria Castrejana, una de las empresas de la saga familiar norteña, busca comprador para cerca de 20 hectáreas de terreno junto a Cornellà. Y no son una parcela cualquiera. Se trata de una zona a desarrollar en la que cabe, entre otros, un gran bloque de viviendas de 10.000 metros cuadrados. También se admiten otros usos. 

Plan parado

Este caramelo urbanístico en la gran Barcelona lo es a medias, pues el proyecto para urbanizar la zona está parado porque la Generalitat de Cataluña carece de fondos para pagar su parte. La franja se llama Área Residencial Estratégica (ARE) Riera-Salines. Su desarrollo depende al 50% del Ayuntamiento de Cornellà y del Instituto Catalán del Suelo (Incasòl). Precisamente, este ente público que depende del Departamento de Territorio es el que ha frenado la operación por falta de presupuesto, explican fuentes del sector. 

Recreación digital de la zona residencial cuando esté terminada / CG

Sin el dinero del Incasòl, los 540.000 metros cuadrados quedarán sin construir. Ello es así porque los operadores privados que quieran levantar vivienda deben ceder el 15% del suelo a las dos administraciones para pagar la urbanización de los servicios de la zona. Pero si uno de ellos no tiene presupuesto, el plan queda parado. Es lo que está pasando. 

Oposición de los ecologistas

Pero es que hay más, además de la difícil tesorería del Incasòl. En 2021 nació una pequeña asociación ciudadana llamada Plataforma Ribera-Salines en Cornellà. Se trata de un grupo de activistas ecologistas que rechazan el proyecto y aseguran que la zona no debe construirse porque alberga interés natural. De hecho, han levantado un huerto autogestionado ilegal llamado La Bardissa. 

En junio de este año, los ambientalistas se manifestaron ante el Ayuntamiento de Cornellà. "Se oponen al progreso con argumentos discutibles sobre el valor natural de la zona, que es equivalente a lo que había antes en el entorno de L'Hospitalet de Llobregat y que ha resultado en zonas de gran dinamismo como la Ciudad de la Justicia o la plaza Europa", insisten fuentes del inmobiliario catalán. 

El doble que las Tres Chimeneas

En efecto, el esbozo del plan prevé un gran volumen de inversión junto a la capital catalana. El Ribera-Salines prevé cerca de 3.000 nuevas viviendas, lo que significa casi más del doble que el nuevo barrio que se elevará en las Tres Chimeneas de Sant Adrià de Besòs (Barcelona), la zona residencial que florecerá junto al Catalunya Media City en la antigua central térmica de Endesa. 

Imagen aérea de la antigua central térmica del Besòs, que forman tres icónicas chimeneas / CG

Los partidarios recuerdan que el 80% de los pisos "tendrán algún tipo de protección", que el 20% del espacio se dedicará a "espacios libres" y que se prevé una gran pieza pública de 15.000 metros cuadrados para un equipamiento central en el Baix Llobregat. Globalmente, la zona se postulará como un nuevo centro junto a Cornellà, servido por una nueva estación de Ferrocarriles de la Generalitat y junto a los actuales barrios de Centre y Riera. "Tendrá un gran impacto económico", defienden. 

'Build to rent'

Este medio ha preguntado a Inmobiliaria Castrejana sobre sus planes, pero la firma ha preferido no aportar información. Otras fuentes del sector sí lo han hecho, y han asegurado que el macroterreno se coloca por cerca de unos 10 millones de euros. Han agregado que los vehículos empresariales de los Sáinz de la Maza mantienen intereses en Cataluña, aunque se están centrando en el build to rent, esto es, construir bloques de apartamentos para alquilarlos por largas estancias. 

Los norteños no son los únicos. Como explicó este medio, el auge de las construcciones para alquilar se explica por el avance de la construcción industrializada y el apetito de los fondos de inversión por esta opción. También se explica por las rentabilidades interesantes, que alcanzan el 10% en ciudades de fuera de Barcelona. 

En el caso de la saga inmobiliaria vasca, opera una firma dedicada a este negocio, JSM, así como otras grupos como Inmobiliaria ZAMA, la propia Castrejana o Julio Sáinz de la Maza y Hermanos.