Imagen de botellas de vino en un estante / EFE

Imagen de botellas de vino en un estante / EFE

Business

Piden cárcel para un 'gurú' del vino por estafar a su empresa

Fiscalía ve indicios de que el acusado, exgerente y jefe de ventas, desvió pedidos a su propia firma

1 diciembre, 2022 13:07

La Fiscalía Provincial de Barcelona pide cárcel para un gurú del vino al que acusa de defraudar a su empresa. El ministerio público solicita dos años y seis meses de prisión para el directivo por desviar cerca de 20.000 euros en pedidos de botellas a su propia empresa en lugar de Golden Vintage, la plataforma para la que era gerente y director de ventas. 

Lo consigna el escrito de calificación consultado por este medio, en el cual se detalla la petición de la acusación para Jean Marie García Gregory, un empresario y directivo del sector del vino, que figura como investigado en un procedimiento que se sigue en el juzgado de Instrucción número 11 de Barcelona. Pende sobre el profesional una acusación de delito de utilización del secreto de empresa y la consiguiente petición de privación de libertad. 

20.000 euros en vino

Según Fiscalía, García habría desviado presuntamente cinco pedidos de dos clientes de la empresa Golden Vintage a su propia sociedad, Enjoy Wines. Con ello habría causado un menoscabo económico de cerca de 20.000 euros a la sociedad para la que trabajaba. 

Los hechos ocurrieron en 2016 y son merecedores, cree el ministerio público, de la petición de pena y de una pena-multa de 15 meses a razón de 15 euros diarios. 

Precedente en Mugaritz

El caso del vino facturado a la empresa errónea guarda cierta similitud con el del sumiller Guillermo Ortiz, del restaurante Michelin Mugaritz, para el que piden, también, dos años de cárcel por llevarse botellas del bufé y comercializarlas por su cuenta, explicó Crónica Vasca

En el caso del cenador con sede en Rentería (Guipúzcoa), la Fiscalía cree que Ortiz, elegido Mejor Sumiller de España en 2014, cometió un presunto delito de apropiación indebida, algo que él niega, alegando que las botellas eran parte de su remuneración en especie. El caso sigue sub júdice