La crisis geopolítica centrifuga inversiones a África

La guerra de Ucrania ha desatado una crisis geopolítica que se ha traducido en una mayor incertidumbre global. Pero también plantea oportunidades de inversión, especialmente en economías en desarrollo y, más particularmente, en África.

En un panel sobre inversiones internacionales en BNEW, Douglas van den Berghe, consejero delegado de Nxtzones, ha destacado que los cambios tecnológicos, geopolíticos, la globalización y la reconfiguración de las cadenas de suministro han planteado "oportunidades en economías emergentes y en desarrollo". Ha puesto como ejemplo Algeria y Marruecos y su creciente protagonismo por la crisis energética.

La nueva potencia

Gokhan Akinci, responsable de Competitividad Industrial del Banco Mundial, ha subrayado la revolución de la industria 4.0 que está teniendo lugar en África. En concreto, ha erigido Kenia y el este del continente como destino de inversiones médicas, Nigeria como referente de los proyectos tecnológicos, Etiopia y Madagascar en el sector téxtil y Mozambique, para iniciativas en la minería.

Mohsen Ahmad, consejero delegado del Distrito Logístico Dubai Sur, ha coincidido en describir a África como "una nueva potencia", ya que "es done estará el crecimiento". Ha valorado la expansión económica de países en la periferia del continente como Egipto, Nigeria, Kenia o Sudáfrica, aunque cree que "está por ver que pasa entre medio" en el resto de países africanos.

Dubái y Barranquilla

Ahmad también ha aprovechado para barrer para casa. Ha perfilado Dubái como otro de los destinos de inversión internacional y ha hablado del "influjo de personas y tecnología que se ha desplazado desde India o Singapur" a la ciudad emiratí en los últimos años.

Victoria Osorio, directora de ProBarranquilla, ha hecho lo propio. La representante de esta ciudad colombiana ha situado a la urbe como un destino de inversiones verdes, no solo en energías renovables, sino también a través de proyectos de "plantación masiva de árboles" que permiten reducir la temperatura del entorno hasta en seis grados, capturar emisiones de carbono y "generar un bono verde" a las empresas implantadas en el territorio, que se hace más atractivo para compañías que deseen impulsar sus actuaciones en cuanto a sostenibilidad.