Vigilantes de seguridad denuncian el “riesgo” de garantizar la mascarilla en el transporte público
TMB pide a los empleados de Prosegur y Securitas que llamen la atención de los pasajeros que no lleven tapabocas e incluso, "si es necesario", los desalojen y denuncien administrativamente
26 julio, 2022 00:00En muchas ocasiones, el uso de la mascarilla en el transporte público brilla por su ausencia. Para cumplir con la obligatoriedad, desde Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) instan a los vigilantes de seguridad del Metro a "llamar la atención a los pasajeros que no la lleven e incluso, si es necesario, desalojarlos y denunciarlos administrativamente". Una responsabilidad que no les corresponde, según explican a Crónica Global, pues garantizar el uso del tapabocas también tiene un riesgo: el aumento de las agresiones por parte de aquellos que se nieguen.
Esta ha sido la advertencia que se han encontrado los empleados de Prosegur y Securitas --empresas subcontratadas por TMB-- en los vestuarios ante el incremento de pasajeros que no cumplen con la normativa establecida por la Consejería de Salud de la Generalitat.
Los vigilantes, en el punto de mira
"Sabemos que no es fácil, pero es responsabilidad nuestra velar por la salud del resto de pasajeros, así que como mínimo se debe intentar convencer a los que no cumplen con la normativa", dice el documento al que ha tenido acceso este medio. Sin embargo, este aviso ha enfadado a los vigilantes de seguridad, que lamentan que se les esté echando "a los pies de los caballos" y responsabilizando de algo en lo que no tienen competencias.
"La inacción ante pasajeros que incumplen la norma menoscaba nuestra profesionalidad y da imagen de despreocupación ante un tema importante de salud pública. Además puede generar conflictos entre el pasaje. Todos debemos implicarnos en el cumplimiento de la normativa", sigue el texto. En este sentido, Sergio Sánchez, portavoz de Adn Sindical, recuerda que, diariamente, "deben hacer frente a conflictos o altercados en el transporte público. También como consecuencia del uso de las mascarillas".
Es lo que le ocurrió el pasado fin de semana --un día después de ver el cartel en los vestuarios-- a una vigilante de seguridad que controlaba la L5 de Metro de Barcelona. Ante la negativa del usuario de ponerse el tapabocas, lanzó la mochila al andén y llamó a las fuerzas de seguridad para que actuasen. Mientras tanto, los propios pasajeros criticaban al individuo por no cumplir la normativa.
Sin billete y sin mascarilla
Tras ver ese aviso, los empleados se han movilizado y han exigido al departamento de seguridad de TMB que "busquen soluciones" más allá de pedirles a ellos que carguen con este deber. Solicitan que, junto a ellos, se dispongan tres interventores que son los que "tienen capacidad sancionadora a las personas que no lleven billete". Y es que, según Sánchez, "se ha demostrado que el 80% de las veces, cuando ha habido un altercado por el tema de las mascarillas, esa persona tampoco tenía billete", por lo que creen que el papel del trabajador de TMB es clave.
También plantean que se entregue una mascarilla a la persona que no la lleve. "Si después de eso ya no se la quiere poner, entonces ya se puede ir más allá". Ello evitaría alguna que otra agresión, aseguran las mismas voces. Para Sánchez, el aumento de los ataques evidencia que, "para TMB, es más fácil apretarle el cuello al vigilante que es una empresa externa que al trabajador de TMB. Si agreden a un vigilante, te traen a otro. Si agreden a un trabajador de TMB, no", añaden.
"No somos policía"
Por su parte, Ángel González --trabajador del Metro y miembro de Solidaridad Obrera-- considera que TMB no tiene potestad para ordenar el control del uso del tapabocas dentro de los vagones. "Un vigilante de seguridad debe hacer su trabajo, que no es velar porque la gente lleve mascarilla", así como tampoco considera que sea el de los interventores, que es "controlar billetes".
En este sentido, apela a la responsabilidad individual de cada pasajero: "Nosotros no somos policía, no tenemos poder para ir a una persona y decirle que se ponga la mascarilla. Y si no quiere, ¿qué hago? Lo único que puedo hacer es parar el tren y que venga la policía", explica. Es por eso que cree que desde TMB deberían dotarles de medios si quieren que esa sea una de sus funciones. Por ejemplo, que sean tratados como agentes de la autoridad.
Carteles de recordatorio
Mientras TMB pide a los vigilantes de seguridad que "denuncien administrativamente, si es necesario" al pasajero que no utilice la mascarilla, desde la dirección aseguran a preguntas de este medio que "no tiene capacidad sancionadora en este aspecto, sino que se limita a recordar al usuario la obligación de llevar la mascarilla durante los trayectos de bus y metro".
Como medida de refuerzo de esta normativa, siguen haciendo campañas y recordatorios en varios idiomas por sus distintos canales de información, "pero no es suficiente". Algo que han constatado los pasajeros consultados por este medio que sí cumplen la normativa y que se quejan, precisamente, de la "permisividad hacia aquellos que no lo hacen".