El riesgo inversor vuelve a subir sin que el BCE pueda sostenerlo
La prima española se sitúa por encima de 120 puntos por un cambio de referente en el bono pero aún sin ese factor se ha elevado un 15% desde que el emisor anunció medidas de contención
19 julio, 2022 00:00Las semana en la que se hará efectiva la primera subida de tipos de interés en la zona euro de los últimos once años, las primas de riesgo de algunos miembros de la Unión Europea Monetaria (UEM) vuelven a mostrar preocupantes alzas ante lo que el mercado ya descuenta como un semestre complicado. Entre las más afectadas, la española, que ha vuelto a escalar en torno a un 15% desde que los últimos mensajes del Banco Central Europeo (BCE) lograran enfriarla.
Fue hace apenas unas semanas, a raíz de que el organismo que preside Christine Lagarde anunciara el definitivo fin de los planes de estímulo y el inicio próximo de las subidas del precio oficial del dinero cuando algunos diferenciales, particularmente el español y el italiano, comenzaron a dispararse.
Cambio de ciclo
Una circunstancia que puso la prima italiana cerca de 250 puntos básicos y la española al borde de 140. Y que obligó al BCE a tomar cartas en el asunto. Tras una reunión extraordinaria, el emisor anunció que estudiara con urgencia un mecanismo que evitara precisamente que el cambio de ciclo en su política monetaria provocara un distanciamiento de los diferenciales más allá de lo deseado.
Se trata además de un compromiso reflejado en la hoja de ruta del BCE en su principal cometido, como es el de mantener bajo control el alza de los precios en un entorno próximo al +2% en doce meses.
Una meta que no sólo hace tiempo que está muy lejos de la realidad sino que todo apunta a que será difícil que se consiga en los próximos trimestres y que serán necesarios movimientos mucho más agresivos de lo previsto al inicio de la guerra en Ucrania.
El conflicto bélico ha precipitado los acontecimientos y cuando el organismo con sede en Francfort ha querido reaccionar, ya demasiado tarde de acuerdo con la mayoría de los expertos y, especialmente, de las entidades financieras que están bajo su supervisión, se ha encontrado con el problema de que el nuevo escenario podría derivar en una crisis de deuda.
El daño al euro
El mero anuncio del BCE enfrió la tensión, hasta el punto de que los diferenciales se redujeron hasta llegar a situarse por debajo de la barrera de los 100 puntos básicos.
Pero no ha resultado ser sino un espejismo. Los tipos no van de dejar de subir porque la inflación está descontrolada y el euro comienza a sufrir las consecuencias de la actitud demasiado contemplativa por parte del BCE, como prueba el hecho de haber registrado sus mínimos de los últimos veinte años frente al dólar.
Deuda y déficit
De manera provisional, la prima de riesgo española se ha situado en torno a 125 puntos básicos, que se debe a un cambio en la referencia del bono a diez años que refleja las alzas de las últimas emisiones. En la medida en que se produzcan los ajustes en el resto de activos, especialmente el bund alemán, a partir del que se calcula la prima de riesgo, los números volverán a mostrar una realidad más fiel pero que no deja de ser preocupante, más de cerca de los 120 puntos que de los 110.
El hecho que Italia y España hayan sido los que hicieran que las alarmas del BCE se encendieran no es casual. Son las economías de la eurozona de mayor tamaño que presentan desequilibrios más pronunciados, tanto en lo que se refiere a deuda pública como al déficit.
Crisis en Italia
En el caso español, el Gobierno ha desoído de forma reiterada las recomendaciones de organismos independientes como el Banco de España y la Airef acerca de la conveniencia de poner en marcha de forma urgentes una senda de consolidación fiscal y las reformas estructurales necesarias para conseguirlo.
Tampoco ha sido un factor favorable la crisis política en Italia, con la salida en falso del aun primer ministro, Mario Draghi (precisamente el antecesor de Lagarde en el BCE), tras perder el apoyo del Movimiento Cinco Estrellas en la Cámara.
La dimisión, anunciada la pasada semana, provocó una notable subida de la prima de riesgo en el país transalpino, que se moderó después de que el presidente de la República, Sergio Mattarella, rechazara la solicitud de Draghi y la instara a buscar nuevos apoyos para evitar que Italia se vea abocada a nuevas elecciones, precisamente en un momento tan delicado desde el punto de vista económico.