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De la evasión fiscal a Bárcenas: el banco para el que trabajó el socio de Parellada

La historia del LGT Bank cambió en 2008, cuando uno de sus empleados vendió información de evasores fiscales con cuentas en la entidad de Liechtenstein

24 abril, 2022 00:00

El nombre de un antiguo ejecutivo de la banca suiza ha saltado a la palestra en el asunto del contrato de compra de mascarillas por parte de la Generalitat que investiga la Oficina Antifraude. Giuseppe Giammarino ha sido quien ha abierto de par en par las puertas del sistema financiero de Singapur al principal beneficiario de esta operación, Roger Parellada. Su trayectoria está vinculada a diversas entidades, entre ellas una muy particular: el LGT Bank.

Radicado desde hace casi cien años en Liechtenstein, la entidad pertenece desde hace algunas década a la Casa Real de este pequeño Estado europeo, caracterizado hace unos años por la opacidad de su sistema financiero, un factor que, igual que ocurría con la vecina Suiza, suponía un polo de atracción para grandes fortunas. 

Listado de defraudadores

Además de mantener en el más absoluto de los secretos parte de sus patrimonios, los titulares de cuentas en Liechtenstein gozaban de un esquema fiscal de absoluto privilegio. Buena parte de todo esto se vino abajo en 2008, cuando comenzaba a gestarse la gran crisis financiera con la que concluyó la primera década del siglo XXI. 

Fue cuando el nombre de Heinrich Kieber, hasta ese momento un anónimo empleado de la entidad, dio un estratosférico salto a las portadas de los principales diarios financieros y de información general, especialmente en Europa y EEUU tras poner a la venta información sobre lo que en aquel momento eran presuntos defraudadores que se servían de la entidad para tener sus depósitos al margen del control fiscal.

La lista de la discordia

Las posteriores investigaciones demostraron que se trataba de algo más que presuntos. Kieber, a cuya cabeza llegó a ponerse precio, tuvo como compradores de tan preciada información, que guardó celosamente en un CD, a varios estados de la Unión Europea, en especial Alemania, donde pertenecían la mayoría de los grandes patrimonios que habían empleado cuentas y depósitos del LGT para eludir al Fisco.

Sede de LGT en Vaduz, Liechtenstein / LGT

Sede de LGT en Vaduz, Liechtenstein / LGT

Pero en aquella lista había ciudadanos de varios países, incluso algunos de destinos tan exóticos como Australia. Y entre ellos, también españoles. Por entonces, se calculó que unos 70 nombres de la lista incluida en el CD de Kieber tenían pasaporte español.

Regularización con Hacienda

La mayoría llegaron a un acuerdo con Hacienda para regularizar su situación tras la investigación que llevó a cabo la Agencia Tributaria.

Giammartino trabajó durante un tiempo en Vaduz, capital de Liechtenstein, como uno de los responsables de banca privada de LGT Bank. Tres años después del estallido del escándalo de la entidad, ya estaba en la otra parte del mundo, en Singapur, tratando de exportar las bondades del sistema bancario suizo al Sudeste Asiático. 

El banco de Bárcenas

Poco antes, LGT Bank se había instalado precisamente en el país, fruto de una de las adquisiciones que llevó a cabo en aquel tiempo. Otra de ellas, la de alemán Dresdner Bank, víctima de un fuerte deterioro financiero como consecuencia de la crisis, hizo que el nombre de LGT Bank volviera a ser popular en España por su relación con el extesorero del Partido Popular Luis Bárcenas

El proceso contra el que fuera responsable de las finanzas del partido conservador, acusado y condenado por la generación y desarrollo de un sistema de sobresueldos y pagos opacos en la formación política, contaba con cuentas en el exterior en las que ocultaba parte de su patrimonio. Entre las entidades con las que trabajaba figuraba el Desdner Bank, por lo que en el momento de la investigación el nombre que apareció fue el de la entidad de Liechtenstein.