El Ibex 35 pierde un 1% tras su sesión más volátil de los últimos años / EP

El Ibex 35 pierde un 1% tras su sesión más volátil de los últimos años / EP

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El Ibex vuelve a hundirse presa del pánico y cierra su peor semana en dos años

La presión de la subida de precios de materias primas y alimentos como consecuencia de la guerra en Ucrania y el temor a un conflicto duradero atenaza las bolsas europeas, con caídas superiores al 3%

4 marzo, 2022 18:07

Nueva sesión de pesadilla en las bolsas europeas, de la que no se ha librado el Ibex 35. Aunque, justo al contrario de lo que sucediera el jueves, el selectivo español ha sido el menos castigado entre los principales del Viejo Continente, no ha podido evitar otro desplome del 3,63% con el que, además, culmina su semana más negativa de los dos últimos años, con un retroceso global del 9%.

Una vez más, los nervios fueron tomando posiciones en unos mercados que comenzaron la sesión con inusitada calma, pese a las preocupantes noticias que llegaban desde suelo ucraniano, donde la mayor central nuclear de Europa, la de Zaporiyia, sufrió un aparatoso incendio como consecuencia de uno de los ataques del ejército ruso, que pretendía tomar su control.

Materias primas y alimentos se disparan

Pero la tranquilidad tardó poco en dar paso a un nuevo escenario de pánico, conforme han llegado nuevos datos sobre las alzas de los precios que el conflicto está provocando tanto en las materias primas, especialmente el petróleo y el gas natural, como en alimentos que llegan desde el Este de Europa y que empiezan a escasear en determinados mercados, fruto de bloqueos provocados por la acción militar.

Sobre las primeras sigue sobrevalorado el temor a la reacción del gobierno ruso tanto a las sanciones de la comunidad internacional como a la decisión por parte de numerosas grandes empresas occidentales de cortar de raíz sus relaciones comerciales con el país.

Sin reacción a buenos datos

Con este escenario y los negros nubarrones que se ciernen sobre la recuperación de las principales economías europeas, con figuras fantasmales como la temida estanflación paseando por las plazas bursátiles, las pantallas han terminado por teñirse de rojo. Y de un rojo intenso tras la apertura bajista de Wall Street, pese a que las cifras de empleo en EEUU publicadas antes del toque de campana inicial han sido mejores de lo previsto.

En el Ibex 35, tan sólo el sector energético ha podido esquivar las pérdidas, a modo de un refugio que los inversores tan sólo han encontrado en activos como el dólar y los bonos estadounidense y alemán. Este último, cuyo rendimiento ha vuelto a caer a terreno negativo en el secundario (-0,11% al cierre de las bolsas) han elevado las primas de riesgo, lo que ha llevado el diferencial del bono español por encima de los 105 puntos básicos, la más elevada en más de un año.

Sin refugios

La relación de los valores más castigados del selectivo da idea de hasta qué punto los inversores apenas han discriminado a la hora de deshacer posiciones: Banco Sabadell (-9,03%), Amadeus (-8,61%) y Arcelor Mittal (-8,08%). A no mucha distancia, un valor teóricamente defensivo como Pharma Mar se dejó un 7,5%.

Tampoco los valores de mayor capitalización se han librado de la incertidumbre generalizada. BBVA, Santander, Caixabank y Telefónica han perdido más de un 5% mientras que Inditex sigue arrastrando su particular via crucis, con un recorte del 3,78% que le hace ahondar sus mínimos desde 2013.

Cellnex, la excepción

A contracorriente, Cellnex ha cerrado con alzas del 3,95% tras comunicar al cierre del jueves que la autoridad británica de competencia ha aceptado su propuesta para desbloquear la compra de antenas de Hutchison en Reino Unido y poder cerrar así su macro operación de 10.000 millones de euros para la adquisición de 24.600 torres en seis países.

Por su parte, Solaria y Red Eléctrica se han anotado algo más de un 1%. Un preciado botín si se tiene en cuenta que la bolsa española despide una semana en la que los descensos sólo han sido dos puntos inferiores a los registrados en la última de aquel maldito febrero de 2020, cuando la llegada del Covid-19 cambió el mundo tal y como se conocía. Quién sabe si el ataque de Vladimir Putin hará lo propio.