La apertura de comercios los domingos divide a los empresarios barceloneses
Ayuntamiento, negocios y sindicatos acuerdan la ampliación horaria de mayo a septiembre, pero el mapa de barrios en los que se aplicará la medida enfrenta a los comerciantes
23 febrero, 2022 00:00El Ayuntamiento de Barcelona ha acordado con comerciantes, empresariado y sindicatos la apertura de las tiendas de las zonas más turísticas de la ciudad los domingos del 15 de mayo al 15 de septiembre. El cambio se anunció oficialmente ayer tras la firma del acuerdo por parte de todos estos actores: estaba prevista para el lunes por la tarde, pero se aplazó por discrepancias entre las partes.
Finalmente, las organizaciones implicadas llegaron a un compromiso y firmaron la ampliación horaria el lunes por la noche. Si bien el desencuentro más claro tuvo lugar entre las patronales y los sindicatos, Crónica Global ha podido saber que más allá del acuerdo de mínimos alcanzado, continúa el debate entre los propios comerciantes sobre cuestiones clave como el alcance territorial de la medida, lo que podría llevar a una revisión de esta norma en el futuro.
Flexibilización parcial
En lo que está de acuerdo prácticamente todo el tejido comercial es que dar carpetazo al cierre dominical supone un paso adelante que abre a Barcelona al turismo de compras y la sitúa en la normalidad europea de ciudades como Londres, París o Milán. Sin embargo, estas diferencias sobre cuál debe ser el modelo que rija la apertura han llevado a una flexibilización solo parcial: durante unos meses y solo en algunas partes de la ciudad.
Salva Vendrell, presidente de Barcelona Comerç, señala que "no todo el mundo puede estar de acuerdo al 100%", aunque celebra que tras "muchos meses de negociaciones" se haya podido alcanzar un "consenso muy amplio" que "ha costado" materializar. "Entiendo que haya quien quiera abrir en más o menos territorio, pero te tienes que basar en estudios", afirma.
Dilema territorial
Vendrell da por buenos los datos del consistorio que apuntan que la geografía óptima para captar la demanda de los turistas es la que finalmente se ha aprobado, que va más allá del centro urbano, pero no alcanza todo el término municipal: incluye Ciutat Vella, el Eixample, Poblenou, Gràcia, Les Corts, Sants, Poble-Sec y parte de Sant Gervasi, aunque finalmente la mayor parte de la Barcelona superior a la avenida Diagonal quedará fuera de la apertura comercial, a diferencia de lo que se planeó inicialmente.
Según Vendrell, el objetivo era "que todo el mundo saliera ganando", es decir, "ayudar a los comerciantes a facturar más" y "generar más trabajo". Lluís Sans, presidente de la Asociación Passeig de Gràcia, coincide en que este ha sido "un paso necesario", aunque lo considera "insuficiente", ya que supone una apertura "a medias tintas".
Un mapa "polémico"
Sans defiende una apertura durante todo el año o, al menos, de Semana Santa al Día de Todos los Santos, mientras que con el nuevo calendario, se aprovecharán solo los meses más turísticos de primavera y verano. Sobre el alcance territorial, Sans reconoce que "siempre es polémico", y se muestra partidario de permitirlo en toda la ciudad para que "el empresario decida".
En el extremo opuesto se sitúa Xavier Llobet, presidente de Cor Eixample, que opina que las familias "tienen un día para estar juntos", el domingo. Por ello, se muestra abierto a abrir en zonas turísticas, pero ve excesivo el ámbito territorial que se ha trazado: "No hace falta ampliar tanto", considera.
Una solución temporal
Àlex Goñi, presidente de PimeComerç, cree que la ampliación del horario es "una prueba de cuatro años", después de los cuales se analizarán los datos para avanzar o retroceder. "Las cosas se tienen que hacer, porque si no, no tienes resultados", argumenta.
En paralelo, la firma consultora Laborde Marcet ha advertido en un comunicado que la nueva apertura comercial "no tiene sentido", ya que si bien permitirá a los comercios de las zonas beneficiadas facturar más, mantiene las restricciones y licencias del ayuntamiento que dificultan la creación de nuevos comercios en esas zonas. Todo ello "no potencia la apertura de nuevos negocios", sentencia. Con todos estos matices por resolver, las grandes tiendas o las pertenecientes a cadenas, podrán abrir a partir de ahora en las zonas más turísticas de Barcelona, mientras que las de menos de 300 metros cuadrados podrán continuar haciéndolo en toda la ciudad.