El ‘éxodo rural’ acaba: Barcelona recupera el interés inmobiliario
La Ciudad Condal vuelve a liderar la demanda tanto de vivienda como de locales comerciales
19 enero, 2022 00:00Barcelona ha recuperado su posición como atractor de la demanda inmobiliaria en Cataluña, tras unos meses en el que han adquirido mucho protagonismo zonas como la Costa Brava o el Baix Llobregat. Sin embargo, la capital ha recuperado su atractivo tanto en el segmento residencial como en el comercial.
En el primero, la principal causa es el fin del éxodo rural: en los primeros meses de la pandemia, subió la demanda de vivienda en los pueblos de menor tamaño, pero con la consolidación del teletrabajo híbrido, la proximidad al centro ha vuelto a ganar peso. Esta tendencia se ha observado en todas las grandes urbes, más allá de la Ciudad Condal.
Más demanda de locales
En cuanto al comercio, el repunte de la demanda se debe a la recuperación de la actividad económica, en particular en sectores como la restauración, golpeado por la sequía turística, pero sobre todo por las restricciones autonómicas contra el Covid. Es por ello que, en este segmento, la evolución registrada en Barcelona es más singular, debido a que en otras ciudades con mayor nivel de apertura como Madrid no han sido tan acusadas ni la caída ni la recuperación de los ingresos en este tipo de establecimientos.
En lo que respecta a los cambios de residencias, este flujo de residentes de las zonas urbanas a las rurales nunca llegó a convertirse en un verdadero éxodo, ya que según apuntan desde Idealista, al finalizar el último estado de alarma, el interés por las grandes ciudades volvió a sus niveles normales. “Durante los meses más duros del confinamiento de 2020 en Idealista notamos un aumento del interés de los usuarios por las viviendas alejadas de las ciudades, en busca de espacios más grandes, más luminosos y con terrazas o jardines”, asegura Francisco Iñareta, portavoz del portal inmobiliario.
‘Éxodo’ interrumpido
Sin embargo, Iñareta apostilla que incluso entonces “la mayoría de búsquedas se seguían concentrando en los grandes mercados” y, “a medida que las restricciones fueron cayendo, ese interés por el mundo rural se fue desvaneciendo hasta llegar al mismo punto de antes de la pandemia en cuanto decayó el último estado de alarma”. A ello hay que añadir la desaparición de los ERTE y la confirmación del teletrabajo híbrido, que “han provocado que el interés de la demanda haya vuelto de forma aplastante a las grandes ciudades”.
“El éxodo es una cosa que cogió bastante fuerza durante la pospandemia, porque la gente quería salir, pero fue más una intención, una ilusión, que luego en la realidad, cuando aterrizas, no es tan sencillo”, reafirma Iñaki Unsain, consultor inmobiliario. El coronavirus generó más operaciones en este sentido, “pero no las suficientes como para decir que esto ha sido un cambio radical”, analiza.
Cambio de preferencias
Según Unsain, “los que se han ido son aquellas personas que ya tenían esa segunda residencia y han dicho, ‘vamos a usarla más’, pero luego al final, cuando lo piensas en frío, el día a día hace bajar de las nubes y decir, ‘no es práctico hacer una hora de coche para ir a Barcelona a trabajar'”. Y, más allá del centro laboral, en muchos casos están también las responsabilidades familiares: “¿Dónde van los niños? A colegios de Barcelona. ¿Qué vamos a hacer, cada día coger a los niños desde Mataró o Alella y los vamos a llevar a Barcelona? Y cuando salen a las cinco, ¿quién va a ir a buscarlos?”
Es por ello que este tipo de mudanzas lejos del estrés de la ciudad han tenido un abasto limitado. De hecho, el asesor apunta que “el gran cambio que ha habido es en las preferencias por la primera vivienda en Barcelona ciudad”: terrazas, balcones, más luz o espacio para teletrabajar. Estas son las “nuevas exigencias de la demanda” que “en los proyectos de obra nueva ya se están contemplando”.
Sacudida al valor por barrios
La vivienda no es el único mercado en el que Barcelona ha recobrado interés. En los establecimientos comerciales también se ha notado una recuperación que “no se ha dado en todas las ciudades en la misma escala”, como señala Ángela Sánchez, directora de retail de Laborde Marcet. “En Madrid no se ha notado tanto como aquí, porque aquí hemos tenido más restricciones”, recuerda.
Eso significa que en Barcelona “ha habido un número considerable de cierres de restauración y en muchos sectores”, pero según la responsable la asesoría inmobiliaria, desde mayo y junio ha habido “una avalancha de demandas” de espacio sobre todo por parte de bares y restaurantes. Continúa habiendo muchos locales vacíos en Ciutat Vella por su dependencia del turismo. Ahora las zonas mejor valoradas son el Eixample y la zona alta, ya que se premia el equilibrio entre atractivo turístico y afluencia de trabajadores residentes locales.