Centro de transformación de la industria cárnica / EP

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Los trabajadores de las cárnicas van a la huelga por el "favor de la patronal a Campofrío"

Sindicatos y patronales se enzarzan por las mejoras salariales, la ordenación del trabajo en fin de semana y las subcontrataciones en la renegociación del convenio colectivo

4 noviembre, 2021 00:00

Los trabajadores de las cárnicas se han plantado. UGT y CCOO han convocado ocho jornadas de huelga en noviembre y diciembre para denunciar el "favor" de las patronales a los grandes productores, como Campofrío, El Pozo y Grupo Jorge. Fuentes sindicales consultadas por Crónica Global reprochan el alineamiento de organizaciones como la Federación Empresarial de Carnes e Industrias Cárnicas (FECIC) y la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (ANICE) con los intereses de los mayores fabricantes del ramo, reticentes a introducir mejoras en la negociación del nuevo convenio colectivo del sector.

Insinuaciones que replica un interlocutor de la contraparte empresarial. Desde el entorno de las patronales se recuerda que las privadas ya han ofrecido dos planes de renovación del convenio colectivo estatal, que decae el próximo 31 de diciembre. La última de estas propuestas se presentó a los sindicatos hace una semana, pero las centrales, según la versión de las organizaciones empresariales, siguen ancladas en la hoja de ruta que dieron a conocer en febrero cuando se iniciaron las conversaciones.

Pugna por los salarios

Un cruce de acusaciones que va camino de paralizar la reforma de un marco laboral clave para la economía española. La cifra de negocio agregada del sector supera los 27.000 millones de euros, más del 22% de todo el segmento alimentario español, y supone el 2,4% del PIB nacional. Unas cifras que, sumadas al buen desempeño de la industria durante la pandemia en comparación con otros sectores, justifica para los sindicatos una revisión al alza de las tablas salariales.

La última propuesta de las patronales presenta tres tramos de actualización: un 2,5% en 2021, un 2% en 2022 y un 1,5% en 2023. Pero el elemento que enfrenta a los agentes sociales es la vinculación de estos porcentajes con la evolución del índice de precios al consumidor (IPC). "Con los niveles actuales de inflación, el margen es muy escaso para los trabajadores", afirma un delegado ugetista. Las patronales apuntan: se ha incluido una cláusula de revisión de la inflación para acomodar las nóminas a la evolución de la cesta de la compra.

Instalaciones del gigante cárnico Vall Companys / CG

Instalaciones del gigante cárnico Vall Companys / CG

Más puntos de fricción

Sin embargo, las mejoras salariales no son el único elemento de fricción entre las partes. "Queremos que se potencie la estabilidad del empleo mediante contratos indefinidos, que se limite el recurso a las empresas multiservicio y que la regulación del trabajo en viernes, sábado y domingo no esté por debajo de las condiciones aprobadas en algunos convenios de empresa", enumera un portavoz de UGT. El último elemento preocupa especialmente a los empleados, que no quieren "abrir un melón" en el convenio colectivo introduciendo compensaciones por trabajar en horario festivo inferiores a las acordadas en centros de trabajo propiedad de marcas como CampofríoEl Pozo.

De nuevo, estos puntos son rebatidos por los representantes del sector privado. "En la última reforma del convenio se suprimieron las cooperativas de trabajo asociado, pero no tiene sentido restringir la subcontratación para tareas concretas como la limpieza o el transporte. De lo contrario, una empresa debería acogerse a decenas de convenios distintos para desarrollar su actividad", manifiesta un interlocutor de FECIC. Por otro lado, la patronal achaca la necesidad de trabajar en sábado o domingo a las propias dinámicas de las cadenas de distribución. "Nuestro sector está cada vez más internacionalizado y cada vez más supermercados abren en festivo. Aun así, recalcamos que las plantillas trabajarían estos días de forma voluntaria y con compensaciones económicas", indica.

Dos meses para el acuerdo

Si no se acercan posturas antes de final de año, el convenio entrará en ultraactividad en sus anexos. Esta parte afecta a la ordenación de elementos como los turnos y las jornadas de trabajo, pero supondría la congelación de los salarios en 2022.

"Esperamos que la patronal se avenga y se dé cuenta de que no hay que tensar tanto la cuerda", apunta un dirigente sindical. Por la otra parte, se responde: "Hemos propuesto mejoras más que razonables tras un año en que se han mantenido los salarios y la ocupación". Los paros caen en una época sensible para el sector, que empieza a preparar pedidos para la campaña de Navidad. La próxima reunión de los agentes sociales está programada el próximo 8 o 9 de noviembre.