Una flota de vehículos de 'renting' estacionados / EP

Una flota de vehículos de 'renting' estacionados / EP

Business

La crisis de la automoción dispara hasta un 30% el precio del ‘renting’

Los problemas logísticos y en la producción de microchips generan un desajuste de oferta y demanda que se prolongará durante al menos un año

2 noviembre, 2021 00:00

La escasez de semiconductores y los subsecuentes parones en la producción de automóviles a escala mundial ha impactado en el renting de coches, un sector al que ya han llegado las restricciones y una notable escalada de precios. “Las empresas que tienen una flota de vehículos comerciales seguramente están viendo incrementados sus costes mensuales entre un 20 y un 30% debido a este desnivel entre oferta y demanda”, señala Cristian Castillo, profesor de Economía de la UOC.

El experto en logística advierte que la crisis de los microchips “se suma a una cadena de suministros tensionada” por la “crisis globalizada de materia prima”, además de otros problemas en la cadena logística mundial como los “cuellos de botella” en los puertos con los contenedores de mercancías. Todos estos elementos hacen prever que “hasta finales del año que viene no podamos tener en el sector de los semiconductores los niveles previos a la pandemia”, aunque “puede ser que incluso cuando tengamos los semiconductores preparados nos encontremos otros problemas”. Esto significa que “la recuperación será lenta”, ya que “la reactivación de las cadenas de producción no es inmediata”.

Incremento en los costes

Manuel García, secretario general de la Asociación Española de Leasing y Renting, añade que este servicio “se ha encarecido porque hay menos coches” y también a causa de un “incremento interno de los costes administrativos”. Ello se debe a los esfuerzos dedicados a la prórroga de contratos y la renegociación de sus condiciones.

Según el representante de la AELR, la reacción natural del sector a la escasez temporal de coches nuevos es “dirigir los vehículos a los canales más rentables”, lo que hace que los descuentos sean menores. A pesar de todo, admite inquietud en las empresas: “Nos preocupa porque afecta a la línea de ventas, pero entiendo que habrá que volver a normalizarlo todo y nos tocará un periodo de volver a poner cosas su sitio”, tranquiliza García.

La segunda mano, al alza

García destaca que el impacto en el renting se debe a que las empresas dedicadas a esta actividad son las principales compradoras de coches, pero considera que la falta de oferta tendrá también repercusiones sobre los particulares que deseen comprar. Otra de las consecuencias de esta situación ha sido un impulso al alquiler de vehículos de segunda mano, cuando lo habitual es que la demanda se centre en modelos nuevos, de menos de un año.

Agencias de viajes de empresa como Bestours Corporate también han alertado de la complicada situación del renting. “El crecimiento de los costes hará que resulte cada vez más complejo poder mantener las tarifas estáticas actuales, por lo que se espera que las compañías opten tanto por adecuar las tarifas a los nuevos costes de adquisición de flota, así como por ofrecer tarifas dinámicas que adecuen los precios tanto a los costes reales, como a los desequilibrios entre oferta y demanda”, ha indicado la firma en un comunicado.

El desafío de China

Para el profesor Castillo, otro de los problemas que restringe la producción de microchips es que en el mundo solo hay tres grandes corporaciones que manufacturen semiconductores: la estadounidense Intel, la coreana Samsung y la taiwanesa TSMC, la única especializada en semiconductores de última generación. Si bien ninguna de ellas se encuentra en la China continental, la industria del gigante asiático es la principal consumidora de estos elementos para fabricar tecnología.

Aquí interviene, según el docente de la UOC, “la estrategia geopolítica que está utilizando China de proteccionismo”, que sitúa en el marco de la “guerra comercial” contra Estados Unidos y Occidente en un sector clave para la economía: “Quien controle los semiconductores, controlará el mercado”, vaticina Castillo. Es por ello que Europa ha dado “los primeros pasos” para tener fábricas propias de semiconductores en el Viejo Continente, algo que será todavía más necesario por la creciente demanda de vehículos eléctricos. Sin embargo, el profesor cree que hará falta esperar entre cinco y diez años para que esta estrategia de relocalización de la capacidad productiva dé frutos.