El Gobierno puede conectar ya el 'eje B-30' con las vías rápidas del Estado

Como explicó Crónica Global, Transportes abrirá el viaducto aéreo que unirá la autovía A-2 --gratis-- con la autopista AP-7 --concesionada a Acesa-- en septiembre. El Ministerio que dirige Raquel Sánchez esperará al final de la concesión del peaje de Martorell, que termina el 31 de agosto, para inaugurar la obra. Es una infraestructura necesaria, porque desatasca el acceso al Baix Llobregat, el corazón industrial de Cataluña. 

Ya se puede abrir el acceso a la B-30

Antes de que ello ocurra, no obstante, vecinos de la zona se han dirigido a este medio con una demanda concreta: que se abra ya el vial auxiliar que une la A-2 con la B-30. "Las obras para conectar la A-2 con la AP-7 están en su última fase. Transportes dijo a Crónica Global que las estrenaría en septiembre, después, con el fin de la concesión de la AP-7. Pero puede abrir el carril auxiliar que ha hecho hacia la B-30. Con ello se conectarían dos autovías de gran uso", defienden. 

"Este paso requeriría solo recolocar los conos que delimitan el paso. El vial ya está hecho y el carril auxiliar, pintado. Solo tienen que retirar los conos y recolocarlos o poner barreras de hormigón --los llamados new jersey-- para acotar el carril entre la A-2 y la B-30. Es una conexión perfectamente legal que no afecta para nada a la AP-7", piden. 

Hasta un 17% del PIB

El debate de fondo es la conexión viaria hacia el eje B-30 o ámbito B-30, una franja de terreno que aglutina a 23 ayuntamientos de la zona, casi 200 polígonos industriales y equipamientos de tanta envergadura como la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) o el Sincrotrón Alba, el acelerador de partículas ligado al centro de enseñanza superior. 

¿De qué serviría unir esta zona con la A-2? "Enlazas un polo económico del entorno de Barcelona con una autovía radial sin peaje que lleva a Lleida evitando en todo momento pasar por la AP-7, que es de peaje", sostienen los defensores. El Ministerio, por su parte, ha remitido este medio a la información ya conocida: AP-y y A-2, la conexión del corazón industrial catalán, abrirá en septiembre. 

Obra largamente reclamada

Se materialice esa demanda o no, sobre la mesa está el estreno del enlace viario entre la AP-7 y la A-2 en Castellbisbal (Barcelona), una reivindicación histórica del empresariado por la cercanía de este nudo viario con plantas como la de Seat en Martorell o Celsa, en la primera localidad. Transportes, antes Fomento, se ha comprometido a abrirlo en septiembre, con la promesa de que ello "eliminará las colas" en la AP-7 en este punto. 

La conexión, además, eliminará el tráfico derivado a las carreteras comarcales 1413 y B-225, que soportan una intensidad media diaria (IMD) excesiva, porque los conductores las utilizan para pasar de la autopista a la autovía y viceversa, esquivando el peaje de Martorell. 

De hecho, la importancia de esta obra no escapa a los empresarios. Foment del Treball la ha colocado un año tras otro en el informe CAT-100, que lista las infraestructuras con ejecución pendiente en Cataluña.