El empresariado censura el postureo independentista del Ejecutivo catalán
Las dudas del Govern de Aragonès para acudir a la cena con Felipe VI causan perplejidad y el mundo económico cree que se mantiene la lucha en el seno del independentismo
16 junio, 2021 00:00El empresariado catalán quiere coger una velocidad de crucero que todavía no puede seguir el Govern que preside el republicano Pere Aragonès. Con la vista puesta en la recuperación económica, con los fondos europeos que deben servir para dar un salto en el tejido productivo, el Círculo de Economía busca que las jornadas económicas que se inauguran este miércoles en el Hotel W de Barcelona constituyan un punto de arranque, con la colaboración de todas las instituciones. Y por ello censura lo que se califica como “postureo” del independentismo, que mantuvo en vilo durante todo el martes a la organización. Finalmente será la consejera Laura Vilagrà la que acuda a la cena con el Rey Felipe VI, después de la renuncia del propio Aragonès y del vicepresidente Jordi Puigneró.
Las cosas, a juicio del empresariado catalán, se están moviendo. Ya no hay un gobierno en la Generalitat impasible o centrado solo en el proceso soberanista. Sin embargo, “todo requerirá algo más de tiempo”, asumen las fuentes consultadas. Era un "sueño" pensar que Aragonès podría estar en la misma cena con el Rey Felipe por espacio de dos o tres horas, cuando el independentismo sigue pensando que el jefe del Estado se equivocó con su discurso del 3 de octubre de 2017. Pero “hay ganas, por parte de todos los consejeros, de avanzar y de gestionar”, señalan las mismas fuentes, que ven un avance claro en el hecho de que haya un representante del Govern en esa cena, que contará también con la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, muy poco proclive a los eventos que ha organizado en los últimos años el lobi empresarial. Pese a todo, “era el momento de dar un paso más decidido para reestablecer relaciones y abandonar las poses estériles”.
Ampliación del aeropuerto
El Círculo de Economía, pero también Foment del Treball, llevan meses ejerciendo una discreta presión --más directa en el caso de la patronal que preside Josep Sánchez Llibre-- para que los dirigentes independentistas comiencen a interiorizar que en los próximos años las relaciones se deben normalizar, con un cambio de mentalidad que deje atrás las reivindicaciones independentistas. En línea con los argumentos del Gobierno español, ese tejido económico catalán pretende que se recupere el espíritu de colaboración institucional y que medidas como los indultos puedan ser útiles para lograr ese nuevo clima.
El lobi empresarial que preside Javier Faus ve más un “postureo” en las actitudes de Aragonès y de sus consejeros que una posición real y numantina. “Se quiere colaborar, pero también se está pendiente de cada uno de los electorados y de las parroquias más activas de cada partido”, se sostiene. Pero, a pesar de la paciencia, el empresariado quiere cambios efectivos lo antes posible. Y esos cambios pasan por cuestiones tangibles, como la ampliación del aeropuerto de Barcelona, o el desarrollo de planes para aprovechar al máximo los fondos europeos en determinados ámbitos industriales, como el de las baterías eléctricas para vehículos.
El 'factor' de Corea del Sur
Lo que se percibe es que tanto Aragonès como los consejeros de Junts per Catalunya que, sobre el papel, siguen la línea fijada por Jordi Sànchez, tienen un enorme “miedo” a ser tildados de traidores por fuerzas políticas como la CUP, o por los sectores más radicales de cada uno de los partidos independentistas. Queda la retórica sobre la amnistía y el derecho de autodeterminación, que se puede “conllevar”, pero molesta que la práctica no sea ya la de colaborar sin más dilación, y sin más maniobras de distracción.
En la cena con el rey Felipe, tras la primera jornada económica, en la que intervendrá la vicepresidenta y ministra de Economía Nadia Calviño, participará el presidente de Corea del Sur, Moon Jae In. Ese ha sido el motivo aducido, finalmente, por el Govern para anunciar la presencia de Laura Vilagrà, al entender que la economía catalana no puede prescindir de esos contactos. Pero ha sido también la presión de miembros de la Junta del Círculo de Economía la que ha hecho mella, y que ha posibilitado que el mismo Aragonès acuda al cóctel previo a la cena.