La desaparición de Internet Explorer pone a prueba a las Administraciones
Microsoft tira la toalla con su histórico navegador, que retirará en verano de 2022, lo que supondrá un reto informático a la hora de adaptar numerosos trámites públicos
30 mayo, 2021 00:00El anuncio por parte de Microsoft de que retirará del mercado su icónico navegador web, Internet Explorer, ha generado preocupación entre los especialistas del sector por las implicaciones que puede tener en los trámites que los ciudadanos deben hacer con las Administraciones Públicas, optimizados para este programa. La multinacional tecnológica avanzó el pasado 19 de mayo que la aplicación desaparecerá en verano de 2022, un plazo que debería ser suficiente para las empresas privadas, pero que se prevé como un reto para algunas instituciones gubernamentales.
“El ritmo de las Administraciones Públicas no es el mismo que el de las empresas privadas”, recuerda Antonio Soto, director de tecnologías emergentes de Verne Technology Group. Según el ejecutivo de esta compañía de telecomunicaciones, “es necesario que [estas organizaciones] hagan un esfuerzo extraordinario este año para asegurarse que el usuario no tenga problemas”.
Cambios en la burocracia
Soto pone como ejemplo citas burocráticas claves como la declaración de la renta, que ya ha sido adaptada en previsión de los cambios anunciados por Microsoft. Sin embargo, señala que en muchos otros casos, “ese tipo de trámites llevan años desarrollados y no están preparados para que Internet Explorer desaparezca”.
Con todo, el director de Verne Tech opina que “se han dado facilidades suficientes” y “ha dado tiempo” de hacer la transición, ya que “Microsoft lleva años lanzando mensajes de retirada de Internet Explorer”. “Tanto las empresas privadas como las Administraciones Públicas han tenido tiempo suficiente para hacer modificaciones, que en cualquier caso no serán traumáticas”.
El “futuro” es Edge
Al ser consultada por Crónica Global, la corporación estadounidense se remite a la información oficial que ha publicado al respecto: a partir del 15 de junio de 2022, la aplicación de Internet Explorer 11 será retirada de algunas versiones del sistema operativo Windows 10 y dejará de recibir soporte técnico.
No obstante, mucho antes --el próximo 17 de agosto--, el servicio Microsoft 365 y otras aplicaciones dejarán de funcionar con Internet Explorer 11. Para Microsoft, el futuro es Edge, que ofrece “una experiencia de navegación más rápida, moderna y segura”.
El reto de la seguridad
Este último punto, el de la seguridad, es uno de los aspectos fundamentales que, junto a la pérdida de cuota de mercado, los expertos identifican como uno de los principales motivos detrás del interés de la multinacional por deshacerse del histórico navegador. “Actualmente los ciberdelincuentes explotan las vulnerabilidades de Internet Explorer de manera recurrente”, escribe a este medio Ryan Kalember, vicepresidente ejecutivo de estrategia de ciberseguridad de Proofpoint. Unas fallas que son “de años atrás”.
Kalember advierte de que “por lo general, los ciberdelincuentes están abusando de manera creciente de la infraestructura de Microsoft para alojar y enviar amenazas a través de herramientas de colaboración populares como Office 365, Azure, OneDrive y SharePoint”. “El año pasado hubo casi 60 millones de mensajes de correo electrónico maliciosos de Microsoft Office 365 dirigidos a miles de nuestros clientes corporativos”, detalla. Por todo ello, la firma desarrolladora ha optado por renovarse con su nueva apuesta de Edge, un cambio que, por otro lado, según añade el directivo de Verne, no debería generar problemas domésticos, dado el nivel de experiencia tecnológica del usuario medio, aunque sí es un desafío aún por resolver en el ámbito público.