Juan Miguel Villar Mir, presidente de Grupo Villar Mir / CG

Juan Miguel Villar Mir, presidente de Grupo Villar Mir / CG

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El auditor duda del futuro del hólding de Villar Mir por desequilibrio financiero

El grupo acumula pérdidas cercanas a los 1.000 millones de euros en los últimos años y el plan de desinversiones para reducir su deuda podría verse afectado por la crisis

18 marzo, 2021 00:00

Grupo Villar Mir, el hólding de la familia fundadora de OHL y otrora uno de los grupos industriales más fuertes de España, atraviesa desde hace tiempo por una delicada situación financiera que, en combinación con los efectos de la crisis derivada del Covid-19, arroja muchas dudas sobre su viabilidad. Así al menos lo manifiesta Deloitte, la firma encargada de auditar el balance de la sociedad.

En el informe de auditoría de las últimas cuentas presentadas por el grupo correspondientes a 2019, Deloitte llama la atención sobre el fondo de maniobra negativo de 297 millones de euros que presenta. Es debido a un endeudamiento a corto plazo que se situaba por encima de los 450 millones de euros.

Caída en la valoración

Ante esta circunstancia, Grupo Villar Mir esgrime que desde hace tiempo lleva a cabo un plan de desinversiones cuyo resultado le permitirá reducir la deuda y mantenerse como empresa en funcionamiento. Sin embargo, la auditora considera que la crisis pone en peligro de manera notable el éxito de este programa, toda vez que podría provocar un impacto negativo a la hora de valorar aquellos activos de los que el hólding piensa desprenderse para hacer frente a la deuda.

“La continuidad de las operaciones está vinculada al éxito de los procesos de desinversión y refinanciación (…) y, por lo tanto, su incumplimiento afectaría significativamente a la capacidad de la sociedad para hacer frente a sus obligaciones futuras”, señala Deloitte en su informe.

Crisis de liquidez

El fondo de maniobra determina la capacidad de una empresa para disponer del dinero suficiente para afrontar sus compromisos en cada momento. Es un baremo muy apropiado para medir la liquidez de las sociedades, de ahí que el hecho de que registre cifras tan negativas suponga para los auditores un motivo de incertidumbre “que puede generar dudas significativas sobre la capacidad de la sociedad para continuar como empresa en funcionamiento”.

Debido a la irrupción de la pandemia, el Gobierno aprobó medidas excepcionales entre las que se incluía la ampliación de los plazos para la aprobación y el depósito de cuentas de las sociedades, más allá del preceptivo y habitual de los seis meses a partir del cierre del ejercicio. Esta circunstancia motivó que Grupo Villar Mir aprobase su balance de 2019 hace apenas unos meses, en la recta final de 2020.

Pérdidas de 147 millones

El hólding concluyó el año con pérdidas de 147 millones de euros y ya acumula números rojos próximos a los 1.000 millones de euros en los últimos años, principalmente debido al deterioro que ha tenido que aplicar a algunos de sus principales activos, en especial sus participaciones en las bursátiles OHL y Ferroglobe, que cotiza en el índice Nasdaq de Wall Street.

En este caso, el hólding pudo compensar parte del resultado negativo gracias al dividendo de 184 millones de euros recibido de una de las compañías del grupo industrial, Fertiberia, justo antes de que se formalizara su venta al fondo alemán Triton. La operación se acordó en 2019 pero no se ejecutó hasta los primeros meses de 2020 con lo que el dividendo llegó a tiempo para afrontar parte de la deuda contraída en su día con el fondo Tyrus.

Venta y deuda con OHL

La sociedad también ha procedido a deshacerse de un 16% de OHL, que fue adquirido la pasada primavera por la familia Amodio, empresarios mexicanos que se convirtieron a partir de entonces en los primeros accionistas de la compañía fundada por Juan Miguel Villar Mir, y que ultiman en la actualidad un pacto con los bonitas del grupo constructor y de concesiones para capitalizar la empresa y asegurar su continuidad.

Pese a estas desinversiones y al acuerdo con la propia OHL para liquidar la deuda pendiente a cambiar del control de Pacadar, otra de las compañías del hólding, Grupo Villar Mir ha necesitado de dos aplazamientos en relación con el préstamo sindicado por valor de 350 millones de euros que lidera Credit Suisse y que fue concedido en 2018, cuando la situación de la sociedad ya era notablemente delicada debido principalmente al desplome en la cotización de OHL.

Aplazamientos

Por entonces, el vencimiento se fijó en junio de 2020 pero el hólding no pudo pagar entonces los 115 millones de euros que aún restan por amortizar, por lo que solicitó a la entidad helvética un aplazamiento de seis meses que le fue concedido, de acuerdo con lo que se refleja en las cuentas anuales de Grupo Villar Mir.

No obstante, en diciembre de 2020 tampoco se hizo frente al pago, aunque la sociedad aún dispone de margen, ya que Credit Suisse concedió seis meses más, según publicó en su día El Confidencial.

Nueva incertidumbre

Precisamente, la amortización pendiente de esta cantidad ya motivó que Deloitte expresara una incertidumbre sobre las cuentas de Grupo Villar Mir en 2018. Por entonces, la sociedad ya había diseñado un plan para reducir su deuda a base de ventas de activos.

El factor de la crisis y el incremento del fondo de maniobra negativo ha complicado la situación del hólding que, por el momento, se agarra a los aplazamientos por parte de los acreedores para evitar males mayores.