Los motivos por los que la ANC ha ‘pinchado’ en Pimec
La institucionalidad de la patronal, la urgencia por retomar la agenda empresarial y la hoja de servicios de Cañete frustran la operación del independentismo
24 febrero, 2021 12:05El intento de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) para tomar el control de Pimec ha intentado emular la operación que asaltó la Cámara de Comercio de Barcelona en 2019, pero ha sido un fracaso. Pere Barrios, el industrial respaldado por la plataforma liderada por Elisenda Paluzie, solo se ha hecho con el 16,12% de los votos e incluso le han flaqueado las fuerzas en las demarcaciones más favorables a sus postulados independentistas, su gran baza para intentar hacerse con el control de la patronal de pymes. Ni siquiera el aumento de participación en grandes circunscripciones como Barcelona ha estimulado el voto crítico con la gestión de la organización, la opción que representaba Antoni Cañete.
El fiasco de la candidatura rupturista se explica en buena medida por la confusión del nacionalismo sobre el papel de la patronal. Un propietario afiliado a la Cámara que pide el anonimato cuenta las diferencias entre la entidad de dinamización empresarial local y la organización de pymes: "La Cambra era una presa fácil porque desde la eliminación de la cuota cameral su participación es universal. Por el contrario, las empresas que cotizan en Pimec lo hacen por motivos concretos y se cuidan más del día a día de la asociación".
Pere Barrios da por perdida la toma secesionista de Pimec / CG
"No estamos para aventuras"
Además, la organización de pymes representa como agente social los intereses de los patronos en los órganos de concertación y las mesas de negociación colectiva. Mientras la Cambra centra su actividad en una panoplia de servicios de asesoría para el tejido empresarial, Pimec cuenta con un rol capital en el diálogo social. Para sus asociados, este es el sentido de una organización que no puede embarrarse en el debate sobre la independencia, como ha pretendido la candidatura de Barrios durante las últimas semanas.
Un miembro de PimeComerç enrolado en la lista de Cañete lo expresa con contundencia: "El tejido empresarial y los autónomos no estamos para aventuras. Cuando uno paga una cuota, sabe por qué la paga. Para tratar cuestiones políticas ya se encuentra el Parlament". La tensión de los outsiders ha marcado los comicios, pero no ha deteriorado la cohesión en el seno de una patronal que busca el equilibrio entre sus diferentes sensibilidades. Más, desde las tensiones que ha vivido de forma paralela al procés. Han sido menores a otras organizaciones, pero han existido.
Dificultades para las pymes
De ahí que la extrema politización introducida por la ANC haya suscitado más voltaje verbal que cambios de voto entre los afiliados. Máxime, cuando las pymes se enfrentan a un escenario caracterizado por la caída de la demanda y los problemas de tesorería. El catedrático de Economía Aplicada de la Universitat de Barcelona (UB) Jorge Calero enumera las principales preocupaciones para las pequeñas empresas. "Las pymes necesitan mercados abiertos, ayudas para compensar las restricciones, una imposición más favorable y que la Administración no incurra en gastos descabellados", indica.
Para que este programa de mínimos se cumpla, se necesita una condición previa: estabilidad. Para este economista, un cambio de mando en la cúpula de Pimec podría ocasionar más perjuicios que bondades para un microcosmos empresarial tocado por la crisis sanitaria. Por este motivo, Calero concluye que la introducción de una clave política en la entidad no ha cuajado entre los empresarios, cuya vista está puesta en la devolución de los créditos ICO antes que en el horizonte lejano de una Cataluña independiente. Tampoco los números rojos de la Cambra durante la etapa de Canadell, que impulsó junto a Barrios la plataforma Eines de País, han aportado confianza en la capacidad de gestión apoyada por la ANC.
"Efecto disturbios"
Las escenas de altercados y caos en Barcelona durante la última semana también han podido influir en el ánimo de los patronos. Como explica Ricard Cayuela, consultor de empresas: "Los empresarios que podían sentir una cierta simpatía por el independentismo, ven ahora que se les quema la ciudad y que el Govern que responde a ese ideario se muestra incompetente".
Este "efecto disturbios" habría pesado en la decisión de los votantes. "El dinero huye del conflicto. Las más de 5.000 empresas que cambiaron su sede eran grandes, pero las que han quedado son pymes y no tienen medios para irse de Cataluña. No quieren que se les rompa el negocio y, tras la pandemia, priorizan el eje económico". Como exvicedecano del Colegio de Psicólogos de Cataluña, Cayuela conoce de primera mano el entrismo practicado por el independentismo. Pero se felicita de que, en esta ocasión, se haya vencido la desafección interna que había facilitado la entrada de la ANC en la Cambra de Comerç o en la Universitat de Barcelona.
Lección aprendida
Otras fuentes consultadas apuntan a que la toma de la entidad cameral por parte del independentismo sentó un precedente que ha movilizado al empresariado más centrista. El economista Gonzalo Bernardos sostiene que los partidarios del oficialismo han aprendido la lección. "Cañete ha trabajado seriamente en estas elecciones. No las ha ganado sin bajar del autobús, sino que ha hecho una buena campaña aprovechando, además, que ha llevado el peso ejecutivo de la patronal en los últimos años", señala. Muestra de ello ha sido el voto delegado que consiguió recabar, cuya validaciób monopolizó la urna de Barcelona y que explica, en gran medida, que los resultados de los comicios empresariales no se conocieran hasta la madrugada. El que fue mano derecha de Josep González durante años se hacía con el 83,3% de las adhesiones de la patronal.
Cañete ha replicado punto por punto todas las denuncias de presuntas "irregularidades" lanzados desde la órbita de la ANC. Además, su campaña puerta a puerta por todo el territorio catalán se ha centrado en desvanecer la denuncia de centralismo lanzada desde las trincheras indepes. Esta iniciativa también resultó curiosa, ya que tensionó a los afiliados a Pimec pero de una forma inesperada por los promotores: se sintieron atacados a título individual, por lo que se reforzó la cohesión. Al final, quien salió beneficiado de ello ha sido el vencedor por amplia mayoría de los comicios.
Recompensa para Cañete
Un miembro de PimecTurisme afincado en Girona pone en valor el esfuerzo de capilarización del candidato. "En los cinco años que llevo en Pimec, puedo dar fe de que Cañete se ha preocupado mucho por el territorio. En ocasiones se habla del centralismo de Madrid, pero también hay centralismo en Barcelona y Cañete no ha caído en él", declara. Para este empresario, la victoria de Cañete no supone tanto una derrota de Barrios, sino una "recompensa al trabajo bien hecho" durante la última singladura de la patronal.
El rechazo de la politización, la urgencia por retomar la agenda empresarial y la hoja de servicios del presidenciable continuista son la tríada de razones que explican el chasco de la lista respaldada por la ANC. Si la maniobra para hacerse con la Cambra tuvo éxito hace dos años, el panorama post-Covid ha alejado aún más a las pymes del aventurerismo pregonado por el independentismo.