Sede de la compañía de seguridad Prosegur, en Madrid / EP

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Business

Los dueños de Prosegur abren camino a los fondos de alto riesgo

La familia Gut registra una Sociedad de Inversión Libre, equivalente a un 'hedge fund', el vehículo pensado para las grandes fortunas a comienzos de siglo sin demasiada aceptación

12 enero, 2021 00:00

Una de las grandes fortunas de España, la familia Gut Revoredo, accionista mayoritaria de Prosegur, se embarca en las inversiones de alto riesgo, un ámbito que, hasta la fecha, no ha contado con buena aceptación entre los grandes patrimonios del país. Los dueños de la empresa de seguridad cotizada acaban de registrar Freecap Investment, una Sociedad de Inversión Libre (SIL), vehículo equivalente a un hedge fund.

El instrumento se ha creado bajo el control de Gubel, la patrimonial a través de la cual los Gut articulan su participación en Prosegur, cercana al 60% del capital. Un paquete accionarial que, a precios actuales de mercado, está valorado en unos 800 millones de euros.

Relevo en la patrimonial

Precisamente, a comienzos del pasado año, Gubel inició un proceso de relevo generacional después de que Helena Revoredo, viuda del fundador de Prosegur, Herberto Gut, y que controla la patrimonial, cediera los mandos de la misma a sus hijos Bárbara, que tomó la presidencia, y Germán, que ocupó el lugar de su hermana como secretario del consejo de administración. A diferencia de sus hermanos mayores, Christian y Chantal, ninguno de ellos forma parte del consejo de Prosegur.

Sin embargo, Germán Gut sí está presente en el órgano ejecutivo de Freecap Investment, junto a su hermana Chantal y a Inés Egido, que lleva cerca de 15 años trabajando con la familia en la administración de Gubel.

Apenas 20 sociedades

La nueva sociedad está pendiente de la aprobación de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que debe dar su visto bueno a la hora de incorporarla a sus registros de Instituciones de Inversión Colectiva (IIC).

El proceso resulta algo más complejo de lo habitual por las peculiaridades de este tipo de vehículos. La incorporación de uno de ellos al organismo supervisor es todo un acontecimiento. Para muestra, desde su aprobación, en 2005, no llega a 30 el número de entidades de este tipo que han pasado por el tamiz de la CNMV. De ellas, sobreviven actualmente 19, sin contar aún con Freecap Investment.

Diferencias con las sicav

Creadas y reguladas desde mediados de la primera década del siglo, las SIL no han sido tradicionalmente vistas con buenos ojos por las grandes fortunas, para las que están precisamente diseñadas. Se trata de sociedades de inversión que presentan ciertas similitudes con las sicav pero con menos ataduras a la hora de determinar los activos que formen parte de su cartera.

De ahí su condición de libre recogida en su nomenclatura. La libertad se centra precisamente en el tipo de inversiones que, en el caso de una sicav, cuenta con limitaciones, tanto a la hora de apostar por un determinado activo como en la distribución geográfica de los mismos (la mayor parte deben estar en radicados en territorios OCDE). En el caso de las SIL, todas estas ataduras quedan eliminadas, además de otras como tener un mínimo de 100 partícipes.

El precedente de Alicia Koplowitz

Al comienzo de su andadura, el producto sí llamó la atención de algunos grandes patrimonios. Sin ir más lejos, Alicia Koplowitz estuvo a punto de convertir en SIL su histórica sicav Morinvest, una de las mayores de España por patrimonio bajo gestión y de las más antiguas.

Sin embargo, la decisión final de la inversora fue llevar a cabo el experimento con una sicav de menor tamaño, Alpes 2000, que sí llego a convertirse en SIL. Fue por poco tiempo, ya que terminó por integrarse en Adler, un fondo de inversión libre tutelado por Omega Capital, la gestora que se encarga de canalizar buena parte de las inversiones de la empresaria.

El caso de Breixo

Precisamente, Óscar Fanjul, responsable durante muchos años de las riendas de Omega, cuenta en la actualidad con una de las escasas SIL registradas en la CNMV denominada Tormes Inversiones 2019.

Quien sí transformó una de sus grandes sicav, Breixo Inversiones, en SIL fue Rosalía Mera, la primera esposa del fundador de Inditex, Amancio Ortega. Tampoco fue demasiado larga la trayectoria de Breixo como SIL, aunque en este caso porque Mera decidió dar un paso más y transformarla en gestora de vehículos de inversión libre.

¿Cambio de tendencia?

Tras su fallecimiento, su hija Sandra asumió las riendas de una mercantil que constituye toda una rara avis en el panorama de la inversión en España; tan sólo existen tres más registradas en la CNMV.

Ningún otro alto patrimonio ha optado por el ámbito de la inversión libre hasta la sorprendente irrupción de los Gut Revoredo, que podría mostrar el camino a seguir a otras grandes fortunas. En los últimos años, el interés por las sicav ha decaído de forma notable, toda vez que sus múltiples ventajas ha sido recortadas por los sucesivos gobiernos. Buena parte de los que han tirado la toalla han optado por la transformación en sociedades convencionales.