La floristería Colvin reformula su negocio por la pandemia
La startup, entre las diez empresas más atractivas y mejor valoradas de LinkedIn, mira al futuro con nuevos proyectos
3 octubre, 2020 00:00En el mundo de las flores parecía estar todo inventado. Pero las nuevas tecnologías le han dado una vuelta al sector. A finales de 2016, Marc Olmedillo, Sergi Bastardas y Andrés Cester crearon Colvin una floristería online que, en plena pandemia, ha cerrado una ronda de financiación de 14 millones y ha sido reconocida por LinkedIn como una de las startup más atractivas y mejor valoradas de 2020.
También ha sido el año en que el negocio ha dejado al margen la venta tradicional de flores, deviniendo así al modelo online. La empresa ha cerrado la única tienda física que tenían en la calle Pau Claris de Barcelona. Un local que fue finalista de los International Design Excellence Awards y que está nominado a los premios Dezeen, en cuyo jurado está Norman Foster.
Modelo de negocio
Colvin se dedica a la venta y creación floral, pero lo hace “recortando los intermediaros” que hay entre el agricultor y el cliente final, aseguran. Su objetivo es entregar las flores más frescas posibles, sin necesidad de acudir a Holanda, donde se subasta el 75% de las flores del mercado mundial.
Mediante el uso de la tecnología, el usuario puede escoger las mejores flores a través de su web y Colvin contacta de forma directa con el agricultor. Sin muchos más intermediarios. Así, “uno puede recibir flores de proximidad, de mayor calidad y a mejor precio”, sentencia su consejero delegado y cofundador, Andrés Cester.
Ronda de financiación
El negocio ha ido creciendo tanto que este año ha cerrado una ronda de financiación Serie B por valor de 14 millones de euros. Una operación liderada por el fondo inversor italiano MIP y que también ha contado con P101 y Samaipata, todos ellos socios anteriores de la empresa.
Con esta nueva inversión, la empresa quiere ampliar el equipo en las áreas de tecnología y negocio online, expandirse y pasar de los clientes particulares a tratar con empresas. Sus objetivos son tres: “Tenemos un proyecto de B2B [de empresa a empresa, en sus siglas en inglés], para trasladarnos al mundo de los mayoristas y distribuidores”, aseguran.
Expansión
Otro punto es un “plan ambicioso en el negocio digital”, por el que esperan convertirse en líderes en 14 países de Europa en tres años y “mejorar la experiencia del usuario”. Por último, esperan crear más puestos de trabajo.
Aseguran que ya dan trabajo a 150 familias y quieren seguir creciendo y contratando a más gente. Pese a todo, se han visto obligados a cerrar su única tienda física.
Pandemia y cierre
“La pandemia ha sido un acelerador de tendencias”, justifica Cester. En un primer momento, los volúmenes de venta fueron “super altos” y luego ha ido bajando, admiten. Ha supuesto un cambio estructural en la industria que se venía cociendo.
El más perjudicado ha sido el negocio offline, reconoce el cofundador de Colvin. “El proyecto iba bien”, señala, pero las tiendas de flores “son muy dependientes del foot traffic, de la gente que pasa por delante de la tienda, se para, entra y compra”.
Mirada al futuro
Ante las limitaciones de movilidad impuestas a lo largo de estos meses de pandemia, el movimiento de gente entrando al local había disminuido y, con un panorama incierto, han decidido aparcar el proyecto físico para más adelante.
Lanzaron el proyecto piloto de la tienda hace un año y medio y lo han puesto “en stand by, en pausa”. “El interés se ha desplazado al negocio digital”, matiza Cester. Y el Covid-19 lo ha acelerado aún más. Por el momento, desde sus inicios y tras esta nueva inyección de capital, la firma ha levantado un total de 24 millones de euros en financiación privada y advierten: “Vamos a seguir expandiéndonos”.