Malestar en el sector pesquero catalán contra el gigante Balfegó. Las cofradías alertan de que su situación económica "está debilitada" porque la atunera española ha impagado las indemnizaciones que prometió por el desastre del atún rojo de enero, cuando el temporal Gloria barrió las granja de engorde de la compañía en Tarragona y liberó miles de ejemplares. El suceso dejó pérdidas importantes en varias cofradías, ya que el pescado en descomposición arruinó varias de las jornadas en las que salieron a faenar.
Ahora, casi siete meses después, las congregaciones pesqueras de Tarragona alertan de que arrastran un agujero económico que Balfegó no ha querido o podido tapar. "La liberación accidental de los atunes de la granja de Balfegó en L'Ametlla hizo que se perdieran varias jornadas de pesca. El grupo pagó una pequeña ayuda al principio, pero ese dinero no dio ni para cubrir el gasoil de los barcos", lamenta Miquel Brull, patrón mayor de la Cofradía de L'Ametlla, una de las más afectadas junto a Sant Carles de La Ràpita. Brull apunta a otro factor importante. "Las cuentas de la cofradía se ven afectadas, pues de la captura total, la agrupación se queda un 5% cuando se vende en lonja. El impago de Balfegó se nota en los libros", ha alertado.
"Podría ocurrir de nuevo"
La pesca de atunes podridos se cebó, sobre todo, con la veintena de barcos de arrastre de L'Ametlla --que tiene la maltrecha granja de engorde frente a su costa-- y La Ràpita, cuya cofradía suma otros 40 barcos de la misma configuración. Otras cofradías menores, no obstante, tampoco se salvaron. "Aquí en Les Cases d'Alcanar hay tres barcos de arrastre que también perdieron días. Y fíjate que no fue solo después del temporal Gloria. El atún podrido quedó flotando por toda la costa durante al menos dos meses", ha ilustrado Francesc Carrillo, patrón mayor de esta agrupación.
El faenador apunta a otro elemento preocupante. "¿Y si pasa de nuevo? Recordemos que Balfegó ha completado la campaña del atún rojo sin problemas este año. Ha capturado su cuota y ha colocado otros 9.000 o 10.000 ejemplares en la piscifactoría que golpeó la borrasca. Pero nada hace indicar que haya tomado medidas preventivas. Si viene otro temporal, ¿se repetirá el desastre?", se ha preguntado Carrillo.
"Balfegó no ha tomado medidas"
Esto es precisamente lo que ha preguntado Crónica Global a la atunera española que dirigen los primos hermanos Manel y Pere Vicent Balfegó. La empresa con cuartel general en L'Ametlla ha contestado que responderá a las preguntas informativas cuando su personal regrese de vacaciones. Fuentes del sector han apuntado a su vez que "no ha habido refuerzo alguno de seguridad" en las granjas de la compañía, por lo que las instalaciones quedan al albur de nuevas borracas potencialmente violentas que puedan ocurrir el próximo invierno.
Y en el caso del precio, ¿ha tenido efecto la crisis de Balfegó en lo que se paga en las lonjas por un ejemplar del cotizado thunnus thynnus? "Ha habido una pequeña fluctuación a la baja. Esta campaña se ha pagado a siete u ocho euros (el kilo), un precio un poco inferior al de 2019", ilustran desde la cofradía de Cases d'Alcanar. "En términos de precio y abastecimiento, hay que tener en cuenta que la pérdida que tuvo Balfegó --que llegó a los 1.000 atunes-- se corrigió parcialmente por el efecto de la pandemia. Distribuidores al por mayor y restaurantes compraron menos, por lo que el mercado, afortunadamente para ellos, se equilibró mediante una caída de la demanda", han apostillado voces de la Federación Territorial de Cofradías de Pescadores de Tarragona.