El estado de alarma desploma un 30% el precio de la luz en dos semanas
La caída del consumo, en torno a un 15%, y el incremento de la generación con renovables provocan un descenso sin precedentes en el mercado eléctrico
2 abril, 2020 00:00La drástica reducción del consumo energético provocada por la declaración del estado de alarma a causa del coronavirus ha tenido su correspondiente repercusión en el precio de la electricidad que, en las poco más de dos semanas que han transcurrido desde que el Gobierno aprobara la medida, ha sufrido un desplome del 30%, inédito en tan corto espacio de tiempo.
La paralización de buena parte de la actividad económica ha hecho que las cifras de consumo se hayan reducido drásticamente, aunque el obligado confinamiento para la mayoría de los ciudadanos hace que haya aumentado de forma considerable el de los hogares. A comienzos de la presente semana, cuando además entró en vigor la restricción para desarrollar cualquier tipo de actividad que no fuera considerada como esencial, la demanda eléctrica experimentó, en torno al mediodía, descensos superiores al 15% en relación con una jornada convencional y de algo más del 8% respecto a la semana anterior, cuando el Ejecutivo aún no había tomado esas medidas adicionales.
Entrada de renovables
El precio medio de la electricidad en España para este jueves se sitúa en 23,9 euros por megawatio/hora, cerca de un 30% por debajo del que registró el mercado mayorista durante la semana que concluyó con la declaración del estado de alarma. Y eso que en lo que va de 2020 los precios estaban comportándose con una notable moderación debido a la entrada masiva en el ‘mix’ de tecnologías renovables gracias a la abundancia de viento y lluvias que se ha registrado en los primeros meses del año.
De hecho, la comparación con los mismos días del pasado ejercicio arroja una diferencia mucho mayor. En concreto, la luz en estos primeros días de abril es un 59% más barata que justamente hace un año.
Precios de 2016
Aunque el desplome en tan poco tiempo es inédito, no lo es el hecho de que los precios de la electricidad se sitúen en cotas tan bajas a estas alturas del año. El precedente cabe encontrarlo en 2016. Tras un invierno especialmente lluvioso, los precios de la electricidad experimentaron un considerable bajón debido a la notable entrada en el mix de energía hidráulica en detrimento de una fuente más cara como es el carbón.
Por entonces, los precios también se situaron algo por encima de los 20 euros por megawatio/hora, un escenario que no se ha vuelto a repetir de forma continuada hasta la fecha.
La circunstancia llega de forma oportuna para las familias, que han visto cómo se incrementaba en los últimos días su consumo de energía en el hogar debido al confinamiento forzoso para frenar la propagación del Covid-19. Eso sí, el efecto en el recibo será diluido y tan sólo lo notarán a corto plazo aquéllos que estén en el mercado regulado, algo menos de la mitad de los consumidores.
Un tercio del recibo
La bajada del 30% en los precios del mercado mayorista se traducirán en un descuento aproximado en torno al 10% en un recibo medio. Este hecho se debe a que el precio mayorista supone poco más de un tercio de la factura eléctrica que abonan los usuarios. El resto, más de un 60%, se corresponde con impuestos y con los llamados costes fijos, entre los que se incluyen los peajes de acceso, el coste de las extrapeninsulares y la contribución a la financiación del déficit de tarifa.
Los usuarios que han optado por el mercado liberalizado no se ven afectados de forma inmediata por las fluctuaciones en torno a los precios del denominado ‘pool’ puesto que acuerdan la tarifa con el comercializador.