El turismo de Semana Santa, en peligro por los destrozos del temporal
El sector hostelero catalán advierte de que el estado de las playas puede perjudicar las reservas en el inicio de la temporada alta
24 enero, 2020 00:00“La agresividad de este temporal no se había visto nunca. En Semana Santa ya empieza la temporada turística, y si se prolonga la situación será catastrófico”. Deltebre (Tarragona) ha sido uno de los municipios más castigados por la borrasca Gloria. Tanto es así que el teniente de alcalde de la localidad, Francisco Castro, estima en 9,5 millones de euros el impacto económico para revertir los daños. La situación es similar a lo largo de toda la costa catalana y el sector hostelero mira ya el calendario con preocupación de que las playas no logren estar recuperadas en abril para el inicio de la temporada alta.
“Es casi imposible revertir la situación porque la arena ha retrocedido una media de 25 metros”, lamenta Castro. Las Terres de l’Ebre han sido una de las zonas más castigadas por el temporal, con 3.200 hectáreas de cultivo de arroz anegadas. Pero más allá del impacto para los sectores agrícola y pesquero, las consecuencias también se avecinan para el turismo. “Tanto el Delta del Ebro como las playas son uno de nuestros productos de mayor nivel y su atractivo como destino nos preocupa”, reconoce el portavoz de la Federación Empresarial de Hostelería y Turismo de Tarragona, Xavier Guardia.
Imágenes en dron de los efectos del temporal Gloria en el Delta del Ebro / TWITTER
Celeridad de las administraciones
“Tendremos que ver cómo quedan las playas cuando llegue la calma, pero nos preocupan la situación de los hoteles, campings y apartamentos turísticos de la zona”, añade el mismo interlocutor, que pide celeridad a las Administraciones para poder solventar los daños cuanto antes para evitar un mayor perjuicio. “Semana Santa está aquí y hay que poner la casa limpia y en funcionamiento”, manifiesta. Si algo de clemencia ha tenido la borrasca ha sido que ha tenido lugar en un momento de baja actividad turística, ya que “si esto hubiera pasado con un lleno de clientes, el mal sería mucho mayor”.
En lo que respecta a la costa de Barcelona, los daños también han sido considerables. El jefe de playas del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), Dani Palacios, indica que este temporal ha causado las afectaciones más importantes de los últimos 30 años. La AMB realizaba el jueves una actualización del balance de daños y fijaba el impacto económico en 400.000 euros solo en el mobiliario del litoral y la nivelación de la arena.
Falta de arena
"De forma natural, una parte de la arena perdida vuelve, pero solo una parte porque existe un déficit estructural", explicaba Palacios, de modo que tendrá que ser el Gobierno el encargado de realizar la reposición necesaria para cubrir la que el mar ha engullido. De hecho, este será el asunto que queda pendiente para la recuperación total del litoral de cara a Semana Santa ya que, según la AMB, en los próximos días estará todo el material renovado. La borrasca ha dejado también toneladas de basura en la playas que los operarios de limpieza empezarán a limpiar una vez terminada la inspección y cierre de las zonas más afectadas.
“Para Semana Santa no habrá ningún problema en los locales, que estarán recuperados, lo que no sabemos es cómo estarán las playas, carreteras y puentes”, ha manifestado el presidente de la Confederación Empresarial de Hostelería y Restauración de Cataluña (ConfeCat), Santiago García-Nieto. Según éste, el 90% de los hoteles se encontraban cerrados, por lo que los mayores daños se han producido por la entrada de agua en los edificios.
En la Costa Brava, que también ha sido sacudida por el temporal, aseguran que los daños en los establecimientos han sido escasos debido a que la mayoría estaban cerrados. De nuevo, el impacto más importante está relacionado con la inundación de los bajos. El gerente de la Asociación Costa Brava Centre, Martí Sabrià, considera que por el momento es pronto para hacer valoraciones, aunque confía en que las playas estén en condiciones “óptimas” para el inicio de la temporada alta. Un deseo que el sector intentará convertir en realidad en menos de tres meses.