Fábrica de la química Lubrizol en Sant Cugat / GOOGLE MAPS

Fábrica de la química Lubrizol en Sant Cugat / GOOGLE MAPS

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La asociación de pymes denuncia la peligrosidad de una química en Sant Cugat

Empresarios presentan una denuncia ante el ayuntamiento para exigir que se restablezca la legalidad urbanística de Lubrizol

20 enero, 2020 00:00

Empresarios de la Associación de Pymes de Sant Cugat advierten de la "peligrosidad" de la actividad de la química Lubrizol, que se ubica en el polígono de Can Magí, y apuntan a que sus instalaciones incumplen la normativa urbanística. Por este motivo, han presentado una denuncia ante el Ayuntamiento de la localidad, en la que exigen que se restablezca la legalidad.

Un litigio que viene de lejos, ya que en 2016 el consistorio ya interpuso un contencioso-administrativo contra la Generalitat por haber renovado la autorización ambiental a la química, al considerar que no había tenido en cuenta el cambio de regulación europea respecto al uso de algunas sustancias, que conllevaría aumentar el radio de protección o reducir las cantidades de almacenamiento de ciertos productos por su peligrosidad. En aquella época, el actual conseller de Territori, Damià Calvet, era el concejal de Urbanismo en Sant Cugat.

Legalidad urbanística

El segundo teniente de alcalde argumentó entonces que, pese a no existir ningún riesgo adicional, porque la empresa mantuvo el volumen de sustancias, la intención era evitar una renovación automática del permiso e imponer una nueva evaluación que determinase la cantidad de sustancias que manipula. La reclamación de estos empresarios de Can Magí, agrupados bajo esta asociación, es que se restablezca la legalidad urbanística en la zona, ya que la nueva normativa establece un radio de más de 200 metros por el cual no se pueden desarrollar nuevas actividades ni cambios de uso de los espacios existentes.

Además, desde la asociación advierten del peligro que puede suponer la actividad de Lubrizol para la población, tras la explosión en la petroquímica de Tarragona la pasada semana. Tal y como consta en la denuncia urbanística presentada ante el consistorio, consideran que la actividad de la compañía es “peligrosa para la salud humana, los bienes y el medioambiente”.

Riesgo químico

Es más, subrayan que, a diferencia de la planta que Lubrizol tiene en Montmeló (Barcelona), la de Sant Cugat se sitúa en “el tejido urbano de la ciudad, rodeada de zonas residenciales, equipamientos, edificios de oficinas y comercios, de implantación ya consolidada y que, a su vez, son establecimientos de pública concurrencia”.

“La peligrosidad de la empresa es también asumida por el Departamento de Interior de la Generalitat a través de la dirección de Protección Civil la cual, en el Plan de Emergencia Exterior del Sector Químico de Cataluña, considera a Lubrizol como peligrosa”, reza la denuncia.

Incompatibilidad urbanística

Esta agrupación de empresarios defiende que Lubrizol, “como establecimiento de carácter peligroso por la naturaleza de su actividad a lo largo de su historia, y por la sujeción a la legislación de accidentes graves, incumple de forma palmaria y grave la normativa urbanística vigente en el Polígono Industrial de Can Magí poniendo en riesgo a la población de Sant Cugat, causando una grave afectación a los derechos urbanísticos y a su entorno inmediato con el correlativo perjuicio económico e inmediato”.

Según su razonamiento, esta química deberían estar clasificada como industria de sexta categoría y no de cuarta, es decir, que sí reviste peligrosidad. Este cambio de grado, según la normativa europea, implicaría la imposibilidad de realizar su actividad en zonas contiguas a otros usos industriales, como es el caso del polígono donde se ubica.

Premio a la seguridad

Los demandantes subrayan así que Lubrizol “se halla en una manifiesta situación de incompatibilidad urbanística, no solo por ser una industria peligrosa y contravenir el Plan Especial de Can Magí, sino que además queda fuera del marco urbanístico por la combinación de categoría de industria con la situación urbanística que ostenta”.

La fábrica de Lubrizol dedicada a la producción de polímeros recibió en 2016 el premio a la gestión de seguridad que otorga la Comisión Autónoma de Seguridad e Higiene (COASHIQ).