TMB da un paso hacia la T-Mobilitat con un contrato de 30.000 euros

El Gobierno de la Generalitat ha filtrado este noviembre que se da cinco meses para poner en marcha de forma definitiva uno de sus proyectos malditos, la T-Mobilitat. La digitalización de los billetes de transporte público de Cataluña que se anunció en 2013 y que aún no se ha iniciado ni con una prueba piloto. Para alcanzar el objetivo, ahora Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) lanza un concurso público para completar el sistema que está valorado en tan sólo 29.889,20 euros.

Este es el coste de la puesta en marcha de “terminales de inspección” que se usarán en la red de Ferrocarriles de la Generalitat (FGC), en el Metro de Barcelona y en todos los autobuses que dependen de la empresa pública metropolitana. Fuentes conocedoras del proyecto señalan que adaptar las “políticas de seguridad” que usan los trabajadores es básico para que la iniciativa llega a buen puerto.

Dudas sindicales sobre el calendario

Tanto desde TMB como desde el Consorcio de la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM) mantienen que el calendario se va a cumplir. Los sindicatos ponen en duda que el Ejecutivo catalán cumpla ahora su promesa tras los retrasos históricos que acumula el proyecto. Como mínimo, en la dimensión que se quería dar en un primer momento.

Fuentes de CCOO mantienen que no se puede cambiar el proyecto inicial --que desarrolla el consorcio Sóc Mobilitat, formado por Caixabank, Moventia, Indra y Fujitsu--, la implementación de un sistema digital que premiaría a los usuarios más fieles del transporte público, por una simple transformación de la tarjeta de cartón a una de plástico que también se pueda añadir en el móvil. Es decir, que se mantengan las condiciones de transporte.

La entrada en el Metro de Barcelona, cuyo sistema de títulos y validación de los accesos cambiará con la T-Mobilitat / MA

¿Valoración por distancia?

Reclaman tanto a la consejería de Territorio, encabezada por Damià Calvet (JxCat), como a TMB y la ATM que den más información sobre el estado actual de toda la iniciativa para saber si, de forma efectiva, se han cambiado las condiciones. Si así fuera, exigen que se estudie “algún tipo de compensación” para que no se pierdan usuarios por una cuestión de precios.

Debate sobre la movilidad

Los agentes sociales denuncian, asimismo, “opacidad” en cómo se ha desarrollado la T-Mobilitat hasta la fecha. Por todo ello, repiten que es necesario abrir cuanto antes el debate con patronales, sindicatos y asociaciones del sector para plantear cómo se deben financiar los billetes de transporte público en Cataluña en el futuro. Admiten que no se puede caer en una infraestructura deficitaria, pero tampoco renunciar a un cambio de los billetes que se esperaba tanto físico como de espíritu. Es decir, que se avanzara hacia el modelo de que la Administración Pública cobrase menos a las personas con un uso más intensivo de la red.

Por ahora, los planes de la Generalitat es que los usuarios de los billetes T-Mes, T-Trimestre y T-Jove de una zona, los que incluyen viajes ilimitados, empiecen a probar el nuevo sistema de pago a partir de abril. El lanzamiento definitivo al resto de usuarios se haría a partir de 2021, la fecha que se ha mantenido en el calendario en los últimos años.