La planta de General Cable en Manlleu (Barcelona), una de las afectadas por el ERE de Prysmian Group / GENERAL CABLE

La planta de General Cable en Manlleu (Barcelona), una de las afectadas por el ERE de Prysmian Group / GENERAL CABLE

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General Cable anuncia el despido de 500 personas en Cataluña

La filial de Prysmian Group cerrará las plantas de Montcada i Reixac y Manlleu en el marco de un ERE que ya ha conseguido el “rechazo absoluto” de los sindicatos

27 septiembre, 2019 13:00

La multinacional italiana Prysmian Group ha anunciado este viernes el cierre de las plantas de General Cable de Montcada i Reixac y Manlleu de Barcelona mediante un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectaría unas 500 personas. Los sindicatos de la firma industrial han recibido el preaviso de la dirección, que toma esta decisión un año después de que bajara la persiana de las oficinas centrales de la filial y despidiera a 120 trabajadores.

Por ahora, han avanzado su “rechazo absoluto” al enésimo ajuste laboral en la compañía. Reclaman a la dirección que replanteen la decisión y que busquen “alternativas” para mantener la ocupación incluso antes de que se formalice la reestructuración laboral. Esta será la misma estrategia que seguirán a lo largo del período de consultas, cuyo calendario espera que se fije la próxima semana.

Resto de centros de trabajo

El cierre de las factorías afectará a todo el personal de las líneas productivos y el de oficina. Fuentes de CCOO explican que en Manlleu trabajan unas 350 personas y que en Montacada otras 150, todas ellas centradas en la fabricación y comercialización de cable de alta y media tensión.

Las factorías de Abrera, la otra que siempre ha formado parte del grupo General Cable, y las de Vilanova i la Geltrú y Santa Perpètua de Mogoda en Barcelona y la de Cantabria se quedan al margen del ERE. Esta última es la que se centra en un producto con mayor valor añadido, ya que se encarga de fabricar fibra óptica.

Adquisición de Prysmian

General Cable pasó a manos de Prysmian en marzo de 2018. Las direcciones de ambos grupos aprobaron una fusión internacional que afectaba a 112 centros de trabajo y a unos 30.000 trabajadores. Con todo, fue la multinacional italiana la que lleva la voz cantante tras la integración. Mantiene la marca como una filial, igual que ocurre con la firma Draka Holding.

El comité de empresa europeo espera conocer desde entonces los efectos laborales de la absorción. La dirección ha eludido el ajuste internacional y ha optado por reestructurar el trabajo en cada uno de los países en los que está presente.

Los sindicalistas de General Cable en España reconocen que no esperaban que el ERE implicase ni los cierres ni el impacto planteado. Esperan que la empresa rebaje la afectación durante la negociación con los trabajadores.