La funeraria exprés de Barcelona hace aguas. El Ejecutivo local de Barcelona en Comú (BComú) ha tenido que retrasar la aprobación del supuesto operador municipal, prevista para este viernes, 22 de febrero, por falta de apoyos. ¿La nueva fecha para someterla a votación de la oposición? El miércoles, 27 de febrero.
Así lo ha anunciado hoy Eloi Badia, concejal de Presidencia y cerebro del proyecto. Badia ha indicado que "Grupo Demócrata y PSC habían pedido más informes sobre viabilidad o jurídicos" y que, por lo tanto, el gobierno municipal ha considerado que "retrasar su aprobación tres o cuatro días no era una gran diferencia" mientras los elabora. ¿La realidad? Los socialistas ya anunciaron su no, la marca local del PDeCAT ha hecho hoy lo propio, y, según algunas fuentes, ERC empieza a dudar de su apoyo a la iniciativa. En este escenario, la funeraria pública contaría solo con el raquítico sí de BComú (11 concejales), la CUP (3 ediles) y los dos concejales no adscritos. En otras palabras, 16 electos de 41.
Presión sobre el PSC
Eloi Badia ha explicado su nuevo traspiés con la funeraria pública, una iniciativa que ha tenido que retirar hasta tres veces del pleno municipal, por la necesidad de "elaborar los informes pertinentes" y recabar el "apoyo del PSC, de quien aún no entendemos su posición". Con ello, el concejal de los comunes ha vuelto a poner presión sobre los socialistas, tras una campaña de dudoso gusto en la que BComú está usando esquelas e historias de fallecidos para forzar al grupo de Jaume Collboni a cambiar su posición.
Cabe recordar que los socialistas ya anunciaron su no al proyecto alegando "improvisación" y "electoralismo", aunque comparten la necesidad de abaratar los sepelios en la capital catalana. En este sentido, subrayó el grupo municipal que comanda Collboni que se volvía a presentar un proyecto "sin detalles a cien días de las elecciones municipales", lo que lo excluido del perímetro de apoyo.
¿Por qué no incidieron en los precios?
Preguntado sobre la información de que el gerente municipal, Jordi Martí, rechazó en 2016 convocar una comisión de revisión de precios en el seno de Serveis Funeraris de Barcelona (Sfb), la empresa público-privada en la que participa el ayuntamiento con un 15%, alegando entonces de que la sociedad mixta estaba "bien gestionada", Badia ha lanzado balones fuera. "Si usted habla de precios, hemos conseguido tener más tarifas universales, tenemos tarifas Coral, Ambar y Jade, más baratas. Y ofrecemos también una tarifa subvencionada, cosa que antes no existía. Por lo tanto, hemos consolidado un precio bajo universal".
Inquirido de nuevo sobre si el Ejecutivo local no podría haberse implicado más a fondo en Sfb, donde comparte consejo con Grupo Mémora (el 85% restante) --una acta del consejo de la empresa de 2016 critica falta de implicación municipal--, Badia ha esquivado el asunto y ha vuelto a cargar contra los operadores privados. "Es que no es cuestión de implicación, que la hemos tenido. Es que cuando se trata de política comercial, hasta ahí no alcanzamos. Y es un tema que nos preocupa enormemente, pues los y las vecinas acaban pagando más por su entierro", ha defendido.
La Síndica, al rescate
Todo ello lo ha desgranado Badia desde la sede de la Síndica de Greuges de Barcelona y tras una reunión con ésta. Ha explicado el concejal que "han comentado [con Maria Assumpció Vilà] los casos de abusos funerarios". No ha explicitado el concejal cuántos casos de malas prácticas ha debatido con la defensora del vecino, que en su informe anual apenas citó una intervención por falta de información en el momento de la muerte en el caso de una familia barcelonesa.
No obstante, Barcelona en Comú cuenta con el apoyo de Vilà en esta materia. Tiene el flanco cubierto. Hay otros a la intemperie. Es el caso, por ejemplo, del de los trabajadores de la empresa mixta: Sfb, que hoy han avisado de "pérdida de puestos de trabajo". "Hemos hablado con ellos y si es preciso, les ofreceremos integrarse en el nuevo operador", ha enfatizado Badia para tranquilizarlos, ante la atenta mirada de dos representantes del comité de empresa. Donde no ha podido dar garantías el edil es en el apoyo político que concitará en la nueva votación del próximo 27 de febrero. Grupo Demócrata (9 ediles); Ciudadanos (5); PSC (4) y PP (3) ya han avisado de que no darán su visto bueno a un proyecto "atropellado y electoralista". ERC, que hasta ahora se situaba en el sí, empieza a dudar. Badia se queda cada día más solo. Si fracasa, será la cuarta vez que su proyecto estrelle se estrella en un pleno este mandato. Quizá por ello, la alcaldesa Ada Colau ha relegado al concejal-activista al noveno puesto de la lista electoral de BComú para 2019, donde no tiene la silla garantizada.